León, Guanajuato.- Luego de la instalación lumínica El Bosque, por Víctor Zapatero, montada sobre el vestíbulo del Museo de Arte e Historia de Guanajuato, brindada como una experiencia audiovisual y reflexiva que invita a recorrer el bosque a través de imágenes y sonidos de la naturaleza combinadas con música melancólica, El Festival Internacional de Cine de Guanajuato(GIFF) conmemoró a su co fundador Ernesto Herrera, en interior del Teatro del Bicentenario, en una ceremonia conducida por Diana Lein y Arcelia Ramírez en el que se recordó la vida y legado, al ritmo de interpretaciones de cellos de “Nothing Else Matters” y “Fade to Black”.
En el acto, Sarah Hosh, Directora Ejecutiva del encuentro fílmico celebró a los héroes comunitarios, médicos y enfermeros que han ayudado en la lucha contra la pandemia de Covid-19. Previo a dicha ceremonia, diseñadores de guanajuatenses parte de Project Glamour convirtieron la alfombra roja en una pazarella que llenó de magia y fantasía el camino al estreno latinoamericano de la cinta “Swan Song”, de Todd Stephen, protagonizada por Udo Kier.
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Cabe señalar que “Swan Song”, muestra la historia sobre un estilista retirado que decide retomar su imagen queer, en la que el actor de carácter alemán, Udo Kier, sorprende con una dulce trama de reconciliación, dando vida al flamante peluquero Pat Pitsenbarger, oriundo de pueblo en Ohio, quien atendía a la alta sociedad de Sandusky.
Aunque no es una saga, el filme de Stephen se liga a sus propios referentes como “Edge of Seventeen”, y “Gypsy 83”, sin embargo en “Swan Song” permite al espectador viajar primero por la vida nada glamourosa de “Mr. Pat”, atrapado en una casa de retiro, reducido a usar zapatos de enfermera, almacenando servilletas de papel y enjaulado a fumar cigarrillos, hasta que recibe la visita del abogado de la que solía ser su cliente favorita, la rica y derechista Rita Parker Sloan, quien le dejó 25 mil dólares por arreglarle para su funeral.
Como una revisión hacia las actitudes de la homesexualidad, “Swan Song” retrata una historia de perdón en la que Udo aporta su astuta elegancia europea, entallado en un traje de poliéster verde pálido, para colorear un personaje alejado del estereotipo gay, regalando honestidad a un guion anémico, pero que reconoce el fin de un mundo en el que la cultura gay y los espectáculos de drag se ha puesto en peligro por la aceptación de las masas.
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