Luego de que se detuviera esta actividad por la pandemia, el servicio náutico para conocer a los gigantes del mar comienza a dar frutos para las y los pequeños empresarios de las comunidades turísticas de Baja California Sur
De enero a abril, comunidades del estado se preparan para recibir a miles de turistas que visitan tierras sudcalifornianas para contratar servicios en una las actividades turísticas más representativas de Baja California Sur: el avistamiento de ballenas. Para este año, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) calcula que serán más de mil 500 ejemplares los que arribarán a complejos lagunares y mares de la entidad.
El director regional de la Conanp, Benito Bermúdez Almada, informó que desde diciembre llegaron los primeros 20 cetáceos a la laguna Ojo de Liebre. El último corte de la dependencia detalla que la cifra ya rebasaba los 200 en territorio sudcaliforniano.
Debido a que se trata de una actividad que promueve la llegada de más de 20 mil turistas en un periodo de cuatro meses, la Conanp establece mecanismos específicos para otorgar permisos y para vigilar la operación de embarcaciones en zonas donde las ballenas llegan para dar a luz.
Para emitir los permisos a los prestadores de servicios náuticos, se revisa la capacidad de carga en cada sitio de avistamiento. En promedio, cada año se otorgan 55 autorizaciones en las lagunas costeras del Pacífico y 75 en Loreto, en el Golfo de California donde arriba la ballena azul.
“En Guerrero Negro, Bahía Magdalena, en Laguna San Ignacio son 54 permisos. Se tiene que respetar la capacidad de carga; nada más puede haber simultáneamente 29 embarcaciones en la Laguna Ojo de Liebre, 12 embarcaciones en la Laguna San Ignacio, 78 en Bahía Loreto”, explicó.
Posteriormente, se vigila que en las zonas de avistamiento no se rebase el número de embarcaciones permitido, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 131.
“No puede haber más de una embarcación con una ballena. Donde esté una ballena con una embarcación no puede acercarse a la otra. Con base en ello es qué hay orden y controles. Son actividades bien ordenadas, se les da un curso de capacitación previa al inicio de temporada a los prestadores de servicios turísticos. Deben de portar su permiso y constancia de certificación de ese curso que se da la Conanp”, agregó el director.
Los prestadores de servicio en Puerto Chale, poblado en donde la actividad inició formalmente en 2020, sufrieron la detención repentina de la actividad por la pandemia. En mes y medio recibieron más de 10 mil turistas.
La alcaldesa de La Paz, Milena Quiroga Romero, informó que para impulsar la actividad se proyecta la construcción de un malecón ecológico que requiere de una inversión de 30 millones de pesos.
“La comunidad de Puerto Chale ha estado improvisando muy bien, pero sí necesita un empujoncito tanto de la Federación, el Estado y nosotros como municipio para concretar un buen proyecto. Es un nido ecológico que tenemos en nuestro municipio”, dijo.
Actualmente, la comunidad cuenta con más de 60 embarcaciones, por medio de nueve empresas que se dedican en los primeros meses del año a esta actividad.