De 2018 a 2021, la inversión productiva descendió a “niveles históricos” del 21% al 16% del Presupuesto de Egresos de la Federación. Situación que afecta el crecimiento económico de México, señaló Omar Contreras Borbón, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Indicó que si el gobierno federal no incrementa la inversión de este tipo, la cual detona la generación de empleo y la obra pública, el crecimiento económico del país será “marginal”, “inercial” y supeditado a las exportaciones hacia Estados Unidos.
En opinión del especialista si bien el país tendrá un crecimiento económico en 2021 y posiblemente 2022 por condiciones exógenas, como la vacunación contra el coronavirus, el T-MEC y la llegada del presidente Joseph Biden a la Casa Blanca, es necesario que dentro de México haya motores internos que incrementen la economía.
Durante su ponencia “Impactos económicos y tributarios de la pandemia” ante integrantes del Grupo 21, Contreras Borbón señaló que durante la epidemia del coronavirus SARS CoV-2 (COVID-19) México y el Congo fueron los únicos países en el mundo que no dieron apoyos a las empresas.
En 2019, México decreció 0.5% de su Producto Interno Bruto (PIB) y en 2020 con la pandemia la economía cayó 8.5%. Por lo que si bien este 2021 se estima un crecimiento de entre 4.5 y 5.5% no se logrará recuperar los niveles de 2018. Se estima que será hasta 2024 cuando la economía regrese a tales niveles, precisó.
Ante el decrecimiento económico que venía desde antes de la pandemia los trabajadores en la informalidad fueron los más afectados. En tanto sólo se han recuperado 447 mil empleos registrados en el Seguro Social del millón 157 mil que se perdieron el año pasado con motivo de la pandemia. Lo cual derivó en un incremento de la pobreza.
Por otro lado, advirtió que en los últimos años se ha incrementado la deuda pública del gobierno mexicano, ya que en 2018 era de alrededor de 8 billones y actualmente se encuentra en 13 billones de pesos. Lo que se observa con la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 es que el gobierno está gastando más de lo que recauda.
Aunado a ello 56% del PEF se destina a gasto corriente y 10% al pago de deuda. Esto último irá incrementando en la medida que aumente la deuda, lo que deja menos espacio para aumentar la inversión productiva.
Durante su exposición, Contreras Borbón destacó los cambios hechos en materia fiscal por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT) para ejercer mayor fiscalización y presión contra los contribuyentes, con el fin de cumplir con los compromisos de pago de la administración.
Algunos de estos cambios fueron a los artículos 33 y 40 del Código Fiscal de la Federación, con los que la autoridad pretende determinar cuánto pagará de impuestos un contribuyente eliminado el principio de autodeterminación, así como incautando precautoriamente cuentas bancarias y computadoras y demás sistemas donde se procesa la información.
Otro ejemplo de que la “lógica indiscriminada del SAT de recaudar por recaudar para poder cumplir con las obligaciones de gasto público excede los límites constitucionales” es el impuesto del 16% a los productos femeninos para la menstruación, como toallas sanitarias, tampones y copas, ya que es discriminatorio, abundó.
Por lo anterior, consideró que hace falta una reforma fiscal que atraiga inversión y dé un trato equitativo y justo a los contribuyentes. Aunado a que debe fortalecerse el Estado de Derecho en el país, no sólo en cuanto al combate a la delincuencia organizada, a la corrupción, sino también a dar seguridad jurídica.
“Que el día de mañana no salga algún gobernante con la ocurrencia de querer cambiar las leyes, porque eso es lo que está ocurriendo en México”, y eso afecta a las empresas que invierten y generan empleo a mediano y largo plazo, añadió.