México ultima los preparativos de la consulta popular del domingo sobre enjuiciar a los expresidentes del país por varios delitos, un proceso que divide a los mexicanos entre quienes creen que acabará con la impunidad y quienes se oponen a que la justicia se someta a las urnas.
“Más de 93.6 millones de mexicanos estamos convocados a participar en este inédito ejercicio de democracia participativa. Por primera vez en nuestra historia, se va a llevar a cabo una consulta popular a nivel federal”, expresó este sábado el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova.
La consulta fue una promesa del Presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, quien como mandatario electo organizó un proceso similar para cancelar las obras del que iba a ser el nuevo aeropuerto capitalino.
Esta, sin embargo, será la primera que contará con garantías jurídicas y la participación de los organismos electorales, y sirve de antesala para la consulta de revocación de mandato del presidente convocada para el próximo año.
Esta, sin embargo, será la primera que contará con garantías jurídicas y la participación de los organismos electorales, y sirve de antesala para la consulta de revocación de mandato del presidente convocada para el próximo año.
“Ahora sí hay cámaras y los estamos grabando. Cuiden por favor sus carteras. Por favor guarden sus carteras bien. Viene el pelón, Salinas. Viene Chente Fox, luego convierte lo de la cartera en ranchos. Por ahí anda Zedillo, tengan cuidado por favor”, dijo uno de los encargados de las actividades para promover la consulta. Frente a él estaban personas usando máscaras de los exmandatarios.
La pregunta de la consulta ha sido un intenso tema de debate, puesto que en un inicio proponía enjuiciar a Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Ernesto Zedillo (1994-2000), Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
López Obrador los señalaba por la corrupción, las desigualdades, las privatizaciones, los fraudes electorales o la guerra contra el narcotráfico, entre otros males.
Pero el Supremo modificó la pregunta y dejó un enunciado muy abierto que plantea a los mexicanos si quieren “emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados”.
Aunque muchos consideran la pregunta poco clara, Ariadna Bahena, activista y promotora de la consulta, dijo a Efe que es “atinada” porque “los crímenes y las violaciones a derechos humanos no corresponden a una sola persona”, si no a varios actores de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
De todos modos, desde el inicio de la campaña el 15 de julio, los promotores vinculados al oficialismo han empapelado las calles con las caras de los exmandatarios.
“Estamos insistiendo en dar a conocer la pregunta concreta para evitar que las personas que el domingo lleguen frente a la papeleta no se sorprendan”, explicó a Efe la consejera electoral Norma de la Cruz.
CONSULTAR LA JUSTICIA
El planteamiento ha sido criticado no solo por la oposición, sino también por la comunidad académica y organizaciones civiles que consideran que la justicia debe aplicarse sin someterse a consulta.
“Me parece un sinsentido preguntar si los delitos deben de castigarse. Se pregunta un absurdo porque lo que se busca no es impartir justicia sino construir una agenda mediática”, dijo a Efe el politólogo de la universidad UNAM Khemvirg Puente.
Lo cierto es que ni el presidente ni nadie de su Gobierno han explicado su plan en caso de que se imponga el ‘Sí’.
“No se puede poner a consulta algo que los consultados no saben cuál va a ser la consecuencia de su voto”, insistió Puente.
En cambio, los promotores insisten en que el ‘Sí’ abrirá la puerta a que se creen Comisiones de la Verdad para investigar delitos de las anteriores Administraciones con la participación de las víctimas y la sociedad civil.
“No estamos planteando si se consulta la justicia. Es un instrumento para exigir justicia”, respondió Bahena.
EL RETO DE LA PARTICIPACIÓN
De todos modos el primer gran escollo será el de la participación, puesto que la ley exige que vote el 40 por ciento de los electores, 37 millones de mexicanos, para que el resultado sea vinculante, un reto titánico.
Además, por falta de recursos, el INE solo establecerá 57 mil mesas electorales, una cifra menor a las 163 mil de los últimos comicios.
Esto ha desatado el enésimo choque entre el oficialismo y el Instituto Electoral.
“Hay que seguir evidenciando que si la participación es muy baja es porque no hubo las condiciones”, expresó Bahena, quien este sábado protestó ante el INE.
La consejera De la Cruz contestó que, a pesar de que el Congreso no les ha cedido más recursos, el INE ha hecho una fuerte campaña de difusión porque quiere “que esto salga muy bien”.
LÓPEZ OBRADOR NO VOTARÁ
El que sorprendentemente no participará es López Obrador, quien, a pesar de convocar la consulta y promover la participación, ha dicho varias veces que su “fuerte no es la venganza”.
Es más, el viernes confesó que en caso de votar, algo que no podrá hacer porque está de gira fuera de la capital, optaría por el ‘No’.
“La consulta no me preocupa, se va a llevar a cabo. Me preocupa cuál será el mensaje del presidente el lunes por la mañana”, dijo a Efe el jurista Tito Garza. ZETA/SinEmbargo