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martes, febrero 20, 2024
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Discrepancia en remesas históricas que AMLO presume

Las transferencias monetarias podrían tener como destino el pago por el cruce ilegal de personas hacia Estados Unidos, más que a ayudar a los hogares de migrantes en México, alerta especialista. En 2020, las remesas reportadas por Banxico fueron casi 200% más que las informadas por Estados Unidos. Creación de empleos en el país es insuficiente para jóvenes que ingresaron al mercado laboral en 2020 y 2021: economista

En octubre pasado llegaron 4 mil 189 millones de dólares a México por concepto de remesas. Esta cantidad fue 33.8 por ciento mayor a la reportada el mismo mes de 2020, según datos del Banco de México (Banxico).


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En el acumulado enero-octubre 2021, las remesas recibidas sumaron 42 mil 168 millones de dólares, monto que representó un aumento anual de 25.6% y estableció un nuevo récord, ya que durante todo el año pasado se contabilizaron 40 mil 605 millones de dólares. Así, México se convirtió en el tercer país que más remesas recibe en el mundo, sólo detrás de China e India.

El subgobernador del Banxico, Jonathan Heath, estimó que, para el cierre de año, las remesas podrían superar los 51 mil millones de dólares. Sin embargo, la racha alcista podría desacelerarse en 2022 al crecer por debajo del 25% anual, previó BBVA México.

Especialistas consultados por ZETA consideraron que las remesas ayudan a compensar el desequilibrio que está enfrentando México por la salida de capitales invertidos en bonos gubernamentales, la baja en la Inversión Extranjera Directa (IED) y la falta de inversión.


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Datos del Banxico indican que, al cierre de noviembre de 2021, los inversionistas extranjeros se deshicieron de bonos gubernamentales mexicanos por 295 mil 408 millones de pesos, la mayor cifra desde que se tenga registro.

Mientras que la Secretaría de Economía reportó que, en los primeros nueve meses de 2021, la IED captada por el país ascendió a 24 mil 831 millones de dólares, esto es, 10.1% menos que en 2020. Aunque la mayoría de los especialistas consultados por este Semanario consideraron que el flujo de remesas seguirá creciendo, mostraron discrepancia en cuanto a las razones que impulsarían dicho incremento.

Para Eliseo Díaz González, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), el flujo de remesas está revelando el “nuevo rostro que tiene la migración mexicana”, y el que México está consolidándose como un país de transmigrantes asociado a transferencias monetarias que posibiliten la migración, más que a envíos que ayuden económicamente a los hogares de los migrantes.

Foto: Jorge Dueñes .- Trabajo formal

En entrevista con ZETA, el especialista advirtió que las cifras del banco central mexicano no coinciden con las del Buró de Análisis Económico de Estados Unidos, que contabiliza alrededor de 20 mil millones de dólares al año de remesas enviadas a México.

Hace más de una década, las cifras de ambas instituciones coincidían; sin embargo, desde 2011 los registros comenzaron a separarse, y ya en 2020, las remesas reportadas por Banxico fueron casi 200% más que las reportadas en Estados Unidos. “Evidentemente hay un error de estimación, o de contabilidad”, expuso Díaz.

Lo que está ocurriendo es que, más que huir de la pobreza y/o inseguridad -como es el caso de las caravanas de los sirios que recorren Europa hacia Alemania o Austria-, las caravanas de migrantes centroamericanos y mexicanos rumbo a Estados Unidos en su mayor parte tienen un componente de reunificación familiar.

Se trata de migrantes que viven en la Unión Americana y que tienen a sus hijos en México y Centroamérica. Esos padres envían transferencias económicas para que los niños y jóvenes vayan a Estados Unidos; de ahí que se haya dado el fenómeno de los menores no acompañados y acompañados.

Con la pandemia de COVID-19, con la pérdida de expectativas sobre el mejoramiento económico en sus países la gente está decidiendo irse o juntar a sus familias en Estados Unidos, y las transferencias económicas que envían “terminan en manos de los polleros”, cuyos servicios han incrementado exponencialmente, así como sus tarifas, refirió el investigador de El Colef.

De modo que, en su paso por México, los migrantes dejan transacciones económicas y la recepción de dinero del exterior, que si bien, pasa por el sistema bancario mexicano, “no viene a fortalecer el gasto de los mexicanos”; es decir, “no es la imagen del migrante enviando dinero a sus familias” como ha presumido el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

“El reporte de los datos de Estados Unidos revela lo que realmente ocurre, que las remesas tienen un comportamiento estable en el tiempo. No tienen por qué, a menos que haya una hecatombe o una salida masiva de mexicanos, no tiene por qué haber un cambio espectacular en un sentido de dinero, porque aparte sabemos que el envejecimiento de migrantes en los países de acogida impacta en los envíos de dinero”, indicó Eliseo Díaz González.

Conforme pasan más tiempo en Estados Unidos, los migrantes tienen familia, pagan estudios y sostienen un hogar, lo que hace que dejen de mandar dinero a los países de origen.

“En términos de contabilidad y balanza de pagos, las remesas sí son un abono que recibe México, así como la Inversión Extranjera Directa, pero el efecto es mucho menor que un capital que viene a invertirse”, agregó el profesor, quien previó que, con la reanudación del programa Protocolos de Protección al Migrante (PMM), aumentarán las transferencias económicas hacia México.

 

INSUFICIENTE CREACIÓN DE EMPLEO EN MÉXICO

En noviembre pasado se crearon 165 mil 463 fuentes formales de empleo en México, y en el acumulado enero-noviembre, un millón 159 mil 318.

Con ello, el número de trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social sumó 20 millones 933 mil 050 puestos de trabajo. Aunque dicha cantidad es superior a la reportada previo a la pandemia, en febrero de 2019 (20 millones 299 mil 993), es insuficiente para atender a los jóvenes que se incorporaron al mercado laboral en 2020 y 2021, consideró el ex presidente del Colegio de Economistas de Mexicali, Enrique Rovirosa Miramontes.

Por otro lado, el especialista observó que “si bien es cierto, hay cifras muy prometedoras en cuanto a la creación de empleo formal en 2021”, tiene reservas en cuanto al impacto que tuvo la eliminación del outsourcing en las estadísticas.

Este factor hay que considerarlo, porque seguramente en el outsourcing había condiciones que estaban disimulando las cifras de empleo real y que, con esta modificación a la Ley, se ha obligado a muchas empresas a regularizarse. “Entonces, el proceso de regularización se ha reflejado en las cifras de empleo que traemos para 2021”, “observó”.

Foto: Cristian Torres.- Enrique Rovirosa, Economista / Foto: Jorge Dueñes.- Roberto Fuentes Investigador UABC / Eliseo Diaz Gonzalez

En opinión de Roberto Fuentes Contreras, profesor de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), la recuperación de empleo “ha sido buena” y en 2022 seguirá una tendencia positiva. Consideró una “buena señal” el incremento del 22% al salario mínimo -por encima de la inflación-, ya que los trabajadores con los ingresos más bajos podrían tener una recuperación en su poder adquisitivo.

En ese sentido, destacó que en los últimos meses se ha registrado una desaceleración del Índice de Consumo Privado ante una inflación elevada.

 

POBLACIÓN LATINA PARTICIPA EN MERCADO LABORAL DINÁMICO

Para Roberto Fuentes Contreras, el incremento de las remesas de los connacionales que viven en Estados Unidos tiene qué ver más con el dinamismo que estos tienen en el mercado laboral del país vecino.

En abril de 2020, la tasa de desocupación de trabajadores latinos -incluidos los mexicanos- era de 18.9% en Estados Unidos, “la más alta registrada en la historia para este periodo”. Sin embargo, eso sólo se reportó durante ese mes, porque conforme el tiempo pasó, la tasa fue disminuyendo. En mayo de 2020 era de 17.6% y en septiembre de 10.3%, refirió.

“El último dato disponible a noviembre de 2021 indica que la tasa de desocupación es de 5.5%”, aunque sigue estando por encima de la registrada en noviembre de 2019, que fue de 4.3%, muestra un mercado laboral muy dinámico de la población latina.

Este comportamiento observado durante la pandemia de COVID-19 es “muy diferente” al registrado durante la crisis de 2008-2009, que es uno de los pocos periodos de la serie histórica de remesas donde se observa una caída en la cantidad de envíos a México, pese a que la tasa de desocupación no se incrementó en niveles tan altos como lo hizo con la pandemia de COVID-19.

Lo que ocurrió, es que el incremento de la desocupación en 2008 tuvo una tendencia muy larga, de tres años, llegando en 2012 a estar hasta el 13%, lo que provocó un impacto negativo en las remesas a diferencia de lo ocurrido durante la pandemia de COVID-19, donde la tasa de desocupación alcanzó niveles históricos, pero disminuyó en un periodo mucho más corto.

Adicionalmente, los registros del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) indican que en 2020 se otorgaron 65 mil 716 visas H-2B para trabajadores no agrícolas, con las que se puede laborar en oficios como carpintería, albañilería, electricistas y soldadores, así como en el sector hotelero, cuyos salarios por hora oscilan entre los 14.27 y 18.52 dólares.

Del total de visas, 46 mil 201 fueron solicitadas por trabajadores mexicanos, 5 mil 504 por jamaiquinos y mil 682 guatemaltecos.

En febrero de 2021, el gobierno estadounidense anunció que se otorgarían 22 mil visas H-2B adicionales al límite determinado por el Congreso, de 66 mil visas por año fiscal. De estas, 16 mil serían para trabajadores que ya se encuentran en EU y las 6 mil restantes para personas originarias de Guatemala, Honduras y El Salvador.

En entrevista, el catedrático Fuentes Contreras refirió que el monto promedio de las remesas incrementó alrededor del 10%, al pasar de 332 dólares en 2020, a 371 dólares en 2021.

“Este incremento en términos de promedio es menor al incremento total, lo que significa que más hogares migrantes están haciendo más transferencias. No tenemos información si esa mayor cantidad de transferencias está llegando a diferentes hogares, o si es el mismo hogar que recibía remesas ahora recibe más veces”, argumentó.

Pero sí se sabe que el hogar que recibe en promedio 370 dólares, tiene un ingreso que no le permite pertenecer a la clase media, “la remesa cubre sus necesidades básicas, tal vez complementada con la labor que se pueda hacer aquí en el país o alguna transferencia del gobierno, y entonces le da una mayor estabilidad económica a ese hogar, pero no estamos hablando de que esas transferencias puedan pensarse como fortalecimiento de la clase media”, afirmó el especialista.

En tanto, para Enrique Rovirosa, el aumento de las remesas se debe a los fondos que las autoridades estadounidenses inyectaron a la economía, pues permitió que, pese a encontrarse en una situación de vulnerabilidad, los migrantes mexicanos tuvieran más dinero disponible para apoyar a sus familias. Muchas de las cuales perdieron el empleo o vieron disminuidos sus ingresos en México, a consecuencia de la pandemia de COVID-19.

Adicionalmente, dijo, la reactivación económica de EU ha abierto mayores posibilidades de empleo para quienes están allá de manera legal e ilegal, con lo cual pueden seguir enviando dinero.

“Las remesas se convirtieron en el principal factor de ingreso de divisas en el país, y una de las razones que explican por qué el consumo no se vio tan deteriorado como algunos esperábamos que ocurriera a lo largo de 2020 y parte de 2021”, señaló el académico de la Universidad del Valle de México.

Estadísticas del Banxico indican que en los primeros nueve meses de 2021, los estados que captaron más ingresos por remesas fueron: Jalisco (3 mil 826 millones de dólares, mdd), Michoacán (3 mil 610.9 mdd), Guanajuato (3 mil 099.9 mdd), México (2 mil 260.1 mdd) y Ciudad de México (2 mil 113.4 mdd)

En este listado, Baja California se ubicó en el lugar 14, con mil 33 millones de dólares. En términos anuales, las remesas que llegaron a la entidad tuvieron un incremento anual del 11% al cierre de septiembre de 2021.

Autor(a)

Julieta Aragón
Julieta Aragón
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco. Cursé la maestría de Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y sigo en proceso de tesis. Soy reportera de ZETA desde 2017.
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