Enamorado de las artes audiovisuales, el productor Fernando Rovzar (Lemon Studios) asegura que el panorama actual de la televisión mexicana se debe a Netflix y que el futuro inmediato del cine nacional será en plataformas de streaming, las cuales buscan historias auténticas y retratos de nuestra cultura. Apuesta por las leyendas, supersticiones y el terror de México, además de considerar la necesidad de descentralizar el cine en el país “regando” a los guionistas como polen e invirtiendo en cineastas emergentes
En el marco del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, el productor mexicano Fernando Rovzar compartió con ZETA sus puntos de vista respecto a la industria cinematográfica en México, el papel de las plataformas de streaming en el entretenimiento actual, su búsqueda como eje del negocio audiovisual y su compromiso con los contenidos y las nuevas generaciones de realizadores, previo al lanzamiento del filme “Matando Cabos 2” por Amazon Prime Video.
“Desafortunadamente la saga de nuestra primera película no llegará a cines, pero nos emociona también llegar a un acuerdo por ambas películas con Amazon. Por otro lado, estamos desarrollando la tercera temporada de la serie ‘Control Z’, pero seguimos apostando por el cine con nuestro sello Le Monster, exclusivo de terror. Haremos tres películas al año, buscando acostumbrar a las audiencias mexicanas, sobretodo cuando México es un país de terror en muchos sentidos, desde hace décadas está implícito en la literatura, las supersticiones, los fantasmas y leyendas. Desde que hicimos ‘Km 31’, supimos que tiene su lugar”, señaló Rovzar, quien junto a su hermano Billy, ha producido las cintas de terror “Juega conmigo”, “Animales humanos” y “Amarre”.
Sin contrato exclusivo, su empresa Lemon Studios produce contenidos de acuerdo con la búsqueda de cada plataforma: “Realizamos por lo menos cinco producciones al año y buscamos encontrarles casa en Amazon, HBO y Netflix. Llevamos drama, comedia o misterio. No somos de ninguna plataforma, nuestra lealtad es con el proyecto. De pronto Netflix busca comedias románticas, mientras Amazon se va por el drama y HBO busca acción, pero ninguna quiere ciencia ficción mexicana”.
Sobre el hecho de que las plataformas volteen a Latinoamérica no sólo buscando suscriptores, sino temáticas, dijo: “Esa apuesta no sería si Netflix no hubiera llegado tan agresivamente a México, son los pioneros en financiar proyectos. Sin duda, creo que le debemos muchísimo en cuanto a lo que hoy es el panorama de la televisión mexicana. El streaming busca contenidos locales, que identifiquen a México, por tanto, hicimos ‘Monarca’ en Jalisco, porque Netflix quería que retratáramos una familia que se dedique al tequila, por su pureza mexicana, y pensábamos que no querían, pero hoy nos damos cuenta que buscan historias que saquen de la zona de confort, de lo que conocemos. Que llevemos al espectador a otra cultura, y contemos la historia auténtica y honesta”.
Referente al futuro inmediato del cine, Fernando considera que en los próximos dos años, su lugar será en streaming, sin embargo, urge descentralizarlo.
“Sería increíble que los estados de la República Mexicana invitaran a los guionistas de la Ciudad de México para que estos conozcan otras culturas, tradiciones, escenarios, playas, sierras, desiertos, bosques, se empeden, lean y vivan otros entornos, para así dejar de retratar la Condesa; luego, hacer profesionalizar a los guionistas locales, apostar por esa cantera, porque es muy importante construir talentos en otras entidades”.
Y exhortó:
“Debemos tomar riesgos cinematográficos como en Corea del Sur, quienes encontraron sus voces al interior, es como si Iñárritu, Del Toro y Cuarón se hubieran quedado en México. Imagínate que cada dos años saliera una película de ellos, pero en México estamos muy acostumbrados a exportar nuestro talento. Aplaudo su triunfo, pero los coreanos hicieron que sus cineastas no aspiraran Hollywood, ni siquiera aprenden inglés, son orgullosos de Corea, respetan a sus antepasados y tienen respeto por el legado hacia las nuevas generaciones”.
En opinión de Rovzar, en México no existe interés por mantener vivas las lenguas indígenas, tradiciones y leyendas, ni retratarlas en el cine o televisión, por la costumbre de pensar que la historia del país inicia en la Conquista.
“México necesita que su gobierno tenga un interés genuino porque se hable del país. Lo mejor que le pasó a México es que Cuarón e Iñárritu vinieron a hacer sus películas, era necesario porque revitalizaron el cine, cambiaron la percepción, no podemos competir con presupuestos, pero sí con calidad. Ahora mismo con la COVID no hay nada qué hacer, más que mandar el cine a plataformas. ‘Matando Cabos 2’ necesitaba 3 millones de espectadores, y en este momento, con el aforo limitado, sería darle un balazo en el pie, justo ahora que las salas comerciales están endeudadas”, reflexionó Fernando Rovzar, para puntualizar:
“Nos queda mucho camino, sobre todo abrirnos camino en el tema de las leyes del cine, diseñar la industria, y que las escuelas de cine tomen su responsabilidad de politizar a sus cineastas”.