La muerte del actor y futbolista tabasqueño Octavio Augusto Pérez Ocaña, conocido por interpretar a “Benito Rivers” durante 16 años para la serie cómica “Vecinos”, continúa sin esclarecerse, dadas las extrañas circunstancias en que su vida terminó el viernes 29 de octubre por un impacto de bala en la cabeza, y en medio de un proceso de investigación con presuntas irregularidades y versiones encontradas que alertaron a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México a investigar el posible uso indebido de la fuerza pública.
De acuerdo con el dictamen de la fiscalía mexiquense, Pérez Ocaña era acompañado por Jonathan y David “N” mientras huía de una persecución policial, perdiendo el control de su camioneta Grand Cherokee (placas PWJ-213D del Estado de Morelos) en la autopista Chamapa-Lechería en Atizapán de Zaragoza.
A consecuencia del percance, presumiblemente accionó el arma de fuego calibre .038 que portaba en su mano derecha (siendo zurdo), bala que ingresó por el pómulo del actor y atravesó su cráneo.
Diversas versiones empañan la investigación y la opinión pública sigue inquieta ante el fallecimiento del actor, quien a los 4 años de edad inició su carrera en la pantalla chica con Xavier López “Chabelo”, para de 2005 a 2017 sumar once temporadas interpretando a “Benito Rivers” junto a Lalo España en “Vecinos” (Televisa); además de participar en la serie “Hermanos y detectives” y al lado de Eiza González en la telenovela “Lola: Érase una vez” como Otto Von Ferdinand, por el que recibió el Premio TVyNovelas a Mejor Actuación Infantil.
A su trayectoria sumó los melodramas “Te doy la vida” (2020) y “La mexicana y el güero” (2021), así como los filmes “Amor letra por letra” y “El fantástico mundo de Juan Orol”.
Extrañas circunstancias fulminaron los proyectos personales y profesionales del popular Benito, hijo único de “Frankie Rivers” (César Bono) y Lorena Ruiz (Ana Bertha Espín) de la serie que grabaría su decimotercera temporada, entre ellos, casarse con su novia Nerea Godínez en 2022 y la filmación de la película “El gato chido” con Omar Chaparro y Ana Claudia Talancón; su gira de stand up, estudios universitarios en Mecánica Automotriz y su carrera en el futbol profesional con Deportivo Gladiadores (Segunda División). “Interpretar es un hobby, pero en realidad el futbol es mi pasión, lo que me hace feliz”, llegó a subrayar Ocaña.
Serias inconsistencias en la investigación, protocolos mal ejecutados de la Policía videograbada revisando y maniobrando sin acordonar el área, rápidos dictámenes de la fiscalía, declaraciones encontradas de su padre, Octavio Pérez, y testimonios que circulan en redes sociales, siembran más dudas en el caso. Por un lado, se especuló que el actor fue víctima de delincuentes que lo obligaron a conducir mientras la patrulla los perseguía, pero el progenitor aclaró que los acompañantes armados lo cuidaban de la inseguridad; después denunció que la supuesta arma fue sembrada y, a los días, que su hijo la portaba debido a la inseguridad del país y sabía usarla; aunado a que la camioneta del actor tenía disparos de la Policía Municipal incrustados, que la bala con la que murió era calibre 9 milímetros (y no de .038) y que entró desde fuera del vehículo.
Pérez denunció que a su hijo lo dejaron morir por el arribo tardío de la ambulancia, incluso que los oficiales robaron el reloj y brazalete de oro que portaba el actor, y que sus amigos detenidos fueron torturados para firmar la versión que favorece a la fiscalía, en la que se señala que el oriundo de Villahermosa se disparó, y la negación de los acompañantes de intercambio de balazos, que llevaban dos días ingiriendo bebidas alcohólicas y mientras conducía, el histrión sacó la pistola de la guantera, mientras autoridades de Cuautitlán Izcalli prefieren que, aunque fue encontrado con vida, perdió la vida por la gravedad de la herida en el hospital.
La noticia del deceso de Octavio Ocaña sigue conmocionando al mundo del entretenimiento. Su cuerpo fue sepultado en su ciudad natal, al tiempo que se exige el esclarecimiento de su muerte y que se haga justicia.