Tormentoso como un dolor de muelas, el dramedy negro “Amalgama”, de Carlos Cuarón, equilibra el Sol, hormonas, sudor, secretos oscuros, brotes de crisis colectiva de cuatro dentistas encerrados en una minúscula isla del Caribe y la confrontación con sus miedos. Con un arco de conversión y conflictos de mediana edad (emocional y biológica), Tony Dalton, Miguel Rodarte, Manolo Cardona y Stephanie Cayo, avivan la disparatada y claustrofóbica trama coloreada de celos, envidia y excesos
Balanceando situaciones opuestas, priorizando los personajes por encima de la trama, enfatizando planos secuencia explosivamente teatrales y acentuando al Caribe y la música, el nominado al Oscar, al BAFTA y ganador del León de Plata de Venecia por el guión de “Y tu mamá también”, Carlos Cuarón, estrenará en salas nacionales “Amalgama” el próximo 9 de diciembre.
Estelarizada por Miguel Rodarte (“Perfectos desconocidos”, “Salvando al Soldado Pérez”), Tony Dalton (“Better Call Saul”, “Las hijas de Abril”), Manolo Cardona (¿Quién mató a Sara?) y Stephanie Cayo (“Club de Cuervos”), la cinta avalada por el Premio al Mejor Guión en el Festival de Cinema Ibero Latinoamericano de Trieste, aborda el dolor desde el filo del humor, exhibiendo a un cuarteto de odontólogos (tres hombres y una mujer a la cual desean) en un congreso en la Riviera Maya que decide escapar a una isla en medio de la amplitud del océano, y en el paradisíaco encierro, confrontan sus más oscuros secretos personales.
“‘Amalgama’ nació con la idea de hacer una película en una isla, con cuatro personajes encerrados durante un fin de semana. Tenía claro abordar el dolor, para bien o para mal, los dentistas tienen esas connotaciones, por lo que era propicio explorar el tema a través de odontólogos y humanizarlos, porque generalmente son retratados como torturadores”, señaló a ZETA Carlos Cuarón, director de “Rudo y Cursi” y “Besos de azúcar”, quien escribió el guion de la sensual comedia junto a Luis Usabiaga.
“Tenemos una relación cotidiana con el dolor y nos acostumbramos a él, nos motiva, al final es un balance del dolor y comedia. No me gusta repetirme, he hecho historias de rivalidad, pero ahora exploré conflictos de mediana edad, y tiene mucho que ver con que en realidad tenemos una edad biológica y una edad emocional. Crecemos, pero algunos se quedan en los 15, 18 o 21 años. Por otro lado, mi cine es impulsado por la construcción de personajes que generalmente son más importates que la trama misma”, expuso sobre el eje dramático.
Filmada en Tulum y Las Terrenas, al Norte de República Dominicana, “Amalgama” se conformó con diálogos coloquiales y creatividad actoral.
“Trabajar con profesionales imaginativos y proactivos, permitió otra sintaxis natural y un círculo virtuoso. Literalmente son pocas conversaciones que se mantienen, incluso hubo improvisación y planos largos que nos exigieron ser impecables”, afirmó Cuarón.
Por su parte, Miguel Rodarte, quien interpreta al doctor Hugo Vera, un odontólogo dedicado a la investigación de nuevas técnicas, planteó vía Zoom su experiencia en el rodaje:
“Vera arrastra una relación codependiente con su madre, parte de esa profundidad, pluridimensionalidad y complejidad del personaje que termina en un brote catártico que incluso se lleva de tarea a casa. El reclutamiento en Tulum, en una casa en la paradisiaca Reserva de Sian Ka’an, la convivencia de esos personajes y la posibilidad de llevarlos a sus últimas consecuencias, resultó en la experiencia más enriquecedora, de compromiso y precisión interpretativa”.
Mientras que Manolo Cardona (José María) se pronunció respecto al mensaje de la película: “Interpreto a un odontólogo extrovertido sumergido en una relación tóxica, pero que se encuentra consigo mismo y de ello habla el filme, de confrontar nuestras verdades personales y profesionales, y ser honestos”, a lo que Tony Dalton (Saúl Bravo) sumó:
“Soy el dentista fifi que tiene una especial fijación en ‘Elena’, personaje de Stephanie Cayo, y me los llevo a una isla donde cada uno saca su esencia, y como pelar una cebolla, encontramos sus capas que detonan dilemas”.
La actriz secundó: “Cada uno trata de solucionar algo de sus vidas. Mi personaje trata de salirse de una relación que no es saludable y de reencontrarse. Es un viaje de confrontación explosivo, un proceso íntimo en el que nosotros mismos nos confrontamos con la vida real al regresar a casa”.
En la parte sonora, además de la música incidental compuesta por Felipe Pérez Santiago -inspirado en el minimalismo de Meredith Monk-, destacan la balada “Inland”, de Mateo Cuarón, plagada de amorosa dulzura en un vaivén marítimo de colores y melancolía desamorosa; y “Ritmo dentro”, de Rosaly Rubio, que combina salsa, rumba, reggaetón, energía y sensualidad.
