A semanas de concluir en el cargo de alcaldesa de Tijuana, al suplir al alcalde con licencia Arturo González Cruz, Karla Ruiz Macfarland reflexiona sobre lo que le deja la política. “Conoces lo mejor y lo peor de una persona en dos horas”, dice sobre la forma de ejercer el poder en el servicio público. Asegura que ser mujer fue lo más difícil, le cuestionaron el ejercicio del poder, pero ni su padre, ni el gobernador, ni su marido, gobernaron por ella. De sus pendientes, piensa que el mayor es la iluminación de la ciudad, y de sus logros, la unidad entre los servidores públicos, el diálogo, la apertura, así como la digitalización del Ayuntamiento
Karla Ruiz Macfarland fue, durante poco más de siete meses, presidente municipal de Tijuana. No fue fácil, asegura. Aparte de ser un gobierno corto, le tocó una pandemia y dos vedas electorales que le limitaron el accionar. Aun así, está orgullosa de haber utilizado el recurso para comprar unidades nuevas a Bomberos, pipas, camiones para recolección de basura, grúas y una barredora, aunque dice, debería haber una por delegación, para que la ciudad se vea limpia.
Con el Gobierno del Estado intentó llevar una relación de respeto y espera que hayan comprendido que no podía aceptar la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) cuando ya estaba en el proceso de transición, o que no hayan accedido, de manera colegiada, a prestarle al Gobierno del Estado el recurso municipal, al no haber forma de comprobar la legal salida, y con ello, podían caer en responsabilidad legal.
Pero no descarta, en tres años, estar en una boleta electoral.
A continuación, la entrevista de ZETA con Karla Ruiz Macfarland:
— Fueron siete meses. ¿Cuál fue el presupuesto que tuviste para ejercer ese lapso y para qué te alcanzó?
“Pues a terminar, fueron 7 mil millones o poquito menos. Más que números, traté de verlo como en conjunto. Para mí fue bien importante cuando llegué, que era la número dos, o sea, no la número uno, ser respetuosa de todo eso como se había decidido. Entré como equipo del alcalde Arturo, y para mí fue lo más complicado a la hora de que tomas una decisión y dices, puedes tomar y hacer siete meses y tomarlo como algo propio para hacer como que para mí, o ver qué era lo mejor y para lo que había correspondido estar, que era ser la suplente y terminar una visión que no era a lo mejor la mía, pero era algo que me tocaba. Tenía que terminar los proyectos que habíamos firmado, la digitalización, las cosas que el alcalde quería”.
— Digitalización de qué.
“De todos los sistemas, de lo que es el Ayuntamiento, porque había muchas cosas, todavía hay. Falta presupuesto, hay muchas cosas que no hay, sistemas. Migramos a otro sistema gratis, y tener también la infraestructura digital, los modos y todo el soporte, que no se ve, fue una visión del alcalde que hizo antes, y luego pasa la pandemia. Te diste cuenta que lo importante es no venir a Palacio y hacer todos los trámites de una manera más eficiente. Vamos a ver si termino lo que es en grúas, pero fuimos en actas de nacimiento, se van a digitalizar, poder poner las citas en el Registro Civil por internet, poner la aplicación, tener y ordenar bien los servidores, guardar bien toda la información y no compartir. Bacheo, la pavimentación, las obras que estaban… todo lo que había en desarrollo”.
— Qué porcentaje hiciste, porque la ciudad se ve muy maltratada en sus calles. Es muy grande, tiene mucha población, mucha movilidad.
“Sí traté de dar como balance, se ve maltratada, se ve muy sucia en muchas cosas, me desespera. Compré los camiones nuevos de basura, compramos una barredora, porque si quieres hacer el trabajo, te desespera, y obviamente, como eres mujer, casi quieres salir a barrer y ordenar, y te das cuenta que una delegación atiende… la pura Presa Este, las dos Presas, 500 mil personas, y no tener herramientas propias para darle servicio a esos habitantes, no tener camiones de basura, no tener una barredora que se comparta, creo que es un problema serio que tenemos en la ciudad.
“Les decía a los delegados que esa cultura de la legalidad, que no te puedo pavimentar la calle si no hay drenaje y tener cierto orden, de repente te topas con calles que ya pavimentaron y no hay servicios. Hay muchas reglas de transparencia que antes no había, donde te dicen que, si vas a bajar obras por Ramo 33, tienes que cumplir, que sea un beneficio grande. Y creo que buscar cada peculiaridad que tiene cada delegación, porque no son las mismas situaciones ni los mismos problemas, es una cuestión más de seguridad. “Creo que el trabajo del Ayuntamiento es que todos estemos conviviendo de una manera ordenada y poder solucionar esos conflictos del día a día, y cada delegación tiene una peculiaridad muy interesante en nuestra ciudad”.
— Cuando Arturo González Cruz solicitó una licencia definitiva, el Estado le debía al Ayuntamiento más de 800 millones de pesos en participaciones retenidas. ¿Cuánto le dieron al Ayuntamiento en tu alcaldía y cuánto debe el gobierno de Tijuana?
“Nos dieron, sí nos pagaron, pero ahorita todavía nos deben…”.
— ¿Cuánto les pagaron?
“Ya perdí la cuenta, porque pagaron 300 millones e Issstecali fueron pagando, pero ahorita otra vez estoy por recibir, pero ahorita me deben como 500 millones”.
— ¿Recientes? De qué fecha a qué fecha.
“Creo que como de dos meses para acá, se está acumulando”.
— ¿Para qué te hacen falta esos 500 millones?
“Para terminar pavimentaciones y obras, hay muchas cosas que continúan, y digo, en seguridad ya se pagó, se terminó de pagar a los proveedores y las cosas que ya compramos para Bomberos, para Policía, sobre todo entregar uniformes y las calles. Y más que nada, las obras en las calles que ya son planeadas con los consejos ciudadanos y todo lo que hay, para que siga tu día a día en la ciudad”.
— ¿Y para la nómina?
“También, pero la verdad tengo un tesorero que ha sabido manejar las finanzas de una manera excelente. No tengo ningún problema porque todo lo ha administrado bien, pero obviamente es mi responsabilidad terminar con eso, con que no te deba nada el Estado ni la Federación, las cosas que pedimos. Habíamos pedido, y fue lo que nos va a llegar, lo de los maestros, y son como 100 millones que manda la Federación, entonces, esos detalles”.
— Aunque no hay un registro debido a la indiferencia gubernamental, Tijuana luce atiborrada de indigentes, personas sin hogar, enfermos mentales, lo que resulta en un problema de salud pública. ¿Qué hiciste o qué harás al respecto?
“Pedí, traté de dar, o sea, hicimos en Inmujer y las dependencias que tengo de gestión social, unirme en la Secretaría de Desarrollo, con la secretaria de Bienestar, Melba Olvera, encontré mujeres muy capaces que traen esta misma vocación y tratar de unirme, crear puentes con las organizaciones y la gente que allá trabaja en esos temas aquí, y como a esa gente que llegaba a Inmujer, a Imjuv, o a la secretaría de Policía, o a centros comunitarios o distintas áreas, tratar de llevar a las mismas organizaciones que aquí sí hacen un buen trabajo y filtrar”.
— Y esas organizaciones ¿tienen apoyo por parte del Ayuntamiento?
“Traté de dar, y hay otras que por voluntarios, se hicieron. Hizo Melba con Inmujer, una red de mujeres y de hombres, más mujeres, que unió Barra de Abogadas, que tienen esa parte de probono y fue la manera de trabajar de ellas. Fue la manera de Inmujer, Imjuv y en las distintas áreas. También hay muchas organizaciones que ayudan por ayudar, y luego ya no tienen, como no están constituidas como deben estar… También ayudé a mucha gente a tratar de constituir bien esas cosas buenas que hacen”.
— ¿Pero no fue suficiente? Por ejemplo, el “Bordo” otra vez…
“No, no es, es que eso no me toca a mí, le toca a Gobierno del Estado, o a Federación, o al Instituto Nacional de Migración, obviamente, pero 400-450 personas recibimos diarias, deportadas, más la gente que viene ahorita, muchísimos que están llegando de Michoacán y de otros estados a Tijuana”.
— Pero en eso ya estamos hablando de la migración. Hablando de la indigencia, de las personas sin hogar, de esos que viven en el “Bordo”, en la calle…
“De eso tampoco tenemos, y yo traté de hacerlo, no hay un censo de salud. Si te vas al ‘Bordo’, creo que es importante, porque si vas, ese indigente dices, ‘es una persona que no tiene trabajo, o no tiene casa’, o es una persona que está en drogas, perdida o que tiene un problema de esquizofrenia, de salud mental. No se distingue, entonces, qué haces: pues llévatelos a la cárcel, y están dos días, pero no hay, creo, una infraestructura a dónde llevar como a lo mejor hay los reglamentos. Pero si veo que eres una persona indigente, con un problema de salud mental, esquizofrenia o bipolaridad, algo que sí exista en esa enfermedad o que no exista, o que realmente…”.
— ¿No podía hacer el Ayuntamiento ese censo?
“Pues, hicimos, pero fue algo que se trabajó con Bienestar, sí, pero a final de cuentas viene siendo un problema de salud. Creo que sí necesitas el apoyo del Gobierno del Estado, Federación, en trabajar programas en conjunto”.
— ¿No hubo coordinación, no te escucharon, no les interesó?
“Sí escuchan, pero creo que la pandemia vino a tomar prioridad, entonces, sí, y sí lo ven también como necesidad, pero no como prioridad. A lo mejor yo, como ciudad, es algo que ves como prioridad, porque en pandemia fue una de las consecuencias. Creo que es más un problema de salud mental que de indigencia, porque en Tijuana hay mucho trabajo, por donde vas, hay mucha oferta de trabajo por las maquilas, no hay espacio, no tenemos ya plantas, naves industriales. Con la Dirección de Migración y con Bienestar, sí, pero haces la jornada, haces el censo, pero dónde va, a dónde se canaliza.
“Y si sí, a lo mejor a veces había programas donde te los llevaban y salían en aviones a la Ciudad de México u otras partes, cosa que ahorita no hay, y en la ciudad no te das abasto porque realmente un millón 800 mil habitantes o 2, no es lo que somos. O seguir la ruta de otros estados, donde son municipios más pequeños, que tienen más control, pero aquí es el municipio más poblado del país. Eso hicieron, o sea, te vas a Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, a los estados grandes, aquí son cinco municipios y está San Quintín, e hicieron otras ciudades-municipios, pero sí creo que aquí en Tijuana, para ser municipio, debes tener la capacidad económica”.
— La Presa, La Mesa, tienen más capacidad económica y habitantes que San Quintín.
“Yo creo que sí”.
— ¿Y nunca lo propusiste formalmente?
“Lo he dicho, no lo propuse formalmente porque sí me quedó muy claro desde que llegué, que yo venía a terminar un proyecto, dejé cosas claras para dejar avance, pero no me iba a dar tiempo, terminaba lo que tenía que terminar y hacía bien; no era mi momento, y creo que es para alguien que quiera crear o algo. Me tenía a mí como responsable, pero lo correcto era, porque ya estaba un presupuesto con base a eso, pero te vas dando cuenta al día a día, en siete meses que fueron como veinte años, que debe haber una solución, pero no encuentras una solución, vas y ves en otra ciudad, en otros estados cómo está, y te das cuenta que en el Estado de México, en DF o la Ciudad de México ya no hay tantos habitantes, porque sí hay muchos, pero son muchos municipios pequeños. Tijuana debería irse hacia eso, pero es algo que alguien tendrá en sus nuevas propuestas.
“Aparte, nos tocó pandemia y gobierno corto, de dos años, de cambiar de mucho tiempo gobernar por el PAN y ser de izquierda, creo que en esos dos años fue un gobierno de transición y de hacer las cosas bien. Ahorita ya le tocan tres años por regir y a la gobernadora seis años, y tienes que, cuando llegas a este momento, saber bien ese lugar, y creo que traté eso. A lo mejor puedes decir que todo esto que representa ser alcaldesa mujer de la ciudad más poblada, una de las más grandes de todo el Estado, y usarlo como para una visión propia, pero realmente lo que me tocaba era (ríe), por eso me denominaron suplente, era ser el dos, no el uno, y era para terminar lo que se planeó para esos dos años, y fui respetuosa de eso”.
— En servicios básicos, por ejemplo, la recolección de basura. Admitías hace un rato que se ve sucia la ciudad. ¿Qué fue lo deficiente, cuál fue el problema? ¿No hay camiones recolectores, se ha pensado en concesionar el servicio?
“Sí compramos camiones, esa parte sí tenemos los camiones, y creo igual, otra vez, si no a las delegaciones, que cada uno pues tener otro basurero que tenga aquí, pero te recogen la basura y está lejísimos. Estamos en una concesión del basurero del Valle de las Palmas que está más allá del municipio, y necesitas súper mega camiones, y pasa que, al estar lejos, y al no tener otra opción aquí, que ahorita sí dejamos para arreglar lo que es la Estación de Transferencia y otros proyectos que traemos ahí, deja tú la basura del día a día de nosotros como ciudad. Ahorita también me genera ese problema de indigentes y otras secuelas que dejó la pandemia, pero escombros, pues.
“Si arreglas tu casa, y después pasa y te dice el señor ‘yo te la tiro por 100 pesos’, no te la pueden tirar por 100 pesos, porque tirar la basura hasta allá, es caro. Entonces, dónde la van a tirar: en un terreno baldío, no la van a ir a tirar al basurero. Y no hay una consecuencia grande, sí, te multo, pero ya es como que cárcel, otra cosa así, y debe haber una consecuencia mayor, se burlan de ti, lo echan a otra parte. Son mis dos cosas, que hay muchos predios abandonados y que dejan las cosas ahí, que se vuelven picaderos”.
— ¿Son suficientes los camiones de basura que tienes?
“No, no tengo el número, pero compramos ocho. Más que camiones de basura, barredoras y cosas para tirar, eso no hay, creo que a lo más, son tres en toda la ciudad. Debemos tener una barredora en cada delegación, grúas en cada delegación, y no te voy a dar el número concreto porque pasa que todo se descompone y no las compraban nuevas, entonces vas y luego no las puedo tirar, porque tirarlas, ¡olvídate! Hay grúas, cosas, carros de 1998 y es todo un procedimiento darlos de baja.
“Cuando digo que sólo se debe socializar, y vas a Sindicatura y ves el carro que no sirve, que ya te estorba en la delegación, ¿qué traté de hacer el tiempo que estuve y el recurso también bajo mi responsabilidad? En cosas que fueran del año. Compramos siete camiones de basura, una grúa y una barredora del año para que ya se quedara y que fuera una buena. En Bomberos compramos las pipas, que no había, y lo platiqué con Bomberos, que más que agua, no había pipas, porque estaban en talleres, que fueran pipas del año, porque no es lo que te gastes. Puedes tener el recurso y decir ‘aquí tienes 40 millones de presupuesto grande, para uniforme y para pipas’. No veo lo malo el dinero, sino que lo gastes mal”.
— Que haya calidad en los servicios.
“Sí, que sea calidad, no tiene nada de malo gastarte en cosas del año, pero es lo que necesita una ciudad tan complicada como Tijuana, como crece así tan arrebatada como para poder satisfacer esas necesidades. Son 450 bomberos los que tenemos, para poder hacer altas y bases, también tenemos que hacer por Cabildo y todo un show. Crece y crece en terrenos irregulares y la gente luego no tiene servicios y te conectas, aparte del clima, después hay muchos incendios porque son predios de que al lado hay un picadero, hay algo y se fue o afectó, o porque hay mucha gente colgada de la luz en colonias, en casas.
“Se necesita más personal, más tecnología, un C2. Yo llegué, y ahorita me lo están poniendo, no está, pero creo que en una ciudad tan complicada debes tener un Centro de Control y Mando de último modelo, o sea, unirte a la tecnología, a las cosas que ya hay para ser más eficientes. En la alcaldía teníamos como 900 cámaras, se consiguió el internet antes de que llegara yo para dar un mejor servicio en esta digitalización, tener esa infraestructura para que llegara el servicio de internet para las escuelas, un WiFi que tuvieras al lado en centros comunitarios.
“Todo eso es lo que se está terminando, que se hizo con el alcalde, y yo digo que sí, tener un C2, pero llegué y las pantallas creo que las puso el ingeniero Jorge Hank, video wall, de esas que eran de último nivel, las modernas en esa época, gruesas, y nunca las cambiaron”.
— ¿Y tú las cambiaste?
“Las cambiamos”.
— Cuántas.
“Es que no sé, me tardé un poquito porque yo quería que fueran Samsung, porque dije, si las Samsung las hacemos aquí, las más grandes, nos donaron la ‘tele’ que está en el Arco (Monumental), el reloj, entonces yo decía: ser agradecida con una empresa que ha crecido mucho aquí en la ciudad y presumir eso, que en Samsung de aquí hacemos esas televisiones, pero es un relajo la importación y exportación, muy complicado y no me da tiempo. Entonces nos fuimos por HiSense, que son como Samsung. Son las que estamos poniendo de primer nivel y que creo dejar esa base. Pero digo, si llegas y tienes la ciudad más poblada de todo México y te vas al C2, es para ver incendios, tráficos, ahí manejas tu ciudad, y puedes tener ahí en Centro de Control y Mando y decir ‘hay tráfico en Santa Fe, mándame aquí’, ‘Es que en la garita hay mucha fila en la mañana y necesitamos más policías, que incendios…’, ahí es donde debes controlar toda la ciudad y se veía como en cuatro pantallas así, chiquitas.
“El Proyecto Morado, para que la ciudad se vea verde, bonita, por eso ves un lado donde hay una parte verde, divina, y después una parte que no. Puedes regar a toda la ciudad, está ese proyecto, se quedan a veces en el Implan (Instituto Metropolitano de Planeación) y en el Implan lo fueron cambiando de dependencia y dependencia, y los tienes que ir a sacar del Implan. Ahí es una mina de información y los proyectos que tienen. Antes estaba en Presidencia, luego se fue a Desarrollo Urbano y luego creo que ‘El Patas’ la cambió a Movilidad, y el director del Implan, técnicamente debería ser el administrador de la ciudad. Era la figura, bueno, gana bastante el director del Implan, pero es como trabajar de una manera conjunta aquí, sí debe estar más cerca. Trabajé mucho con ellos, pero en reglas y todo, pues su jerarquía es allá”.
— ¿Dónde está su jerarquía?
“En la Secretaría de Movilidad, pero hay muchos proyectos, yo fui, nunca había ido el alcalde, a las oficinas de Implan, dos veces, están ahí en la delegación Cerro Colorado. Traté y estamos tratando de comprar dos computadoras, pero si manejas Implan, es como desde Catastro tener internet de último nivel, computadoras. Todas esas cosas a lo mejor sí se hacen con buenas… digo, eran seis meses lo que estaba la veda electoral, pero trabajé de la mano y ahí me di cuenta que había muchos planes que tienen la historia de muchas cosas que quedan. Es una dependencia sumamente importante y creo que esos puestos deben ser muy técnicos, casi votados por la ciudadanía. Que fueran con base no a políticos, igual que la Secretaría de Seguridad Pública. Son puestos de gran responsabilidad, donde no puedes poner a alguien y debe votarlo la gente, y el que esté en este puesto debe tener, o sea, esta carrera, un currículum fuerte porque es un área importante, igual que Seguridad”.
— Hablando de seguridad, hace unos días celebrabas que un día no hubo homicidios.
“Sí, y luego al siguiente día, siete”.
— El promedio, son ocho…
“El promedio son ocho, estamos a la baja, pero ver que la coordinación entre elementos de la Guardia Nacional en el delito, está dando resultados en ciertas áreas. Si dije, no celebrar, pero cero, y al día siguiente fueron siete, luego tres, anoche fueron dos, pero sí es muy triste, de esos ocho te vas dando cuenta, incluso que sí tenemos un problema serio en cuestión de drogas, deja tú la venta: el consumo, y creo que es parte también de esta movilidad de la ciudad, que llega gente en una situación. Por eso traté mucho con la secretaria de Bienestar, de estar ahí, que los delegados y las áreas sociales sí fueran entregadas y escuchando a la gente, pero imagínate, muchas personas llegan de otras ciudades, que ya el puro camino es un desgaste a la hora de llegar aquí”.
— Pero también tienes una estructura de cárteles, tres cárteles.
“Aparte, sí”.
— ¿Qué fue lo que le faltó hacer ahí a tu Policía?
“Creo que más que los cárteles, es el trabajo de investigación, y nosotros trabajamos en coordinación. Lo más importante para la Policía son los delitos patrimoniales, que te sientas a gusto en tu casa, que puedas dejar tu carro al lado, que tengas un grupo de WhatsApp de vecinos, trabajar de la mano con los grupos de seguridad que hay de vecinos, en poner casetas donde habían quitado, y ese creo que es el trabajo del policía; y dos, trabajar de una manera coordinada, porque pasaban situaciones que eran como de cárteles, pero que sea la menos impunidad de ayudar. O sea, voy a detener, a prevenir, y ya de la mano con el Ejército y Guardia Nacional, todos los que trabajamos en esta Jornada de la Paz, era salir juntos en esta estrategia que traen a nivel nacional, que es con el General trabajar cada delegación, una semana estar vigilando todos en conjunto, y después lo mío”.
— ¿Y se hizo una limpia en la corporación? Porque hay corrupción en la Policía Municipal de Tijuana.
“En mandos pusimos a mujeres, traté de poner los puestos, yo sí creo y traté ahorita, que estaba en el Instituto de Capacitación, ciertos puestos que no fueran políticos en la secretaría, sino que los mandos y en el C2, en lo que es prevención, es una oficial, Natividad, que ha trabajado en esa área. Es un elemento excelente, mujer, muy querida, y darles la oportunidad a esas personas, confiar en la gente que ha hecho bien la chamba y tenga esa oportunidad”.
— A pesar que Tijuana es la ciudad más violencia del país.
“Ajá. Pero te voy a decir, porque me siguen midiendo con otros números, pues”.
— Nosotros medimos con los números locales.
“¿Con tres millones de habitantes? A final de cuentas, sí, creo que es la ciudad más violenta y por eso pedimos más elementos o algo así, pero para mí, lo más importante y lo sigo diciendo: ¿Por qué sigue llegando tanta gente? Vives feliz, vives a gusto, o sea, llega mucha gente. No se van a Juárez”.
— Cuántos policías traen en déficit.
“Tenemos un déficit como de mil 800, y más que policías, para combatir es más el alumbrado, se necesita luz en la ciudad, se tiene que hacer una licitación a nivel nacional para poner las luminarias, que sean nuevas, la base de cualquier ciudad inteligente, y para tener una mejor eficiencia, es tener un buen alumbrado. Tienes esa luz y de ahí puedes poner internet, cámaras, muchas cosas. Tenemos este problema de que no hay fraccionamientos entregados, entonces, no te puedo arreglar, no se puede ir recurso porque no me h
as cumplido, y en estas simples veinte mil reglas burocráticas que hay, no le das un servicio eficiente a la gente.
“La gente está harta de que le digas ‘es que no me mas entregado’. A mí lo que me importa es que le pongas la luz afuera de tu casa, y te vas a otra parte y se debe hacer una licitación con todas las de la Ley, a nivel transparente, nacional, donde compitan, porque una licitación así debe ser nacional, ciertos requisitos, no todo mundo puede competir”.
— ¿Por qué no se hizo la Policía Metropolitana?
“Está el proyecto, a lo mejor le tocará a la siguiente (administración). Y después, del otro lado te vas y ya es Rosarito, y ni modo de entrar a Rosarito. Luego, les habían quitado las patrullas, el radio, porque se los cambiaron a radios móviles, portátiles. Entonces, no te entra internet allá (ríe), te quitaron el de los carros, y es muy riesgoso. Ya pasó la Ley de Seguridad y eso no va a solucionar, ahorita pedí al Secretariado que mandaran 500 millones de pesos para policías nuevos que podamos contratar, y apegarnos más a cosas inteligentes, y más nosotros que vivimos en frontera, que cruzas la Línea y te toman la foto, llegas de regreso y le toman fotos a tu carro y a tu cara, y aquí, con las entradas que tenemos, podemos tener más control, de una manera más inteligente, operativa, con menos elementos.
“Para hacer todo eso, tienes que trabajar también en esa infraestructura, tener el internet y cosas que no se puede tener en una casa, que vas a cambiar todos tus cables de toda tu casa antes de que te vayas a trabajar. Igual aquí, creemos que eso debe tener la ciudad, eso merece Tijuana, es en lo que le hemos fallado muchos políticos, pero antes de trabajar a lo grande, creo que en este Ayuntamiento, que fue de dos años, ya va a haber internet, WiFi y el C2. Y no tenemos el reglamento que debemos tener, están los reglamentos como si fuera 1957 en la ciudad y no como si fuera 2021, entonces, es un trabajo bien importante que tenemos que hacer”.
— Que empezaste, pero no se pudo cumplir.
“Sí, no se pudo, son siete meses y fue un gobierno, un periodo corto, y luego nos pusimos una pandemia, y luego entré, salí y entré. A los mismos empleados de aquí, a los que hacen el trabajo del día a día, para ellos también fue difícil, fueron como 40 personas que fallecieron de COVID, fue muy difícil. Entre que estás enferma de COVID, tienes un líder y después se va, después otro y pues ahí va, y aparte, en mi visión, yo llegué y vi todo esto, y sentí que lo correcto era tratar de que sintieran tranquilidad para que percibieran que los servicios eran más eficientes hacia afuera.
“Eso es el Ayuntamiento, y a veces siento que te vas a lo complejo de la ciudad y te sientes el todopoderoso, pero a final de cuentas, el Ayuntamiento, si soy un empresario que quiere sacar sus permisos de operación, que pueda venir al Ayuntamiento y sacarlos rápido y no me vaya a sacarlos chuecos porque aquí es un caos poderlos sacar; venir a sacar un acta de nacimiento, si fallece un familiar, sacar un acta de defunción rápido, todos esos trámites son lo que realmente corresponde a los alcaldes. Lo más complejo en el sistema es que tus árboles estén cortados, que tus calles estén limpias, y alrededor no tengo suficiente personal”.
— En las últimas semanas se tensaron las relaciones entre Estado y Municipio, a propósito de la sesión de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana que aceptó el Ayuntamiento de Tijuana que encabezas en este momento. ¿Hubo presiones por parte del gobierno?
“No. Más que tensión, estamos en una época de transición, y el convenio y lo que firmamos, siempre he dicho que soy respetuosa, se nombró de parte de la transición como un enlace, que iba a estar viendo esos temas, que era Juan Pablo Guerrero. Que él nos fuera marcando la pausa y el orden, que se haga de manera ordenada y correcta, fue lo que se firmó. Si estoy entregando y ya tengo aquí un oficio, que con base a ese oficio donde me decían que jurídicamente ya estaba yo en un proceso de entrega-recepción, son dos meses antes de entregar el cargo, el primero de octubre. Yo empecé el primero de agosto, oficialmente empezó jurídica y legalmente la transición, donde ya debes estar compartiendo información, entonces, nomás no se me hacía responsable en su momento, yo recibir cuando estoy entregando. Se llegó a ese acuerdo”.
— ¿Y eso te generó conflicto o tensión?
“Se generan cosas que se hacen políticas, y todavía les cuesta a muchos, y no creo que al Gobierno del Estado, sino a varias partes de aquí, entender mi visión, que sí creo que es más femenina, de ver qué es lo mejor para la ciudad y tener ese sentido común, entonces, a lo mejor más que tensión, sino que les cuesta trabajo compartir, porque me dicen ‘es que sí es política’. En cuestión de municipios, somos los más bajos, la política se debe manejar en temas estatales o federales. El Ayuntamiento son cosas administrativas”.
— Hubo tensión en el préstamo que solicitó el Gobierno del Estado a todos los ayuntamientos, incluido el de Tijuana y que, en su caso, no lo consiguió.
“Es que, se iba a hacer, yo todo lo he dicho que sea… Creo que luego no lo ve mucha gente, porque tener esta posición de liderazgo en una ciudad como es Tijuana, pues te sientes todopoderoso, pero a final de cuentas, el Ayuntamiento se gobierna en conjunto con regidores y síndico, entonces, es una decisión consensuada, no personal, y como que todos tenían sus dudas. Las leyes y los reglamentos que deciden, no estaban, no se podía… Podíamos caer en irresponsabilidad, aunque eran buenas las intenciones y era todo en beneficio, ahorita hay muchos mecanismos de control no nada más en Sindicatura, sino en la Auditoría Superior de la Federación y el Órgano de Fiscalización Superior, Transparencia y muchas cosas, y cuando puedes caer en eso, aunque sean las mejores intenciones”.
— De aceptar el préstamo, ¿en qué irresponsabilidades habrían incurrido?
“Sabes que tenemos una Ley de Ingresos y Egresos, no eran préstamos, sino que ‘yo te pago esos 300 millones de pesos, te doy el dinero que debes dar, me lo prestas’, y creo que me lo iban a regresar en obra. Me iban a pagar dinero con obra”.
— Pero cómo se clasifica, ¿desvío de recursos?
“No sé si desvío de recursos, a lo mejor, pero en la Ley de Ingresos y Egresos, autorizas en Congreso tu Ley de Egresos. Entonces, nunca se contempló eso, de Ingresos. Si sé cómo entra, pero no hay un apartado de cómo sale, entonces, ¿cómo va a salir?”.
— Particularmente en la política que se ejerce en el Estado, hay una teoría de que fue el gobernador quien llevó a la renuncia a dos de tus secretarios del Ayuntamiento.
“Pues Joel ya no renunció. Traía asuntos personales, traía inquietudes y se las pude solucionar, creo que lo correcto era terminar y estamos a veinte días. Y con Carlos, lo estimo mucho, pero pues él también traía otras… me tocó llegar y creo que fue muy importante no tomar partido, a tener ese entendimiento de siempre entablar un diálogo, y Carlos a lo mejor no compartió en ciertas cosas eso y tenía otros planes, no tanto por él, pero no compartió conmigo esa manera de trabajar a través de no apasionarte tanto en muchas cosas”.
— ¿Hasta qué punto, con todas estas presiones externas has podido ejercer el poder de la Presidencia Municipal de Tijuana en estos meses?
“Bien. Me voy contenta porque seguí trabajando a pesar de muchas cosas, como mujer me siento muy orgullosa de eso, uno. Dos, que veas cosas aquí bien radicales, ves lo mejor de las personas, del ser humano, y lo peor del ser humano en un lapso de horas, y eso a veces te puede cambiar tu esencia, tu forma de ver, y estoy muy agradecida del equipo alrededor, de seguir trabajando a pesar de veda electoral, de pandemia, de estar en un momento en la historia donde las redes sociales y muchas cosas. De repente no todo es verdad y tienes que ser muy consciente de discernir lo que es lo bueno y lo malo, y enfocarnos en el trabajo. Fue lo que siempre le compartí a todos, me voy tranquila de que logré generar esa tranquilidad dentro de Palacio, y creo que afuera de la ciudad”.
— ¿Cuál será tu legado?
“Pues eso, estamos muy acostumbrados a ver etiquetas, y quitar etiquetas y decir ‘¿Eres de tal partido? Pues no te doy tu acta de nacimiento’, ‘No, pues paga el Predial’, cosas que ni quiero platicar aquí, costumbres que hay aquí. Quitar esas etiquetas y generar ese sentido de entablar el diálogo en todo, desde abajo hasta arriba. A lo mejor no es un trabajo que se ha visto afuera y por eso tal vez nadie le quiere apostar, pero yo lo trabajé hacia adentro para que los ciudadanos tuvieran un servicio eficiente. Llegué y las líneas se bajaron en lo que es Registro Civil, grúas ni se diga, sigue siendo un caos si te quitan un carro, sí, pero ya son menos horas. Antes la gente llegaba y eran nueve horas, y muchos temas que logramos conciliar y van muy bien. La biblioteca ya se regresó, y temas que nos tocó mantener esa paz aquí, ante todos, para que afuera sintieran.
“Todo lo cumplí, trabajé en equipo, y regresar esa institucionalidad al Ayuntamiento. Creo que me falta un poquito más de orden, porque también se atravesó la pandemia, pero se había acostumbrado mucho a trabajar aquí con base a un proyecto de intereses políticos y no a lo mejor en favor de la ciudad, entonces, muchas cosas darles ese orden a través de las reglas y dejar esa institucionalidad de que no importa qué ideología tengas, a final de cuentas todos estamos por servir a Tijuana. Tratar de enfocarme en las personas.
“Satisfecha de que supe ser la número dos, bien, es que desde que llegas piensan ‘Ay, es que a ella no la votaron, es que la puso, es que le va a hacer caso…’. Como mujer, eso es bien difícil y creo que va a ser mi más grande legado. Como mujer, es bien difícil, siempre buscan quién la manda, quién la domina: el papá, el marido, el hombre que tenga a su lado, y creo que nadie puede decir que aquí mandó mi papá, el gobernador, mi marido o nadie. Se tomaron las cosas como yo quise, y para mí, en una ciudad donde todavía no estamos acostumbrados a que las mujeres tengan las posiciones que están en la mesa de toma de decisiones”.
— ¿Y tu principal pendiente?
“La luz. Creo que se necesita luz en la ciudad, es el pendiente, me desespera mucho que Tijuana, siendo frontera, la más visitada, con veinte mil cosas buenas que tenemos. Te estoy diciendo como ciudadana: hay otras cosas que siento el compromiso en cosas sociales, pero en cosa ciudad, que son los servicios, el alcalde ve por los servicios básicos de la ciudad, y que la gente no tenga luz afuera de su casa, que esté realmente a oscuras, que vayas por un bulevar y que tengas lucecitas bonitas, que te den un sentido, luz en las glorietas -porque puse y se quitaron, y luego quise poner, pero no había-, pero que tengas luz. Que pases por los bulevares y esté iluminado el bulevar, que vayas al Parque Morelos y esté bonito, iluminado. Que estés por el Malecón y tengas luz, no que vayas y quedes todo asustado, o que esté fundido, uno sí y otro no”.
— ¿Volverías a la política?
“No sé (ríe), voy a descansar. Lo que sí, sé que te abre conciencia, cuando ya eres consciente de muchas situaciones, ya no puedes decir ‘eso no pasa’ y te genera un triple compromiso como ser humano, de siempre estar ayudando. Lo que sí sé, es que siempre voy a ayudar, y más si es del lado de la mujer. Cuando estás en esta posición de poder, todavía les cuesta a muchos hombres mucho trabajo verte como igual… mucho trabajo”.
— ¿Pensarías en buscar un cargo de elección popular?
“No creo, ahorita no”.
— ¿Ir otra vez por la alcaldía, ahora como titular?
“A lo mejor en un futuro. Aprendí con la pandemia a disfrutar el día, y ahorita quiero disfrutar a mi hija, chiquita, mis grandes ya no están, pero un tiempo estar contenta, tomando día a día mis decisiones, y ahorita quiero cerrar como se debe cerrar: bien, en orden. Creo que voy bien en la transición, y todo cerrar bien”.
— Pero en tres años podríamos verte buscando ser candidata.
“A lo mejor sí, no sé si candidata a la alcaldía, pero sí creo que a los diputados les debemos exigir más. Me gustaría hacer muchas cosas”.
— ¿Te gustaría ser diputada?
“Ayudar en las leyes o algo así, a lo mejor sí, diputada. Pero lo que sí voy a hacer siempre, es seguir ayudando a mi ciudad, más”.
Muchas gracias.