Cuatro pacientes están reunidos. El terapeuta les pide que se presenten, digan cuál es su actividad y comenten por qué la tienen. El primero dice:
“Me llamo Paco, soy médico porque me gusta que la gente esté sana”.
El segundo refiere:
“Me llamo Ángel. Soy arquitecto porque me gusta que la gente viva en casas bonitas”.
La tercera interviene:
“Me llamo María y soy gay. Soy gay porque me gusta ver las piernas, el contorno, la cintura, las caderas y pasarla bien con mujeres”.
El cuarto paciente, gallego, por cierto, platica:
“Soy Manolo, y hasta hace unos minutos estaba convencido que era albañil, ¡pero acabo de descubrir que soy gay!”.
Autor: A propósito del mes que termina…
Esos nombres…
Al borde de un precipicio, un indio le da un empujón a otro:
— ¿Te he asustado, Ojo de Águila?
“¡Sí, Hijo de Chilindrina!”.
Autor: Un antropólogo.
Las instrucciones más tontas de todos los tiempos
En una caja de jabón Dove:
Indicaciones: UTILIZAR COMO JABÓN NORMAL.
(¿Cómo se usan los jabones NO normales?)
En algunas comidas congeladas:
Sugerencia para servir: DESCONGELAR PRIMERO.
(Pero solo es una sugerencia)
En el postre tiramisú marca Savory (impreso en la parte de abajo de la caja):
NO DAR LA VUELTA AL ENVASE.
(¡Oooh, demasiado tarde! Este me encanta)
En un paquete de una plancha Rowenta:
NO PLANCHAR LA ROPA SOBRE EL CUERPO.
(Sin comentarios)
En un jarabe contra la tos para niños:
NO CONDUZCA AUTOMÓVILES NI MANEJE MAQUINARIA PESADA DESPUÉS DE USAR
ESTE MEDICAMENTO.
(Se evitarían un montón de accidentes laborales si alejáramos a estos peligrosos niños de la maquinaria)
En un cuchillo de cocina coreano:
IMPORTANTE: MANTENER FUERA DEL ALCANCE DE LOS NIÑOS Y LAS MASCOTAS.
(¡Pero qué mascotas tienen los coreanos!)
En una serie de luces de Navidad fabricadas en China:
SOLO PARA USAR EN EL INTERIOR O EN EL EXTERIOR
(Ojo, única y exclusivamente…)
En un paquete de frutas secas de American Airlines:
Instrucciones: ABRIR EL PAQUETE, COMER LAS FRUTAS SECAS.
(¡Uff, gracias!)
En una sierra eléctrica sueca:
NO INTENTE DETENER LA SIERRA CON LAS MANOS O LAS PIERNAS.
(¡No se me habría ocurrido hacerlo!)
En la caja de una televisión Wauta TV340:
ANTES DE MIRAR UN PROGRAMA, ENCIENDA EL TELEVISOR.
(Error; primero debe enchufarse)
En el manual de un teclado RAZOR Keyboard XP:
SI SU TECLADO NO FUNCIONA, ESCRÍBANOS UN E-MAIL A TECH@RAZOR.COM
(Cómo demonios les ESCRIBO un e-mail ¡si no funciona el teclado!)
Autor: Consumidor de Amazon muuuy frustrado.
Pronombres
El director decide averiguar qué es lo que hace su secretario que sale a la calle sobre las once de la mañana y regresa a la una de la tarde cada día. Contrata a un detective y a la semana este le informa:
— Cada día a la misma hora agarra su carro, va a su casa, hace “cositas” con su mujer, fuma uno de sus puros y vuelve al trabajo.
“¡Ah, menos mal! Creía que podía estar haciendo algo malo en ese tiempo”.
— Parece que no me ha entendido, señor, lo voy a tutear: agarra tu carro, va a tu casa…
Autor: Maestro de español.
Borrachales
Un borracho muy borracho llega a su casa. Con gran dificultad consigue sacar su llave y piensa:
“Eshta esh mi llave y eshta esh mi puerta”.
Tambaleándose, entra en la casa y dice:
“Eshta esh mi casha, eshte esh mi pashillo, eshta esh la puerta de mi habitashión”.
Luego de entrar a la habitación, sigue palpando y reconoce:
“Eshta esh mi cama, eshta esh mi mujer, y eshte tipo que eshtá durmiendo en la cama de sheguro shoy yo”.
Autor: El sobrio enfadoso de siempre.
Jesucristo en el IMSS
Jesucristo baja a la Tierra y se hace pasar por médico del Seguro Social para ver por qué hay tanta quejadera de los mexicanos que llegan al Cielo. Un hombre discapacitado es el primero que entra a consulta, pidiendo ayuda:
— Necesito urgentemente un justificante médico por mi grave lesión.
“¿Qué le ocurre?”.
— No puedo caminar.
“Levántese y ande”.
— ¡Que no puedo!
“Levántese y ande, ¡YA!”.
Enojadísimo, el hombre se levanta y se va andando al salir de la consulta. Entonces, otros pacientes le preguntan cómo es el nuevo médico y responde:
“Igual que todos, ¡tampoco se la creyó!”.
Autor: Anónimo del ISSSTE.
La monja
Una monja sube a un taxi y pide:
“Lléveme al monasterio”.
El taxista la lleva y, cuando están allá, le informa que son 200 pesos del servicio.
La religiosa dice:
“Gracias, ¡que Dios se lo pague!”.
Autor: Taxista estafado.