Hugo López-Gatell Ramírez, titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud Federal, confirmó, este martes 11 de enero, que el presidente Andrés Manuel López Obrador contrajo la variante ómicron de la COVID-19, caracterizada por presentar síntomas en la zona alta de las vías respiratorias, como ronquera o disfonía.
“La variante ómicron, que en este momento se está convirtiendo en la preponderante en México, igual que en otras partes del mundo, tal como lo hemos estado comentando, tiene una característica importante que ayuda a visualizar el por qué se ha separado la rápida ocurrencia de muchos casos con la relativa ocurrencia lenta del incremento de hospitalizaciones”, dijo el subsecretario.
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El funcionario federal explicó que, a diferencia de la variante delta, ómicron tiene un predominio por la vía respiratoria alta, es decir la laringe, la faringe o la tráquea, incluso los segmentos de los bronquios. Pero afortunadamente, según dijo, tiene menor probabilidad de daño en los pulmones, entonces el cuadro clínico de ómicron es más parecida al catarro común.
“Quien ya tiene el refuerzo tiene menor probabilidad de tener daño pulmonar y la enfermedad pulsa más breve que el COVID que las otras variantes previas y la recuperación ocurre en pocos días […] La desafortunada contagio (sic) del presidente nos ilustra en este caso exactamente lo que ocurre con la variante ómicron”, señaló López-Gatell Ramírez.
“En este momento, en México está ocurriendo está ocurriendo algo parecido a lo que está ocurriendo en Estados Unidos, que es que las personas quieren obtener una prueba COVID, esto puede representar un problema para el mundo entero, porque la capacidad de fabricar pruebas COVID es limitada, no en México, en el mundo entero”, dijo.
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“Si todas las personas que tienen tos, que tienen dolor de garganta, se aceleran a ir por una prueba Covid, lo que va a ocurrir es que se van a angustiar porque van a estar en una fila, en un laboratorio publico o privado esperando recibir una prueba COVID, pero además le van a restar la oportunidad de tener una prueba Covid a una persona que por razones médicas es imprescindible que se determine si tiene o no Covid”, comentó.
Durante la conferencia de prensa matutina presidencial, el subsecretario de Salud hizo hincapié en que las pruebas COVID sean para personas con vulnerabilidades o enfermedades crónicas, como son los adultos mayores, con el fin de poder atenderlas y así no se complique su enfermedad.
“Si la persona tiene una enfermedad crónica o edad muy avanzada también tiene una mayor probabilidad de complicarse a diferencia de las personas jóvenes. Entonces, hay que seleccionar muy cuidadosamente la atención de quienes necesitan [una prueba] de manera imprescindible respecto a todos los demás que tenemos un bajo riesgo de complicarnos”, explicó el funcionario federal.
“Si se tienen síntomas, tos, dolor de garganta, ronquera, disfonía se llama médicamente, fiebre incluso, hay que pensar en que se tiene una infección respiratoria. Yo mismo tuve un catarro común la semana pasada y por eso no vine”, insistió López-Gatell Ramírez.
“Pero hacerse la prueba no va a modificar nuestra decisión de aislarnos para proteger a otras personas de contagiarse. En lugar de correr al quiosco a hacerse una prueba, lo que hay que hacer es quedarse en casa para evitar contagiar a otras personas”, agregó el funcionario federal.
El titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud abundó que se debe contar con un oxímetro de pulso para monitorear la oxigenación y, si ésta disminuye, acudir al hospital, ya que se estaría ante una condición de mayor riesgo.
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, refirió que el recontagio del presidente López Obrador sirve para ilustrar el avance de la variante ómicron en México, una dinámica que ocurre en muchas partes del mundo. Así lo explicó.
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— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) January 11, 2022
