Mientras que en Jalisco y Nuevo León, Movimiento Ciudadano se erige como una fuerza política de gran peso gracias a las alianzas estratégicas y la promoción de nuevos perfiles, ubicándose ya como un partido competitivo hacia 2024, en Baja California se encuentra “encallado” gracias al oportunismo de los “dueños”, los cuales priorizan acomodar a sus amigos y familiares por encima de la creación de un proyecto político.
El principal responsable de este estancamiento tiene nombre y apellido: Francisco Javier Alcibíades García.
El ex candidato a la gubernatura por el partido naranja que prácticamente funge como propietario de la concesión, ha obtenido grandes dividendos por ser una oposición flexible, pues ha llegado a ser senador y diputado, además de colocar a su hijo, Alcibíades García Lara, como diputado federal, sin más mérito que su consanguineidad.
Sin embargo, cuando alguien dentro de MC crece u obtiene algún cargo de poder, inmediatamente tratan de aplastarlo. Esto ocurre con la joven Bárbara García Reynoso, quien en días pasados recibió su constancia como regidora del Ayuntamiento de Mexicali.
Explico: el 7 de septiembre, el representante legal del partido ante el Instituto Estatal Electoral (IEE) presentó un recurso de revisión en contra de la hoy regidora electa, para “bajarla” de su nueva posición.
La joven García se encontraba en la segunda posición de la lista de regidores por parte del partido, con el objetivo de que la planilla cumpliera con la cuota de mujeres y de juventud; en la primera posición se ubicó el ex diputado y ex militante del Partido de Baja California, Francisco Barraza Chiquete.
Barraza se sentía confiado y dentro del próximo Cabildo de Mexicali, pero no contaba con que el Consejo General del IEE incluyera la acción afirmativa en favor de las mujeres en sus criterios de selección (algo evidente, si lo piensan). Él quedó fuera del próximo Cabildo y su lugar fue ocupado por la primera mujer en la lista, es decir, Bárbara García.
Lejos de tratar de apoyarla como el nuevo perfil, Movimiento Ciudadano movilizó su estructura jurídica en busca de “tumbarla”, evidentemente por órdenes del mismo Francisco Javier Alcibíades, quien, con su característico nepotismo, ubicó a su hija Viridiana Jaqueline García Lara como suplente de Barraza Chiquete, con la intención de que en algún momento solicitara licencia y asumiera el poder.
El oficio IEEBC/CGE/4512/2021, fechado el 7 de septiembre, consta de 75 páginas y se observa la intención del partido contra la edil electa.
La intención de la impugnación dirigida al magistrado Jaime Vargas, establece que a MC le correspondan dos regidurías, pero en caso de que sólo se les otorgue una, que la posición sea para Barraza Chiquete. Evidentemente esto no va a ocurrir, puesto que la acción afirmativa está firme.
Movimiento Ciudadano, que se jacta de apoyar e impulsar las causas de las mujeres, está luchando por quitarle una posición política a una joven mujer dentro de su propia estructura política. Las posiciones de Alcibíades García Lizaldi comienzan a reducirse dentro del partido, puesto que la hoy diputada Daylin García Ruvalcaba, también marcó su distancia desde el arranque de la campaña, al no recibir el mínimo apoyo por parte del instituto político para impulsarla.
Este podría ser el inicio del fin para los actuales dueños del movimiento naranja en la entidad, puesto que la tendencia nacional es buscar perfiles nuevos y frescos para ocupar los nuevos cargos de elección popular.