La más reciente ola de violencia generada en la Capital del Estado durante la primera semana de gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda, es así de simple: la unión entre “Los Garibay” y “Los Chapitos” reaviva la pugna contra la agrupación “Los Rusos”. El asesinato de Jesús Eduardo Garibay Salazar junto con dos acompañantes y tres narcomantas exhibidas entre la noche del martes 2 y la madrugada del miércoles 3 de noviembre, coinciden en que los hermanos Guzmán pretenden arreciar su influencia homicida en la región, siendo Mexicali la única zona donde no han podido instalarse
El ascenso de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda no pudo arrancar de una peor manera en materia de inseguridad.
La Capital del Estado, de donde ella emana y de la que presumió mantener las cifras de homicidios por debajo de la situación del resto de los municipios, mostró un repunte importante y, sólo en los primeros tres días de su mandato, se registraron diez asesinatos, los cuales se suman a los casi 230 contabilizados durante 2021, según cifras oficiales de la Fiscalía General del Estado (FGE).
La noche del domingo 31 de octubre, mientras la gobernadora festejaba en las instalaciones del Cine Curto, en el Centro Histórico, la zona rural de Mexicali se tiñó de rojo por la violencia desmedida en la que fueron asesinadas seis personas, dos de ellas calcinadas, otro baleado mientras reclamaba una motocicleta y tres más víctimas de un enfrentamiento armado; uno de ellos fue identificado como Jesús Eduardo Garibay Salazar, hijo del propietario de una gasolinera y familiar directo de Manuel Garibay Espinoza, líder de la diezmada célula delictiva con histórica presencia en el valle que se identifica por medio de su apellido.
Los días subsecuentes se registró otro ataque armado en el Ejido Irapuato y dos decesos más totalmente ajenos a la delincuencia organizada en Palaco -una mujer embarazada que asesinó en defensa propia a un ladrón- y en la colonia El Pápago.
El remate llegaría la mañana del miércoles, cuando se descubrieron dos mantas amenazantes en diversos puentes de la ciudad, colocadas -presuntamente- por lugartenientes de “Los Chapitos”, mote que se otorga a Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, hijos del narcotraficante Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera y dirigido a un individuo de apodo “El Ruso”, haciendo referencia a Jesús Alexander Sánchez Félix, lugarteniente apoderado del control de trasiego de drogas y ejecuciones en la región, anteriormente identificado como operador de Ismael “El Mayo” Zambada.
Horas antes también fue localizada otra manta a escasos metros del cuartel militar de San Luis Río Colorado, firmado por “La Chapiza” y, además de señalar a mandos policíacos, desconocía a la agrupación delictiva identificada como “Los Salazar”, con la que solían sostener una alianza en busca de controlar la plaza.
Autoridades no han confirmado la veracidad de ambas mantas, pero detectan coincidencias en las firmas. Una de ellas, quizá la más importante, es la de “Felipón” Olea, líder criminal que operaba principalmente en la zona de Tecate y La Rumorosa, y que lleva por nombre Felipe Olea Sepúlveda, ligado históricamente con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero que en las mantas se indicó que recibía órdenes de gente de “Jesús María”, haciendo referencia al poblado de Culiacán, Sinaloa que lleva ese nombre, de donde son precisamente los hermanos Guzmán Salazar.
EL ATAQUE A “LOS GARIBAY”
La noche del 31 de octubre, fecha en que Marina del Pilar Ávila Olmeda asumió la gubernatura del Estado, todo fue felicidad y festejo. Primero, en el Centro Estatal de las Artes durante el acto protocolario y luego en el conocido Cine Curto de Mexicali, el proyecto más ambicioso del marinismo durante su gestión como alcaldesa.
El grupo cercano de la gobernadora comía y bebía con tranquilidad, avizorando seis años de mandato con todo lo que conlleva.
Mientras tanto, a 71.5 kilómetros al Oriente de donde se llevaba a cabo la fiesta, en la parte Norte de las dunas de “Cuervos” -nombre con el que se le conoce a la comunidad de Ciudad Morelos-, Jesús Eduardo Garibay Salazar, de 26 años, conocido como “El Pechocho”; Jetzy Yaret Aranda Rivera, de 21 y Eduardo Lozano Arce, de 30, viajaban a bordo de un vehículo todo terreno, muy cerca de la limítrofe entre el Valle de Mexicali y Sonora.
De forma repentina, tres vehículos tipo pick-up, uno de estos de color rojo de doble tracción, sorprendieron a los tripulantes y sin mediar mayor palabra abrieron fuego a discreción, sin que las víctimas pudieran responder.
Eduardo quedó tendido bocabajo afuera de la unidad, mientras que Jesús Garibay y Jetzy, recargaron sus cuerpos en los asientos del copiloto y trasero, respectivamente; nada pudieron hacer para evitar la metralla, salvo girar sus cuerpos sobre su propio eje como un acto reflejo ante una situación de peligro.
Las tres unidades desde donde dispararon los criminales se retiraron a gran velocidad con rumbo a Sonora, dejando los tres cuerpos y alrededor de 40 casquillos de un arma calibre .223 tirados en la escena.
Cuando las autoridades revisaron sus pertenencias, descubrieron dos rifles de asalto R-15 y dos armas .9 milímetros. Un investigador comentó a ZETA que se extrañó al ver que -pese a que se encontraban paseando en una zona dunosa con arena suspendida- las armas estaban totalmente limpias, como si estuvieran guardadas.
Inmediatamente después comenzó a circular un audio entre grupos policiales donde un individuo afirmaba lo siguiente: “Mataron al Pechocho porque dijo Chuy (Jesús Garibay, hermano de Manuel) que va a rafaguear a todo el que se encuentren, les digo a todos ahí porque me dijo el Tiritos que lo acaban de matar, y dijo que carro que encuentren, lo va a rafaguear, le vale verga todo”, refiere el material en poder de ZETA.
A esa misma hora se reportó otro incidente en el que se localizaron dos cuerpos semienterrados y con huellas de calcinación en un poblado cercano del Aeropuerto de Mexicali, es decir, muy cerca de donde ocurrió el primer incidente.
Curiosamente, Morayma Medellín, ex delegada de Los Algodones durante la administración municipal de la hoy gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, subió una foto a sus redes sociales acompañada y abrazada de Jesús Eduardo Garibay Salazar, a quien afirmó conocer desde niño, por lo que envió una pronta resignación a sus padres.
El historial criminal de Luis Alfredo Garibay Félix “El Wicho” data de 2012, cuando elementos de la entonces Policía Estatal Preventiva (PEP) lo detuvieron en Tijuana, acompañado de su escolta Jorge Luis Mora López “El Chinto”, asesinado el 14 de octubre de 2020 durante un ataque armado en el Ejido Saltillo.
Garibay Félix fue detenido en posesión de un arma calibre .9 milímetros, pero fue liberado al poco tiempo; su nombre figuró como responsable de varios crímenes en el Valle de Mexicali, incluyendo el robo de varias armas durante un asalto cometido contra una estación de policía en 2011.
Su estela delictiva fue dejando huella durante varios años, hasta que en 2020 comenzó una pelea con Felipe Eduardo Barajas Lozano “El Omega”, uno de los principales operadores de “El Ruso”.
Debido a que Manuel Garibay Espinoza, patriarca de la agrupación delictiva, no intervino en este conflicto, su sobrino secuestró a uno de sus hijos como una medida desesperada para que lo respaldara de alguna forma.
“El Wicho” se alió -junto con otros integrantes de su célula- con “Los Salazar” y “Los Chapitos”, en busca de pelear la plaza del Valle de Mexicali y San Luis Río Colorado, lo que generó varios ataques armados en marzo, perpetrados por convoyes. Sin embargo, fueron replegados y concentraron la pelea en San Luis Río Colorado, Sonora.
Respecto a Jesús Eduardo Garibay Salazar, la FGE no cuenta con ningún reporte o historial delictivo. De hecho, el joven de 26 años de edad es residente de Los Algodones y, según su perfil de Facebook, fue estudiante de CETYS Universidad, aunque no registró cédula profesional en el portal de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Garibay Salazar era hijo de Jesús Garibay Espinoza, quien cuenta con gasolineras en el Valle de Mexicali y es hermano de Manuel Garibay Espinoza “El Meño”, líder de la agrupación delictiva, el cual permaneció preso durante varios años por delincuencia organizada y por el homicidio de un agente de la Policía Ministerial del Estado, pero fue absuelto en 2014.
Manuel Garibay no había intervenido durante la “guerra” entre “Los Salazar” y “Los Chapitos” contra “El Ruso”, o al menos, autoridades investigadoras no tenían registrada su intervención en la pelea, pero tras el asesinato de su sobrino, no se descarta que mantenga una operación más activa en la plaza.
La zona de las dunas de Cuervos y todo el Norte del Valle de Mexicali ha sido históricamente un punto utilizado por traficantes de drogas y personas, como un punto estratégico en torno al trasiego a Estados Unidos, por lo que se vuelve un sitio de alto flujo de células criminales que buscan controlar el último tramo de conexión entre ambos países.
José Luis Álvarez Flores, subdirector de la Policía Municipal, comentó en entrevista para ZETA que a raíz de estos incidentes han endurecido las acciones preventivas en puntos muy definidos como focos de calor, como Los Algodones, Hechicera, Ciudad Morelos y Luis B. Sánchez, adyacentes o muy cercanos a Estados Unidos y San Luis Río Colorado, en el Valle de Mexicali.
Otro ataque armado se registró en el Ejido Irapuato dos días después, donde criminales arribaron a una llantera y terminaron con la vida de Arturo Martínez Mascareño y José Zavala. Dicho negocio se ubica al Norte del Valle y cerca de Hechicera.
“LOS RUSOS”, PRINCIPALES SOSPECHOSOS DEL ATAQUE
Debido al conflicto generado por el control de la plaza, se presume que el principal responsable del ataque es la célula de “Los Rusos”, concretamente un grupo dirigido por Diego Rentería Caro, mejor conocido como “La Wina”, identificado desde hace años por integrantes de las mesas para la Construcción de la Paz, pero que había mudado sus operaciones a otra entidad.
El subdirector de la Policía Municipal reconoció que cuentan con información suficiente para establecer una pugna e identificó a los generadores de violencia como “Los Chapitos”, “Los Garibay” y “Los Rusos”, agrupaciones que representan la delincuencia organizada.
“Los Rusos”, dirigidos por Jesús Alexander Sánchez Félix, cuentan con el control mayoritario del Valle de Mexicali y han avanzado sus operaciones a diversos puntos de la ciudad, donde han cobrado cuota a narcomenudistas y traficantes de drogas y personas con menor nivel jerárquico, además de controlar el trasiego y venta al menudeo de drogas.
Desde 2020 se identificó una pugna abierta entre “Los Salazar” y “Los Garibay” contra “El Ruso”, los primeros con respaldo de “Los Chapitos”, pero recientes informes sugieren que hubo una ruptura entre la agrupación delictiva de Sonora y los “Menores”, como se les reconoce también a los hijos de “El Chapo” Guzmán.
Personajes como “El Wicho” Garibay han apoyado a sicarios de “Los Chapitos” y “Los Salazar” para ingresar a Mexicali por las brechas ubicadas al Sur de la zona rural y pelear la plaza, puesto que su última zona de operaciones radica en el Golfo de Santa Clara.
LAS MANTAS DE FELIPE OLEA SALAZAR
Felipe Olea Salazar, conocido como “Felipón”, es un conocido criminal de antaño cuyas operaciones se han centrado en Tecate y La Rumorosa.
La madrugada del martes 3 de noviembre fueron localizadas dos narcomantas en los puentes de Lázaro Cárdenas, a la altura de la colonia Zacatecas; y el puente ubicado sobre Calzada Independencia, a la altura de la intersección con Adolfo López Mateos, en los alrededores del Centro Cívico de Mexicali.
“AQUI MANDA FELIPON A LA ORDEN DE LA GENTE DE JESUS MARIA TRAIGO LA ORDEN DE LIMPIAR MEXICALI Y SAN LUIS, ASI QUE TODA LA GENTE QUE ESTE CON EL RUSSO SE ALINEA O SE MUEREN PUTOS.
ATTE: FELIPON OLEA”, se leía en una de las mantas.
La otra apareció detrás de la Guarnición Militar, a la altura de Calzada Monterrey en la colonia Aviación, en San Luis Río Colorado, pero esta fue firmada directamente por “La Chapiza”:
“PARA EL PINCHE GOBIERNO CORRUPTO SIGAN HACIÉNDOSE LOS VALIENTES Y MAS TU CAMARGO CON TU GRUPO OPERATIVO QUE TRAS HACIENDO EL PARO A LOS SALAZAR LA GENTE NO LOS QUIERE PORQUE APARTE DE QUE LOS AYUDAS AGARRAS GENTE LOS TORTURAS Y SE LOS DAS PARA QUE LOS DESAPAREZCAN YA ESTA CANSADO PUEBLO DE TANTA INJUSTICIA PEÑUÑURI DEL GRUPO DE INVESTIGACIONEXON SUPERVISOR EN LUIS B SANCHEZ Y LUNA SUPERVISOR DELTA 1 AGUANTEN LA VERGA PORQUE ASI COMO CAYERON VARIAS PERSONAS INOCENTES POR CULPA DE USTEDES MAS CABEZAS DE USTEDES VAN A RODAR… Y AL COMANDANTE EDGARDO GOMEZ HERRERA TAMBIEN SIGA APOYANDO A LOS SALAZAR VAMOS A ARREMANGAR PAREJO EN DEFENSA DEL PUEBLO DE SLRC. Y AL QUE QUIERA HACER SU CAGADERO EN SAN LUIS SEA QUIEN SEA SE LO VA A CARGAR LA VERGA ATTE. LA CHAPIZA”.
Aunque versiones de autoridades de Sonora refieren que pudiera tratarse de un grupo de policías que intenta causar conflictos en los mandos policiales, la manta fue colocada con una diferencia de horas en Mexicali y San Luis Río Colorado.
El jefe policíaco de Mexicali refirió que ambas lonas fueron tomadas con seriedad, puesto que refieren cuestiones específicas de la violencia que se genera principalmente en la zona rural.
En los últimos años, “Felipón” ha sido ligado al Cártel Jalisco Nueva Generación, para quienes ha trabajado en La Rumorosa y Tecate, por lo que sorprendió que dicho mensaje fuera atribuido a la “gente de Jesús María” (“Chapitos”).
Aunque los grupos de Inteligencia no lo detectan como un personaje con poder e influencia en la Capital del Estado, en agosto de este año fue asesinado José Plácido García Martínez, ampliamente conocido en La Rumorosa como “El Chepe”, el cual opera para “Felipón”.
Su muerte fue a manos de un grupo de sicarios que lo sorprendieron mientras viajaba a bordo de un modesto vehículo por la colonia Progreso de Mexicali, por lo que autoridades analizan la relación entre este ataque armado y la amenaza de Olea a “Los Rusos”.
Felipe tiene además un hermano detenido y otro de nombre Rosario, quien fue delegado de La Rumorosa.
A raíz de estos incidentes, la Policía Municipal, junto con la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación, Ejército y Guardia Nacional, arreciaron la búsqueda de objetivos criminales generadores de violencia en la zona rural de Mexicali, enfocándose en la presencia en los focos de calor. El martes y miércoles se llevaron a cabo operativos intensos, aunque sin resultados.
La alcaldesa de Mexicali, Norma Bustamante Martínez, aseveró que cuando recibió la administración tenía sólo 15 patrullas para cuidar todo el Valle de Mexicali, cuando se requieren al menos 70, por lo que están gestionando y haciendo ajustes en busca de incrementar la operatividad en dicha zona.