En Tijuana, el kilo de limón llega a 84.90 pesos en algunos establecimientos. El aguacate se vende en un máximo de 74.90 pesos. Tortilla subió 22.77%. Aumento al salario mínimo es insuficiente: especialista
Debido a la alta inflación que registra México y particularmente el encarecimiento de alimentos, así como el aumento de las tarifas de gobierno más altas en tres años, la cuesta de enero 2022 será la peor en más de dos décadas, pronosticó el presidente del Centro de Estudios Económicos de Baja California, Roberto Valero Berrospe.
Aun cuando en 2022 el salario mínimo incrementó 22%, ubicándose en 260.34 pesos en la zona fronteriza Norte del país, el aumento de 46.95 pesos es rebasado por la carestía que se vive. “Tan sólo un galón de leche cuesta alrededor de 72 pesos, que es más que el incremento salarial y representa poco más de una cuarta parte del ingreso diario”, afirmó el especialista.
En un recorrido por establecimientos de cuatro cadenas en Tijuana (El Florido, Calimax, Aurrerá y Soriana) ZETA registró el precio de 21 productos de la canasta básica del 7 al 10 de enero, los cuales tuvieron un costo total promedio de mil 074 pesos. Esto es, 230 pesos (27.3%) más que en enero de 2021, y 264.16 pesos (32.5%) más respecto a enero de 2019, cuando iniciaba el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta situación está modificando los hábitos de consumo de la población. “Si antes se compraba un kilo de carne, ahora se compra menos, o ya no se compra carne y sólo pollo. Y así se comienza a observar un efecto sustitución, lo cual afecta la dieta cotidiana de los hogares”, dijo el investigador.
En ello coincidió Obdulia López, ama de casa, quien resaltó que muchos productos alimenticios han subido su precio, como el kilogramo de tortillas, que puede adquirirse hasta en 21 pesos en establecimientos de Tijuana que no pertenecen a cadenas de supermercados.
“Antes, por ejemplo, con mil 500 pesos podrías hacer un mandado más o menos con todo lo básico para quince días. Ahorita mil 500 no te alcanzan más que para una semana”, señaló. Para enfrentar el encarecimiento, su familia -integrada por dos adultos mayores, su esposo y su hija- acude a lugares como los mercados sobre ruedas para obtener mejores precios.
Sin embargo, debido al encarecimiento ha
limitado su consumo de verduras y frutas: “Si le quieres echar ejote a un caldo de res, ya lo tienes que comprar como un antojo porque está caro”. Igualmente, con las frutas, la familia de la señora López consume por lo regular plátano y naranjas, que tienen precios más bajos. “Si queremos hacer una ensaladita compramos una o dos manzanas de un tipo, dos peras y la uva, que está carísima. Si vas al médico te dice que tienes que comer muchas frutas y verduras, pero hay gente que no tiene ni para comprar tomate y cebolla, entonces, ¿cómo le hace uno para tener una alimentación balanceada si no alcanza’”, cuestionó.
Entre los productos que este primer mes se comercializan en niveles más altos, se encuentran el kilogramo del limón agrio, cuyo precio máximo llegó a 84.90 pesos en una tienda El Florido. El precio promedio en todos los establecimientos visitados fue casi 200% más caro que el costo que tuvo en enero de 2021.
Mientras que el kilo de aguacate llegó hasta en 74.90 pesos en una tienda Soriana, el precio promedio en los establecimientos visitados fue superior en 214% al reportado un año antes.
En cuanto a la carne, este Semanario registró el mayor precio del kilogramo de pechuga de pollo sin hueso en Aurrerá, donde se vendió hasta en 136 pesos, es decir, 58.7% más que en enero de 2021.
La milanesa de res también se vendió en 189 pesos como precio máximo por kilogramo, lo que representó un alza de 11.03% respecto a enero de 2021.
Mientras la tortilla de maíz -el producto más básico de la dieta de la población mexicana- tuvo un incremento de 24.77%, al pasar de un precio promedio de 11.10 pesos en enero de 2021 a 13.85 pesos en enero 2022. En Calimax fue donde se encontró el precio más caro por kilogramo (15 pesos).
Valero Barrospe indicó que cada vez las empresas recurren a empequeñecer los productos en aras de mantener su precio y que la gente pueda adquirirlos. Y con mayor frecuencia, las personas buscan más de un empleo en aras de mantener su consumo.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) refieren que el número de personas que trabajan 48 horas a la semana en Baja California pasó de 390 mil a 482 mil, del tercer trimestre de 2020 al mismo periodo de 2021. La población en esa condición laboral representa “casi la mitad de los trabajadores que están adscritos al IMSS”, resaltó el analista económico.
“Me parece que los gobiernos no han dimensionado esta situación que empobrece a la población. En el caso de Tijuana hay que subrayarlo: tiene el 52% de los pobres del Estado. Tenemos una alta inflación, con bajos salarios, y un gobierno que no implementa estrategias adecuadas para reactivar la economía, con lo cual eso se convierte en un caos”, aseveró.
Los altos precios del limón, aguacate y huevo no son exclusivos de Tijuana pues también se están reportando en otras regiones de la república mexicana. El costo del huevo fue calificado como “estacional” por el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Ricardo Sheffield Padilla.
En una entrevista radiofónica, afirmó que el precio del limón es “justificado” y tiene qué ver con la logística del producto. En tanto, la Secretaría de Economía publicó el 12 de enero pasado un cupo para importar con un menor arancel carne de res y de cerdo, fresca, refrigerada y congelada hasta junio de 2022, en aras de que disminuya el precio de ambas.
COVID-19 Y AUMENTO EN INSUMOS Y TRANSPORTE CAUSAN CARESTÍA
Al cierre de 2021, México registró la inflación general más alta en 21 años. Los productos agropecuarios crecieron 15.78% a tasa anual; frutas y verduras, 21.73%; carne de res, 15%, pollo 9.2% y de cerdo 12.1%. Además, los alimentos y bebidas procesados registraron un aumento de 8.11%, según el INEGI.
En BC, el costo de los alimentos incrementó 11.79% a tasa anual, refirió Valero Berrospe. Tijuana tuvo un alza de 11.49% y Mexicali de 12.10%, la cifra “más alta en 23 años”.
“El golpe al bolsillo del ciudadano hizo pedazos todos los aumentos salariales que se hayan dado”, dijo.
Muestra de ello es el aumento trimestral de 39.9 a 40.7% del número de personas en el país cuyo ingreso laboral no les permitió comprar la canasta alimentaria en el tercer trimestre de 2021.
No obstante, quienes más padecen la inflación en los alimentos son las clases medias, que cada vez pierden poder adquisitivo y va reduciéndose el espectro de productos a los que anteriormente tenían acceso.
En entrevista con ZETA, Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), expuso que 2021 fue un año atípico en el que muchos productos agrícolas incrementaron su precio de forma importante, debido al aumento de más del 100% en el costo de fertilizantes.
La inyección de dinero de muchos países a la economía, que no se tradujo en un incremento en la oferta de muchos productos, también provocó la inflación que se ha importado a México y “ha pegado muy fuerte al campo”.
Por otro lado, dijo, “materias primas como el maíz tuvieron ciclos de precios muy altos por temas de oferta y demanda y por disminución de producción en Estados Unidos, Argentina y en otros países, que también impactaron de manera importante en el sector pecuario”.
A eso se sumó el incremento en el precio del transporte y los estragos del cambio climático; una realidad que se está viviendo con periodos de sequía más amplios, con tormentas más duras en ciertas épocas y por lapsos más cortos.
“Todo el sector agroalimentario nacional se ha volcado a tener una vocación exportadora que se ha venido construyendo en los últimos años, y evidentemente el mercado nacional está más que adecuadamente bien suministrado. Inclusive, por eso mismo no hemos experimentado aumentos mayores de precios de los que hemos vivido”, o de la magnitud que han tenido otros países que dependen de la importación de alimentos, aseguró.
Datos del CNA indican que México es el décimo productor de alimentos del mundo y cada año el país exporta productos por 40 mil millones de dólares.
Para Cortina Gallardo, el campo mexicano enfrenta el cambio climático como uno de los grandes desafíos. Ante ello, el país necesita una agricultura más intensiva, “utilizar menos agua por hectárea, menos insumos; en ese sentido es muy importante que utilicemos a la ciencia y a la tecnología, porque es lo que nos va a ayudar a la sustentabilidad y a poder ayudar a alimentar a la creciente población que tiene México y el resto del mundo”.
El campo mexicano también está envejeciendo, por lo que es necesario volver a hacerlo una actividad atractiva para los jóvenes.
El líder empresarial apuntó que el 90% de la agricultura canadiense depende de mano de obra importada; en Estados Unidos es cercana al 70%, y en México también se está sintiendo la falta de mano de obra.
Dijo que el CNA tiene en su agenda dar un trato más digno, con mejores sueldos a los jornaleros agrícolas, para que en vez de que salgan a buscar trabajo en Estados Unidos y Canadá, se queden en nuestro país. “Si no tenemos esa mano de obra, esos jóvenes que se interesen en el campo, va a ser muy difícil que sigamos creciendo al paso que ha crecido el sector en los últimos años”.
Por otro lado, consideró que si bien es positivo que el Gobierno Federal ha redirigido todo el presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural a temas asistenciales, no puede dejarse de lado el productivo, que tiene que ver con ayudar a agricultores pequeños con la compra de maquinaria, con sistemas de riesgo presurizado y muchas otras cosas que se están dejando a un lado y, aunado a la ausencia de un financiamiento, hace que las cosas sean más complejas para la productividad del campo.
PRECIOS DE ALIMENTOS SEGUIRÁN ALTOS
Roberto Valero Berrospe mencionó que el incremento en el precio de los alimentos afecta no sólo a México, sino al resto del mundo. El reporte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de diciembre pasado indica que el precio de los alimentos aumentó 23.1% respecto a diciembre de 2020.
Si bien, hubo una baja mensual, a lo largo de 2021 los precios de los alimentos aumentaron 28.1%, como consecuencia de un incremento en el costo de producción y de insumos, la pandemia de COVID-19 y la creciente incertidumbre climática. Se prevé que los altos costos en los alimentos continúen en 2022.
Datos del organismo multilateral refieren que el precio del maíz aumentó 44.1% respecto a 2020, y el trigo 31.33%; mientras que los aceites vegetales se encarecieron 65.8%, ubicándose en “el nivel más elevado de todos los tiempos”. En tanto, el precio de los lácteos registró un alza anual de 16.9% en 2021.
