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martes, octubre 1, 2024
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Exigen justicia para Jonathan: juez deja libre a dos mujeres; FGE, dice que sí están implicadas en asesinato

El 12 de septiembre, Jonathan Palma Acosta fue asesinado en Lomas de Agua Caliente, Tijuana. De acuerdo al servicio médico forense, su cuerpo tenía 27 lesiones, la mayoría en la cabeza, además había sido estrangulado con una cadena. Tres personas estaban en la escena del crimen, dos mujeres y un hombre. Solo el masculino fue imputado, por homicidio simple; FGE impugna decisión del juez, y familiares de Jonathan claman justicia

La familia de Jonathan Antonio Palma Acosta, de 26 años, quien fue asesinado en la colonia Lomas de Agua Caliente, se encuentra devastada porque el juez de control dejó en libertad dos de las tres personas implicadas en su muerte, incluso la Fiscalía General del Estado (FGE) apeló la decisión.

Alrededor de las 8:05 a.m. del domingo 12 de septiembre del presente año, las autoridades recibieron el reporte que había un hombre ensangrentado, golpeado y con una cadena en el cuello.

La persona se localizaba en el interior de la vivienda marcada con el número 5412, de la privada Santo Tomas, de la colonia Lomas de Agua Caliente, en la delegación de La Mesa; al llegar, los primeros respondientes indicaron que la persona se encontraba sin vida.

La víctima fue identificada como Jonathan Antonio Palma Acosta, de 26 años, y personas que se encontraban dentro de la vivienda fueron presentadas ante las autoridades correspondientes, pero lo peor estaba por venir.

Marco Palma Acosta, hermano de Jonathan, quien vive en la Ciudad de México, al igual que su mamá, narró a ZETA que alrededor de las 6 a.m. (tiempo de la Ciudad de México) la madre recibió una llama telefónica de Gisela Aydee Cervantes Castro, novia de su hijo.

“Le dice que se peleó con mi hermano, que le había pegado en la nariz y que ya lo iba dejar, que ya no quería ser su novia. Entonces nosotros, así como ‘¿todo bien?’, y se escucha la voz de Raúl Omar, el hermano de Gisela, diciendo ‘ya vámonos’ y le cuelga a mi mamá”, dijo Marco Palma.

La familia de Jonathan pudo localizar el teléfono de un vecino, quien dijo que por la madrugada se escuchó que había una fiesta y luego una discusión. Fue entonces que le pidieron el favor de ir a inspeccionar a la casa y se encontró a Gisela con la ropa llena de sangre, quien no le permitió entrar a la casa.

No obstante, ante la insistencia de los familiares del joven, el vecino entró y fue él quien dio aviso a las autoridades.

“No lo querían dejar entrar, pero como mi mamá ya le había dado permiso, entra y sube al segundo piso, y en el cuarto de mi hermano lo ve tirado, golpeado, morado; lo ve con una cadena en el cuello, enrollada, y pues obviamente lo que hizo fue llamar al 911”, detalló el hermano de la víctima.

Fue por ese motivo que se presentaron como presuntos responsables a Raúl Omar Cervantes Castro, a su novia Edith Márquez Ñol, y a la novia del hoy occiso, Gisela Cervantes Castro.

Marco Palma Acosta, mencionó que los detenidos comenzaron a decir que su hermano intentó violar a Edith Márquez Ñol, sin embargo, las autoridades no confirmaron esa versión, solo que el joven de 26 años había sido brutalmente golpeado.

“Les dijimos -a la FGE- ‘pues a ver, chequen qué pasó, porque están diciendo que intentó violar, o violó a tal persona’, lo checaron y nada, nada, nada. Mi hermano fue brutal y salvajemente golpeado en la cabeza, la tenía golpeada, el cuerpo, la espalda, genitales, brazos; la cadena la usaban para asfixiarlo, para ahorcarlo”, finalizó Marco Palma Acosta.

Sin embargo, en la audiencia de vinculación a proceso, celebrada el 19 de septiembre con la causa penal 4743/2021, el juez de control José Guadalupe Sigala Andrade, solamente le impuso prisión preventiva a Raúl Omar Cervantes Castro.

En la audiencia los implicados declararon e indicaron que el único responsable del asesinato era el hoy imputado, pero a su vez se abstuvieron de responder preguntas del Ministerio Público.

Incluso el juez Sigala Andrade reclasificó el delito de homicidio calificado a homicidio simple intencional. Y la principal causa por la que el juzgador determinó que las mujeres no habían participado en el ataque violento, es porque un vecino declaró que había escuchado las voces de mujeres gritar “¡ya está morado, ya suéltalo!”.

El juez otorgó al Ministerio Público un plazo de cuatro meses para que finalice la investigación, tiempo en el que Raúl Omar Cervantes Castro permanecerá en prisión, mientras que Gisela Cervantes Castro y Edith Márquez Ñol, fueron puestas en libertad.

En una entrevista exclusiva con ZETA, Hiram Sánchez Zamora, Fiscal Central de la FGE, dijo estar inconforme con la resolución del juez y confirmó que las tres personas participaron en el asesinato.

“Definitivamente no es una determinación con la que la Fiscalía este conforme, [el juez de control] hizo una reclasificación sustentada básicamente en los dichos de los propios imputados, que resultaba carente de congruencia”.

“Incluso lo que señalaba una de las víctimas: decía que estaba en un alto estado de embriaguez, incluso que no se ubicaba, y para ciertas cuestiones que eran relevantes para su defensa sí se ubicaba en tiempo y lugar”, explicó Sánchez Zamora.

El funcionario estatal confirmó que Jonathan Antonio Palma Acosta murió porque fue golpeado en repetidas ocasiones y aunque lo intentaron asfixiar, la muerte fue a causa de los golpes que recibió en la cabeza.

“Ellos tuvieron una discusión, tienen una pelea en la planta baja -de la casa-, después continúa la pelea en la parte alta, participan todos. Recibió varias lesiones con la cadena que se encontró alrededor de su cuello y lo que le causó la muerte fueron los golpes; aun cuando hubo maniobras de estrangulamiento, la causa de la muerte fue por los golpes”, agregó el Fiscal Central.

Con respecto a la determinación del Juez de control, Sánchez Zamora dijo que coincidió con el Ministerio Público, no obstante, se dejó influenciar por la declaración de los detenidos.

“Entonces por todo ello se interpuso el recurso de apelación y esperemos que los magistrados tengan a bien revocar esa determinación y dictar lo que queremos, que se actualice, que es el delito de homicidio calificado”, aseveró el funcionario.

Con respecto a las mujeres, Hiram Sánchez Zamora señaló que conforme al desarrollo de los hechos, tuvieron que tener alguna participación en el asesinato de Jonathan Antonio Palma Acosta, pero la Fiscalía por el momento no las ha requerido.

De acuerdo a la familia de la víctima las mujeres huyeron y borraron todas sus cuentas en redes sociales.

Jonathan Antonio Palma Acosta ya tenía cinco años en Tijuana, estudió comercio internacional y aduanas; actualmente estaba preparándose para obtener su maestría en derecho fiscal. Era un joven que planeaba hacer su vida en Tijuana, junto con su novia Gisela.

Para este reportaje se buscó la versión del Poder de Justicia de Baja California (PJBC) sobre la resolución del juez de control José Guadalupe Sígala Andrade, pero no hubo repuesta.

Autor(a)

Gerardo Andrade
Gerardo Andrade
Gerardo Andrade Gerardo Andrade Gerardo Andrade 2230 luisgerardoandrade.13@gmail.com
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