El millonario fraude generado por una agencia de viajes fantasma en Tijuana, reportado por ZETA en la última semana de julio, sigue.
Las víctimas continúan apareciendo. Viajes comprados a la supuesta empresa denominada Utopía para los meses de julio y agosto, nunca se hicieron.
El que se identificaba cómo responsable, Carlos Cruz, prometió reembolsos a los afectados, pero los plazos que dio para eso ya caducaron.
Esta semana, el señor Eduardo Angulo tenía un viaje programado para atenderse médicamente, tras ser diagnosticado con cáncer. Compró los boletos a la supuesta agencia de viajes a través de la señora Susana Díaz. Realizó el pago de su vuelo el 9 de junio al número de cuenta 5579-0700-8261-4440 de Santander, a nombre de Rosa María Rangel Martínez. El vuelo programado para el mes de julio nunca existió.
Así como él fue estafado, la señora Betzabeth Flores también. Ella había comprado dos vuelos redondos a Ciudad de México junto con su esposo, como parte de su negocio familiar. Realizaron citas, se programaron para ver a proveedores y potenciales clientes en el Centro del país. Sin embargo, el día que se supone saldría su vuelo, se llevaron la sorpresa: no existía.
El 7 de junio, la señora depositó el costo de sus vuelos al número de cuenta 4169-1604-4374-2201 de BanCoppel, a nombre de Joselin Cabuto.
Ante el escenario, tuvieron que volver a comprar vuelos, ahora directamente a la aerolínea y viajar a un costo mucho mayor. La molestia generada los llevó a presentar una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado (FGE) contra la vendedora Susana Díaz y quien resulte responsable por el delito de fraude.
También acudió a las oficinas de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), pero no quisieron aceptar la denuncia, al no contar con el domicilio de la empresa Utopía Agencia de Viaje, la cual no aparece en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, como tampoco en la Asociación Mexicana de de Agencias de Viajes (AMAV).
Por su parte, las vendedoras externas que ahora son acusadas de ser parte del fraude, señalan también ser víctimas de Carlos Cruz y su empresa fantasma. Ellas nunca conocieron en persona al supuesto responsable de la agencia, toda la comunicación era vía mensajería de WhatsApp.
ZETA tuvo acceso desde el inicio de la conversación hasta el último audio enviado a las vendedoras, en el que sutilmente, Cruz amenazaba con demandarlas luego del reportaje publicado en las páginas de este Semanario.
De igual forma, se pudo constatar que en medio del fraude quedaron ellas, mientras que las personas vinculadas a las cuentas, han desaparecido de redes sociales posterior a la publicación de esta casa editorial.
Luego de una revisión en los registros públicos, se pudo ubicar el domicilio de las hermanas Cabuto, titulares de las cuentas a las que se deposita el pago de los vuelos que nunca se hicieron y del supuesto representante de la agencia, Carlos Cruz: Del Sauzal número 5187, Valle del Rubí Sección Lomas. (Se presume inocente mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial Art. 13, CNPP)
