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jueves, noviembre 21, 2024
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Entrevista de trabajo

— ¿Nivel de ruso?

“Excelentovski”.

— No sabe nada, ¿verdad?

“Exactovski”.

— ¡LÁRGUESE DE AQUÍ!

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“¡Hasta luegovski!”.

Autor: Un mexicanovski.

 

La joven de la falda

Una chica con una falda muy ajustada intenta subir al autobús, pero al intentarlo se le sube la falda, dejando a la vista su ropa interior.

Una mujer que esperaba en la parada dice a su marido:

“Pepe, ¿no te parece lasciva y obscena la forma en que los hombres miran a la chica que se está subiendo al autobús?”.

Con la mirada desencajada, el marido contesta:

“¿Cuál autobús?”.

Autor: Ex marido.

 

Clásicos de Pepito

En clase, el maestro hace una pregunta práctica a Pepito:

— A ver, Pepito, si tienes 6 dólares en un bolsillo del pantalón y 5 en el otro, ¿qué tienes?

“Pues seguro tengo los pantalones de otro, maestro, ¡porque yo no tengo dinero!”.

 

***

 

La maestra a Pepito:

— A tu edad yo me sabía los nombres de todos los países.

“Pues en ese tiempo existían dos o tres solamente, maestra”.

 

***

 

La maestra pide a los niños que hagan una oración completa, entonces Pepito levanta la mano.

— A ver, Pepito.

“Mi hermana está embarazada”.

— ¡Muy bien! Y ¿cuál es el sujeto?

“Todavía no se sabe”.

 

***

 

La maestra de Pepito dice a los alumnos:

“Niños, hagamos un ejercicio deductivo. Supongamos que hay cinco pájaros posados en un arbusto y le disparamos a uno con una pistola. ¿Cuántos pájaros quedarían?”.

Pepito contesta:

“Ninguno, ¡porque uno moriría y los otros saldrían volando!”.

 

***

 

Pepito llega a la casa después de su último día de clases y dice a su papá:

— Papá, ¿te acuerdas que a principio de año me dijiste que me pagarías mil dólares si pasaba de año?

“Sí, hijo, ¿por qué? No me digas que…”.

— ¡Sí, papá! ¡Te ahorré ese gasto!

 

***

 

Llega Pepito de la escuela después de haber hecho sus pruebas finales. Su padre le pregunta:

— ¿Cómo te fue en los exámenes?

“No sé, papi, pero los maestros que estaban revisando la prueba eran muy religiosos”.

— ¿Por qué, Pepito?

“Porque cuando estaban revisando la prueba, sólo se les oía decir ‘¡Ay, Dios mío!’, ‘¡Santísimo!’, ‘¡Madre de Dios!’”.

 

***

 

— Papá, ¿es verdad que en China los hombres no conocen a su mujer hasta después de haberse casado?

“¡Eso pasa en todas partes, hijo!”.

 

***

 

Pepito llega a la estación de Policía y grita:

“¡Corran, corran que mi papá está peleando en la esquina y lo van a matar!”.

Los policías acuden a la esquina, donde dos hombres estaban enfrascados en un duro combate. Entonces le preguntan a Pepito:

— Pero hijo, ¿cuál de ellos es tu papá?

“No se sabe, ¡por eso es la pelea!”.

Autor: Juanito.

 

Qué haríamos sin esos gallegos

En el cine:

— Señor, ¡es la quinta vez que compra usted el ticket para ver la película!

“¡Es que el canijo que está en la puerta, me lo rompe!”.

 

***

— ¿A dónde vas, Pepe?

“A regar el jardín”.

— ¡Pero si está lloviendo!

“No importa, ¡llevo paraguas!”.

 

***

 

— ¡Don Pepe, deme una caja de cigarrillos!

“¡No me grites, que no soy sordo! Además, ¡aquí no vendemos calzoncillos!”.

 

***

 

Un gallego encuentra un espejito en la calle, se queda mirándolo y, lógicamente, ve su reflejo y reflexiona:

“A este tipo yo lo he visto en algún lado, pero no recuerdo dónde”.

Guarda el espejo en su bolsillo y sigue para su casa.

Al entrar a bañarse, su mujer recoge la ropa para lavarla y encuentra el espejito en el pantalón. Observándolo, exclama:

“¡Mira qué descarado, la foto que tenía escondida! Sabía que me estaba engañando y no me duele tanto, ¡sino la cara de loquilla que tiene la desgraciada!”.

Autor: Un español.

 

Dos mexicanos en Miami

Dos mexicanos están de visita en Miami para ver su familia, están perdidos y uno de ellos le pregunta a un policía:

— ¿A qué hora sale el tren?

Nine ten (las nueve y diez)”.

— Dice que no hay tren.

Entonces, el amigo replica:

“Vuelve a preguntarle, quizás no te entendió bien”.

— Oiga, ¿a qué hora sale el tren? pregunta de nuevo el mexicano, esta vez señalando el reloj.

El policía responde de mal humor:

Nine ten, son of a bitch (a las nueve y diez, hijo de can)”.

— Dice que no hay tren, ¡que está para Miami Beach!

Autor: Un traductor.

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Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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