Empleado pide disculpas a medias al ciudadano, porque le vuelve a recriminar su aspecto físico. Interpondrá queja ante la Conapred
Omar de la Cruz, de 41 años de edad, fue diagnosticado con VIH desde los 18 años; la enfermedad le ha hecho perder peso, algunas piezas dentales y le ha provocado discriminación por su apariencia física.
La pandemia del virus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVDI-19, lo mantuvo recluido en su hogar por temor a contagiarse. Por dos años vivió a expensas de lo que pudieran otorgarle familiares y amistades.
Motivado por un par de amigos, decidió emprender un pequeño negocio de autolavado muy cerca de su hogar por el Libramiento Rosas Magallón; junto con su conocido acudieron a comprar algunos productos a la tienda AutoZone, ubicada en el bulevar Fundadores de la colonia Valle del Rubí, en Tijuana.
Cuando Omar y su amigo ingresaron al comercio, uno de los empleados comenzó a acosarlos, en especial a de la Cruz.
“Ya sabes a lo que vienes, tienes que irte de aquí; ¿lo tienes claro, verdad?”, fueron las palabras del empleado a Omar; prácticamente “me dio a entender de que iba a robar”, señaló molesto el ciudadano.
El denunciante le contestó que no lo juzgara de esa manera, pues “mira tú aspecto físico”, le reviró el trabajador.
Tras la ofensa y después de varios alegatos, Omar solicitó hablar con el gerente de la sucursal. A lo que el empleado le manifestó: “Yo soy el gerente”, obligándolo prácticamente a retirarse del establecimiento. Después se sabría que el trabajador mintió sobre su cargo en la empresa.
“Mi amigo se quedó en la tienda comprando los productos y piezas necesarias para iniciar el negocio, mientras yo me fui al carro con la moral hasta el suelo. Por más de dos años no salí de mi casa por temor a enfermarme; y que por mi aspecto físico me discrimen de esa manera… me sentí muy mal”.
Por si fuera poco, una de las piezas que compraron no era la adecuada, por lo que tuvieron que regresar a la tienda, y aunque en un principio se resistía a ir nuevamente al lugar, decidió que se merecía una disculpa por el trato.
Manifestó que primero ingresó su amigo y platicó con el empleado que había discriminado a Omar, después de una conversación, su acompañante buscó al ofendido, diciéndole que el trabajador le quería ofrecer una disculpa.
“La verdad ya no quería bajarme del carro, pero accedí. Al llegar el empleado me dijo ‘¿Que quieres una disculpa?’. ‘Me lo merezco’, le contesté; fue cuando me volvió a decir, ‘pues ve cómo te miras’. De inmediato me salí de la tienda; no tenía caso seguir ahí. Me dio mucha vergüenza, no se vale que le digan a uno esas cosas. Me deprimí muchísimo, hasta ganas de quitarme la vida me dieron. En todo este tiempo de mi enfermedad he pasado por muchas cosas: me ha dado pulmonía, tuberculosis, me quedé sin dientes, perdí mi casa, mi trabajo; vivo en cuarto sin ventana, no tengo mi tratamiento por falta de servicio médico… Me sentí como una basura”.
Omar solicitó apoyo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y aunque la queja la debe interponer ante el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación, la CNDH le ha brindado asesoría en su proceso.
“Si no fuera por la licenciada Ericka Hernández, otra cosa hubiera pasado ese día. Ella me dio palabras de aliento, me dijo que merecía respeto a pesar de mi condición. La señorita Ericka me ha estado ayudando, estoy muy agradecido con ella”, señaló que posteriormente acudirá ante Conapred a poner la denuncia correspondiente.
El gerente de AutoZone, Julio Romero, comentó a ZETA que luego del incidente ocurrido en la sucursal, habló con su personal para reforzar la atención al cliente.
“AutoZone es una tienda que no se reserva el derecho de admisión, por eso se fortalecieron algunos puntos cómo el trato al cliente y la importancia de brindar una buena atención de nuestros visitantes; esperemos que no vuelva a ocurrir un suceso así”, dijo.