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sábado, octubre 26, 2024
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Desaparecidos

“La mayor de las faltas, diría yo, es no tener consciencia alguna”

-Thomas Carlyle.

 

Es una verdadera tragedia, una crisis brutal e incomparable; nadie en México hubiera imaginado hace 8 años que este drama indescriptible sobrepasara los límites de la responsabilidad, evidenciara la ineficiencia y la negligencia de las autoridades frente al disimulo de un gravísimo drama, que ningún gobernador, secretario de Seguridad Pública o fiscal no quiere y tampoco sabe cómo enfrentarlo: los desaparecidos de México.

Existe un protocolo oficial de búsqueda que ninguna autoridad Federal o Estatal aplican. Ninguna dependencia busca a las personas mayores o jóvenes, sean varones o mujeres desaparecidos. Prácticamente ningún caso se realiza de manera inmediata tras la denuncia de la desaparición de una persona; la indolencia, la irresponsabilidad y la falta de sensibilidad de las Fiscalías llega al grado de que a los familiares que han reportado la desaparición de un ser querido, ni siquiera les dan copia simple de su denuncia.

Las personas desaparecidas en México, podrían sumar una población de una ciudad de regular tamaño. En 2013, cuando empezaron a recabarse los primeros datos oficiales las autoridades consideraban la desaparición de más de 26 mil personas. Apenas un sexenio después, dicha suma se elevaba a 40 mil y al momento de reflexionar y escribir las presentes líneas el Gobierno Federal admite un aumento vertiginoso e increíble de más de 100 mil desaparecidos.

Amable lector, ¿ha considerado Usted que detrás de cada persona desaparecida hay una familia que sufre por esta incertidumbre, por la ausencia del padre, de la madre de algún hermano, sobrino, primo, etcétera, y que cada semana se suman a esta terrible y tétrica suma más nombres de personas?

Es verdad, las autoridades Estatales o Federales han propiciado la formación de colectivos por todos los estados del país en la búsqueda de encontrar datos, pistas, alguna noticia para localizar al ser querido ausente. Esta semana se cumplió un año de que un joven hermano de una Abogada compañera mía en Consejería Jurídica del Ayuntamiento de Tijuana, B.C., desapareciera no saben en dónde; hasta la fecha desconocen la causa o el motivo, pero su hermano que cursaba la preparatoria un día ya no regreso a casa.

Al querer presentar la Denuncia de manera inmediata en la Fiscalía les dijeron que tenían que esperar tres días al menos. “Se podría haber ido con la novia”; “se pudo haber ido de aventura con sus compañeros de prepa”, y otra seria de argumentaciones estúpidas e insensibles que solo ocasionaron 72 horas de retraso para que la autoridad oficialmente tuviera el reporte de su desaparición.

En Facebook y en redes sociales, esta familia publicó la fotografía del joven pidiendo datos, ofreciendo secrecía por la información; se elaboraron volantes que se repartieron por distintos rumbos de la ciudad, fueron insertados en muchos postes, pero ninguna noticia llegó. La autoridad investigadora de delitos ha brillado lamentable e inhumanamente por su indiferencia.

 

Benigno Licea González es doctor en Derecho Constitucional y Derecho Penal. Fue presidente del Colegio de Abogados “Emilio Rabasa”.

Correo: liceagb@yahoo.com.mx

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