El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo, este martes 12 de octubre, las expectativas de crecimiento económico para México, al estimar que el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano crecerá 6.2 por ciento, por debajo del 6.3 por ciento previsto en julio pasado, mientras que para el 2022, las proyecciones pasaron de 4.2 a 4 por ciento.
El organismo internacional estableció en 8.3 por ciento la caída del PIB de México en 2020, cifra similar a la reportada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en enero pasado, institución que estimó, de manera preliminar, que el Producto Interno Bruto había caído 8.3 por ciento, cifra que para febrero ajustó a 8.2 por ciento.
Por otra parte, según el documento ‘Perspectivas de la Economía Mundial’ (WEO, en sus siglas en inglés), el organismo internacional elevó las previsiones de crecimiento económico de América Latina en 2021 al 6.3 por ciento, medio punto por encima de su pronóstico de julio, gracias principalmente al buen desarrollo del sector exportador de materias primas. En 2020, la economía latinoamericana se hundió un 7 por ciento.
Según el FMI, la reducción en las proyecciones de México se dan en un contexto en el que el Fondo también disminuyó las previsiones para la economía global, al disminuir el estimado de crecimiento del PIB de 6 a 5.9 por ciento en 2021, mientras que para 2022, las proyecciones se mantuvieron en 4.9 por ciento.
El FMI refirió que la revisión a la baja para 2021 en la economía mundial refleja una disminución para las economías avanzadas, en parte debido a interrupciones en las cadenas de suministro; y para los países en desarrollo de bajos ingresos, en gran parte, por el empeoramiento de la dinámica de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19).
No obstante, el Fondo indicó que esto se ve parcialmente compensado por perspectivas más sólidas a corto plazo entre algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo exportadoras de productos básicos. Más allá de 2022, el organismo internacional proyecta que el crecimiento global estará alrededor del 3.3 por ciento a mediano plazo, en gran medida por un importante apoyo mediante políticas adicionales en Estados Unidos.
Sin embargo, el FMI anticipa pérdidas de producción persistentes para el grupo de economías de mercados emergentes y en desarrollo, debido a la lentitud de la vacunación anti COVID-19 y menos apoyo de políticas, en comparación con las economías avanzadas.
Asimismo, el Fondo señaló que el acceso a las vacunas anti COVID-19 y el apoyo temprano de las políticas son los principales impulsores de las brechas, ya que la rápida propagación de la cepa Delta y la amenaza de nuevas variantes han aumentado la incertidumbre respecto a la rapidez con la que se puede superar la pandemia.
El FMI abundó que las decisiones de política se han vuelto más difíciles, enfrentando desafíos multidimensionales, como crecimiento moderado del empleo, aumento de la inflación, inseguridad alimentaria, el retroceso de la acumulación de capital humano y el cambio climático, con un margen de maniobra limitado.
Respecto a la inflación, el Fondo apuntó que las tasas han aumentado rápidamente en Estados Unidos y en algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo; en la mayoría de los casos, el aumento de la misma refleja desajustes entre la oferta y la demanda relacionados con la pandemia y precios más altos de las materias primas en comparación con su base baja de hace un año.
El FMI expuso que se espera que las presiones sobre los precios disminuyan en 2022, pero que en algunas economías de mercados emergentes y en desarrollo, se prevé que las presiones sobre los precios persistan, debido a los elevados precios de los alimentos, los efectos rezagados de los mayores precios del petróleo y la depreciación del tipo de cambio, que eleva los precios de los bienes importados.
Por otra parte, el FMI previó que Brasil bajará una décima respecto a su pronóstico de hace tres meses, hasta el 5.2 por ciento. Mientras que Argentina crecerá un 7.5 por ciento en 2021, comparado con el 6.4 por ciento reflejado en julio.
Además, Chile será el país latinoamericano que crecerá a un mayor ritmo, con un 11 por ciento pronosticado para el 2021, en comparación al 6.2 por ciento que proyectó el Fondo el pasado mes de abril. En su informe, el FMI destacó al país sudamericano como uno con los mejores niveles de producción y reservas de cobre y litio.
Otros países de la región, como Colombia y Perú también avanzarán en 2021, en un 7.6 y un 10 por ciento, respectivamente, mientras que Centroamérica crecerá en su conjunto un 7.7 por ciento. Además, las economías caribeñas registrarán este año un 3.6 por ciento de desarrollo, por encima del 2.4 por ciento calculado en la anterior actualización.
La publicación del informe del Fondo Monetario Internacional se enmarca dentro de la asamblea del FMI y el Banco Mundial (BM), que se celebrará esta semana en Washington, Estados Unidos, de manera virtual, a causa de la pandemia de la COVID-19.
-Con información de EFE.
