El presidente Andrés Manuel López Obrador agradeció, este viernes 20 de agosto, al capo sinaloense Miguel Ángel Félix Gallardo, alias “El Jefe de Jefes” o “El Padrino” -fundador del primer cártel que hubo en México, el de Guadalajara-, por “sus buenos deseos”.
“Le agradezco mucho sus buenos deseos. Yo también quiero que él comprenda mi situación, que yo no quiero que sufra nadie, no quiero que nadie esté en la cárcel, yo soy un humanista, estoy formado en la escuela de la no violencia, pero que Gobierno para todos y que tengo que hacer que se cumplan las leyes”, indicó el mandatario nacional.
“Que en su caso, si se termina de revisar, este asunto corresponde a la Fiscalía [General de la República], de que no tiene ya ningún pendiente, porque ya cumplió con estar en la cárcel, durante algún tiempo y que si ya tiene derecho a salir, que yo no me opongo a eso”, dijo el político tabasqueño.
“¿Le daría la amnistía para reos de la tercera edad?”, cuestionó un reportero a López Obrador. “Si se justifica en lo que se está elaborando, desde luego que sí, porque él por edad, por enfermedad, ya podría salir, pero hay que ver cómo se termina de elaborar el decreto, eso es lo que puedo contestar”, respondió el presidente.
“EL JEFE DE JEFES” SE DICE “HONESTO”; ELOGIA A AMLO Y AFIRMA NO CONOCER A CARO QUINTERO O A DON NETO
El capo sinaloense Miguel Ángel Félix Gallardo, alias “El Jefe de Jefes” o “El Padrino” -fundador del primer cártel que hubo en México, el de Guadalajara y quien habló por primera vez en público en los 32 años que lleva preso-, se calificó a sí mismo como un hombre “honesto”, que dice no saber nada de los crímenes y leyendas que le imputan.
En una segunda entrega de la entrevista que la cadena estadounidense Noticias Telemundo le realizó, se ve al ex narcotraficante como un hombre anciano, de 75 años de edad, preso en la zona de máxima seguridad del Penal Estatal de Puente Grande, en Jalisco, postrado en una silla de ruedas, sordo, ciego, afectado por una neumonía y con el brazo roto.
“Mi salud es pésima, mi familia está haciendo un hoyo para yo ser enterrado en un árbol. No tengo pronóstico de vida ninguno, puesto que perdí todo. Perdí la sensibilidad, los oídos, los ojos. Han pasado 32 años, es una eternidad para un hombre que no cometió ningún delito”, se quejó Félix Gallardo, quien dijo, además, que lo han tratado “mal” en prisión, sin permitirle visitas, sin locutorios y sin abogados.
Narró que el sábado 8 de abril de 1989, se encontraba en una casa ubicada en la calle Cosmos, de la colonia Jardines del Bosque, en Guadalajara, Jalisco, “cuando tumbaron la puerta, sin ninguna orden de aprehensión, sin ninguna orden de presentación, con mi familia, estaba mi hija, mi hijo”.
“Fui golpeado, sacado en menos de un minuto, y quebrado cuatro costillas (sic), pregunté el motivo y lo único que recibí fue más tortura, recibí bolsa de […] para sofocar, tehuacanes, golpes (sic)”, abundó ‘El Jefe de Jefes’.
Asimismo, en la entrevista negó haber conocido a Enrique “Kiki” Camarena Salazar, agente de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), asesinado el 7 de febrero de 1985, también en Guadalajara.
“Es un tema muy lamentable. Este señor Camarena. Quienes fueron, quienes hayan sido, hay autores materiales e intelectuales, presos, que han pagado su vida en la prisión y que les ha ido muy mal”, aseveró Félix Gallardo.
“Ignoro el porqué se me relaciona, porque a ese señor yo no lo conocí. Porque te vuelvo a repetir: yo no soy una persona de armas. Lamento mucho, porque sé que era un buen hombre”, insistió el fundador del Cártel de Guadalajara.
Aunado a lo anterior, “El Jefe de Jefes” le deseó a Mika Camarena, viuda del finado agente de la DEA, “la resignación y que tenga la satisfacción de que los culpables del asesinato de su esposo están pagando sus culpas (sic)”.
Por otra parte, Félix Gallardo negó conocer a los también capos sinaloenses Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto”, los otros dos fundadores del Cártel de Guadalajara.
“No los conozco. En la calle no nos conocimos. Estas personas y yo nunca hemos platicado al respecto. Mi abogado, [Fernando] Martínez Inclán, me dijo: ‘no estás involucrado, nunca platiques'”, señaló ‘El Jefe de Jefes’.
Félix Gallardo negó, también, que principios de los años 80 del Siglo pasado, estableció contacto con el Cártel de Medellín -que dirigió Pablo Escobar Gaviria- o con el Cártel de Cali, a quienes empezó a comprar cocaína para enviarla a Estados Unidos, tal como se indicó en una serie de la plataforma digital Netflix.
“A esa persona ni lo conocí [Escobar Gaviria]. Él, esa persona, que usted está mencionando […] jamás estuve en Medellín o en Cali, como en la serie esa que se dice (sic). No lo conocí y él fue posteriormente muerto (sic), cuando yo estaba en la cárcel, él murió”, abundó ‘El Jefe de Jefes’.
“No existe zar [de la droga, como lo llamaban], no existió eso, nunca existió cárteles en Guadalajara, quién sabe ahora. Nunca existió. O sea, llevábamos una vida de familia, traje a mis hijos a la escuela (sic)”, insistió el capo sinaloense, quien dijo, además, no identificarse con el personaje que aparece en la serie de Netflix. “No, Miguel Félix Gallardo es un hombre honesto”, afirmó, hablando en tercera persona.
‘El Jefe de Jefes’ indicó, también, que a pesar de haber pasado tantos años en prisión, jamás pasó por su mente el fugarse. Asimismo, señaló que antes de estar en la cárcel él se dedicaba “a la agricultura y a la ganadería, desde chico”.
Recordó que, según él, sus padres fueron los primeros ganaderos que exportaron legumbre a Estados Unidos en 1942, “También tenía unas farmacias y dos viejos hoteles”, detalló el capo sinaloense, quien dijo no arrepentirse, porque nunca cometió un error.
Asimismo, Félix Gallardo lamentó que perdió a “más de la mitad de su familia” estando en la cárcel, entre ellos a una hija y a sus padres. “No estoy pensando en la libertad, pienso mis nietos (sic)”. dijo.
“No tengo pronóstico de vida. Fui seccionado del estómago, me quitaron ocho hernias. Me privaron de la vista, me privaron de los oídos y como ve, no puedo caminar […] No estoy esperando, claro, todos creemos en los milagros, pero pues mis nietos, sería el oro (sic)”, recalcó ‘El Jefe de Jefes’.
Por otra parte, dijo que no espera salir de prisión con la amnistía que está proponiendo el presidente Andrés Manuel López Obrador para reos mayores de 75 años de edad, “¡No! No estoy buscando eso. No estoy buscando eso”, indicó el capo sinaloense a Issa Osorio, corresponsal del medio estadounidense.
“Sé que el señor presidente es un hombre de buena voluntad. Que está combatiendo la desigualdad social, dando pensiones, está dando muchas cosas, y yo no le quitaría su tiempo. Yo soy un cadáver el cual no espera más que ser enterrado en la raíz de un árbol”, enfatizó Félix Gallardo.
“No le estoy pidiendo nada al señor, al contrario, ojalá y le vaya bien. Esto de la bacteria [en clara referencia al coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVID-19], ha bajado mucho el poder adquisitivo de los mexicanos, pero este hombre es de buena voluntad y ojalá Dios le ayude”, deseó ‘El Jefe de Jefes’.
“Yo poseía en el reclusorio, un televisor de 5 pulgadas. No estoy enterado de la violencia. La violencia es consecuencia del desempleo, de la desigualdad social, que hoy, el señor López Obrador está resolviendo, hay que darle tiempo, hay que darle tiempo”, recalcó el capo sinaloense.
Por último, Félix Gallardo pidió que se le recuerde como “la persona honesta que fui siempre, un hombre que no fue de armas […] A todos los coacusados se les ha dado la libertad, menos en mi caso”.
“El Jefe de Jefes” tiene que usar una silla de ruedas, debido a que cada vez que intenta caminar se resbala. Aunado a lo anterior, el capo sinaloense no ve nada en el ojo izquierdo y debe ayudarse de un aparato auditivo color rosa para entender lo que otros dicen.
“Tengo días enfermo. Quiero que él [el camarógrafo de Telemundo] vea mi ojo”, señaló Félix Gallardo. “¿Está ciego?, le preguntó la reportera. “Completamente ciego. Completamente sordo”, respondió el ex capo sinaloense. “¿Qué le pasó en su brazo?”, lo cuestionó la corresponsal de Noticias Telemundo.
“Me lo quebré, porque no puedo caminar. Camino y me resbalo”, dijo el ex líder del Cártel de Guadalajara. “¿Por qué necesita el oxígeno, está enfermo?”, insistió Osorio. “Traigo una neumonía grave, muy grave, tengo días que me están inyectando, el servicio médico me atiende bien”, aseveró “El Jefe de Jefes” en la entrevista.
El 20 de febrero del 2019, el Segundo Tribunal Colegiado Penal de la Ciudad de México negó a Félix Gallardo el beneficio de cumplir en confinamiento domiciliario, en una residencia de Zapopan, Jalisco, una de las dos condenas que le fueron impuestas, en dicho caso, a 40 años de prisión, por delitos contra la salud, acopio de armas y cohecho, homicidio, tráfico de drogas y lavado de dinero.
Los magistrados del órgano jurisdiccional confirmaron que el capo sinaloense no probó que los males de salud que padece fueran tan graves o pongan en riesgo su vida, como para no compurgar en prisión los 10 años que le restaban de condena en dicho expediente.
El capo sinaloense expuso que, además de tener más de los 70 años de edad que la ley marca como requisito para acceder al beneficio, padece de pérdida de visión en un ojo y cataratas en otro; mal funcionamiento de un oído; problemas de reflujo y antecedentes de micro infartos cerebrales y hernias.
Ante ello, “El Jefe de Jefes” manifestó la necesidad de cuidados médicos especiales que no podían facilitarle en el Penal Estatal de Puente Grande, en Jalisco, y pidió su confinamiento en una casa del Fraccionamiento Ciudad del Sol, en Zapopan.
El 31 de julio del 2018, el magistrado Miguel Ángel Aguilar López resolvió que el capo sinaloense no había acreditado que su estado de salud impidiera que compurgara la pena en la cárcel, ya que, conforme a los dictámenes, sus padecimientos estaban dentro del rango de normalidad para sus entonces 73 años de edad.
“Los padecimientos que presenta no evidencian una notoriedad innecesaria para que cumpla con la pena impuesta”, señaló. Sin embargo, Félix Gallardo presentó el amparo en revisión 288/2018 contra esta última resolución, pero los magistrados del colegiado confirmaron la sentencia de Aguilar López.
Además de este caso, el capo también solicitó a un juez de Jalisco el confinamiento domiciliario en el otro juicio por el que fue condenado el pasado 27 de agosto del 2017, a 37 años de prisión. Ello por el asesinato del agente de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), Enrique “Kiki” Camarena Salazar, y del piloto aviador de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, Alfredo Zavala Avelar, ocurridos en 1985.
Luego de 28 años, el Juez Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en Jalisco, sentenció al ex líder del Cártel de Guadalajara, por el delito de homicidio calificado con premeditación y ventaja, en agravio del agente estadounidense adscrito al Consulado de EE.UU. en México, y, del piloto aviador. En ese mismo juicio también fue condenado al pago de 20 millones 810 mil pesos como reparación del daño a las víctimas indirectas de los secuestros y homicidios de esas mismas dos personas.
Asimismo, en forma solidaria y mancomunada por los anteriores sentenciados: los sinaloenses Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto” -los otros dos fundadores del Cártel de Guadalajara- se fijó como reparación integral del daño más de 20 millones de pesos, los cuales deberán ser asignados a las familias de las víctimas.
Además, el juez dictó sentencia absolutoria a Félix Gallardo, por los delitos que se le formularon contra la salud, en su modalidad de posesión con fines de comercio, indicó el diario Milenio, que dio a conocer en su momento el hecho. Esta fue la última resolución judicial que faltaba dictarle a “El Padrino”.
Félix Gallardo estuvo internado en el penal de máxima seguridad Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 2 de Occidente -mejor conocido como “Puente Grande”-, a pesar de que en mayo del 2016 se había informado que sería traslado a la Comisaría de Sentenciados del Estado de Jalisco, de mediana seguridad, “por su senilidad y precario estado de salud”, además de que ya no es considerado una persona con perfil de alta peligrosidad.
La resolución del incidente -no especificado- de traslado dictada por el Juez Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en Puente Grande, dentro de la causa penal 82/85, fue notificada tanto a las autoridades penitenciarias estatales como al comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS).
Según lo indicaron sus abogados defensores, el ex jefe del Cártel de Guadalajara tiene graves problemas de la vista y pérdida parcial de la capacidad auditiva. A Félix Gallardo también le diagnosticaron faringitis aguda, hernia hiatal, gastritis crónica, dolor y ardor durante la micción, así como estreñimiento crónico y trastorno ansioso depresivo.
El capo estuvo preso, desde abril de 1989, en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México, así como el CEFERESO No. 1 “El Altiplano” en Almoloya de Juárez, Estado de México, y de forma más reciente en el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (CEFEREPSI), en Morelos, por algunos padecimientos psiquiático-psicológicos.
¿QUIÉN ES MIGUEL ÁNGEL FÉLIX GALLARDO?
Félix Gallardo -quien fue detenido el sábado 8 de abril de 1989, cuando sólo tenía 43 años de edad- fue el narcotraficante más poderoso en su momento, dueño de las principales rutas de comercio de droga en la mitad del país y Centroamérica en la década de los 70 y 80 del Siglo pasado. Los cálculos de su fortuna se estimaron en 500 millones de dólares, así como un patrimonio de 50 casas y 200 ranchos.
Tras su arresto -que dirigió el director de inteligencia de la desaparecida Policía Judicial, Guillermo González Calderoni-, a “El Jefe de Jefes” le fueron incautadas diversas propiedades, incluidos un hotel, una farmacia, una empresa de bienes raíces, así como numerosas cuentas bancarias.
Félix Gallardo nació el 8 de enero de 1946, en Culiacán, Sinaloa. Fue desde inicios de la década de 1960, integrante de la Policía Judicial de Sinaloa, llegando a tener entre sus labores ser escolta del entonces gobernador, Leopoldo Sánchez Celis (1963-1968). Según sus datos generales, es viudo, tiene 15 dependientes económicos y no consume ninguna droga.
En la década de los 70’s del Siglo pasado, Félix Gallardo quitó el liderazgo del narcotráfico a Pedro Avilés Pérez También, conocido como “El León de la Sierra”, y se asoció con algunos de los principales capos de esa época, como Manuel Salcido Uzeta conocido, alias “El Cochiloco”, además de “Don Neto” y Caro Quintero.
“El Jefe de Jefes” creó una poderosa organización que controlaba el tráfico de amapola y marihuana en Sinaloa, Durango, Jalisco, Guerrero, Chihuahua, Baja California y Nayarit, por ejemplo. A principios de los años 80 del Siglo pasado, estableció contacto con el Cártel de Medellín -que dirigió Pablo Escobar Gaviria- y con el Cártel de Cali, a quienes empezó a comprar cocaína para enviarla a Estados Unidos.
Félix Gallardo tuvo bajo su mando Juan José Quintero Payán, “Don Juanjo”; Pablo Acosta Villarreal, “El Zorro de Ojinaga”; a Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”; a Héctor Luis ‘El Güero’ Palma Salazar; a Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”; y, a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”, entre muchos otros.
Además, se le vincula como tío de Sandra Ávila Beltrán, la llamada “Reina del Pacífico”, y también como tío de los hermanos Arellano Félix, fundadores del Cártel de Tijuana, ya que es primo de Alicia Félix Zazueta, madre de los narcotraficantes asentados en Baja California.