Una de las figuras de la literatura mundial contemporánea que participó en Hay Festival Cartagena de Indias, en Colombia, que se lleva a cabo del 27 al 30 de enero, fue el gran poeta chileno Raúl Zurita, quien se presentó en conversación con Piedad Bonnett el sábado 29 de enero de 2021.
Durante la conversación presencial, que fue transmitida en vivo en internet a través de Hay Festival Digital, el ganador de reconocimientos como el Premio Iberoamericano de Poesía “Pablo Neruda” 2016, Premio Iberoamericano de Letras “José Donoso” 2017 y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2020, entre otros, llegó dispuesto a discurrir en torno arte, poesía y esperanza.
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“El arte, la poesía, no son sino los restos que quedan de una batalla que ha sido perdida actualmente, que la estamos perdiendo, que ha sido perdida. Cuando yo veo un cuadro, incluso un poema maravilloso, digo: ‘¡Qué maravilla!, y al mismo tiempo ¡qué pelea hubo aquí!, para que el mundo fuera mejor, no podría existir este poema’”, disertó Raúl Zurita.
Asociando siempre, obviamente, arte y poesía, el autor de “Mi mejilla es el cielo estrellado”, antología donde comulga gran parte de su obra editada en México por la editorial Matadero en 2018, puso el ejemplo del arte en los museos:
“De pronto, tú ves todos los museos, todas las salas de conciertos, como ruinas de esa batalla de un intento que no logró ser y que, sin embargo, al mismo tiempo, nos dice que perdura, que el aliento perdura, porque si se acabara el arte, si se acabara la poesía nosotros no viviríamos ni cinco minutos más, perece la humanidad”.
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En Hay Festival Cartagena de Indias, Raúl Zurita (Chile, 1950) compartió su esperanza, incluso después del dolor por los asesinados o desaparecidos, como en la dictadura de Pinochet, tal como se refleja en sus poemarios como “Purgatorio” (Chile, Editorial Universitaria, 1979), “Anteparaíso” (Chile, Editores Asociados, 1982) y “La vida nueva” (Chile, Editorial Universitaria, 1993):
“La poesía y el arte, en última instancia, nos están diciendo que hay una esperanza por pequeña que sea, que ningún ser humano vive sin la esperanza por un nuevo día; y si tú le quitas esa esperanza, entonces se acabó todo”.
Luego sentenció: “Si nos preguntáramos: ‘Bueno, ¿y qué pasa si se acaba la poesía?’. Muchos me podrían responder: ‘Nada’. Ahí nos daríamos cuenta que se acaba (la esperanza), nos morimos colectivamente porque significaría el fin de la esperanza”.
