Activistas recalcan que son más las desventajas que los beneficios de apostar por puertos para embarcaciones de estas dimensiones ya que, acusan, la derrama económica no es tan alta como las autoridades quieren hacerlo ver. En contraste, la devastación que vendrá para la bahía de La Paz puede anticiparse con antecedentes en otros puntos del mundo
Ante la intención de construir una marina para embarcaciones denominadas como “megacruceros”, la sociedad civil de Baja California Sur se ha activado para luchar en contra de la entrada de este proyecto que es promovido por la empresa Aquamayan Adventure A.C. de C.V., con respaldo de la Administración Portuaria Integral (API).
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El Colectivo Torpedo, conformado por activistas, investigadores y miembros de la academia, nace como un esfuerzo meramente ciudadano en contra de la marina que servirá para descanso de “megacruceros”, que son embarcaciones que miden 370 metros de punta a punta.
Alejandro Águila, representante de la asociación, mencionó que el objetivo es evitar a toda costa que se otorgue un dictamen positivo o favor de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que el 11 de noviembre de 2021 fue enviada por Aquamayan Adventures para evaluación, con trámite ante la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) con clave 03BS2021T0025.
“…Haciendo una alusión muy clara que este es un proyecto neoliberal del que tanto hablan el presidente y el gobernador, que se supone que estos proyectos son los que no se quieren para este proyecto de país que está encabezando el día de hoy la 4T”, expresó.
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El Colectivo Torpedo recalca que existen diversos impactos ambientales, sociales y económicos a los que se enfrentará La Paz si este proyecto es aprobado.
Prevé que habrá devastación de los corales, así como afectación de especies que dan de comer como el tiburón ballena. Además, observan que si llegan menos especímenes habrá una menor derrama económica para prestadores de turismo local que dedican al avistamiento.
También anticipan que donde se busca construir el puerto es una zona en que individuos juveniles de especies marinas aprenden a comer y cazar, lo que permite tener una biodiversidad tan grande en la bahía; por lo tanto, prevén un impacto negativo para la pesca.
La ciudadanía activa hoy quiere detener estos proyectos, por lo que exigen al gobernador del estado, Víctor Castro Cosío, así como a la titular de la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad (Setues), Maribel Collins, que fijen postura al respecto.
Está en manos de Semarnat: gobernador
Al ser cuestionado sobre este tema, el gobernador respondió que la responsabilidad de autorizar o negar la MIA es de Semarnat.
Castro Cosío respondió que se revisará el tema para determinar si hay daño ecológico o no, y a partir de ahí, tomar la “más sabia decisión social”. Recalcó que no solo es un grupo al que se debe atender, sino a diversos sectores.
“Si no, entonces vamos a ser rehenes de un grupo determinado y esa parte no. Tenemos que ser gente que defienda el medio ambiente, pero que lo determine la autoridad”, dijo.
