Desde que un par de sujetos irrumpieron en el Hospital General de Tecate y asesinaron a un joven de 15 años, personal de salud teme por su seguridad ante la posibilidad de que vuelva a ocurrir
Trabajadores de la salud de Tecate han manifestado temor al realizar su labor, debido al incremento de pacientes involucrados en hechos violentos y a la falta de respuesta por parte de las autoridades en materia de seguridad.
El 13 de diciembre de 2020, el joven David Martín, de 15 años, fue lesionado en un conjunto habitacional de Tecate y llevado al nosocomio de la ciudad, sin embargo, siete horas después un par de hombres ingresaron al hospital y lo remataron con un disparo en la espalda y otro en la cabeza.
Mayra Yanín Rendón Machuca, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Salud Sección 24, comentó a ZETA que, a raíz de ese incidente, el personal de salud recibió llamadas de amenazas, advirtiendo no darle atención al joven.
Asimismo, comenzaron a observar vehículos afuera del área de Urgencias, vigilando entradas y salidas del personal, y aunque no agredieron a nadie durante el ataque al interior, se vieron afectados al realizar su trabajo.
La representante de los trabajadores de la salud mencionó que, pese a los acuerdos que se lograron, no ha habido presencia policial en el nosocomio, por lo que continuarán procurando el diálogo en materia de seguridad; de lo contrario, implementarán una asamblea permanente para manifestar su descontento.
HAY UN ANTES Y UN DESPUÉS
Manuel Alberto Castro, director del Hospital General de Tecate, comentó a este Semanario que después del incidente del 13 de diciembre, donde dos sujetos remataron al menor, se tomaron medidas en materia de seguridad, pero no han sido suficientes.
“Inmediatamente después de que ocurrieron los hechos, aquel 13 de diciembre, en el que dos hombres entraron al área de Urgencias y le dispararon al menor que estaba en una camilla, hubo una reunión con integrantes de la Mesa de Seguridad y se creó un protocolo para aplicarse cada vez que atendiéramos a una persona con esas características”, reveló.
Dicho protocolo consiste en que los pacientes que lleguen lesionados por arma de fuego al Hospital General de Tecate, deberán estar acompañados por elementos de la Policía Municipal resguardando la ambulancia.
De llegar por medios propios, será necesario dar aviso de inmediato a las autoridades para que estas lleguen lo antes posible y resguarden tanto a la persona como al personal de salud.
Aunque ya no se han presentado situaciones similares, hay “un antes y un después” de ese hecho, pues la sensación de inseguridad continúa, además de las secuelas psicológicas del personal presente ese día.
Si bien se ha implementado el protocolo, no ha sido suficiente para lograr una sensación de seguridad, “el hospital tiene ocho entradas y solo llegan uno o dos elementos con el paciente herido de bala, se requeriría a alguien que estuviera con él, otro en las puertas, además de los que vigilan por fuera; pero también sabemos que no hay suficiente personal y se hace lo que se puede”, resaltó el médico.
En opinión de Castro, el ambiente de inseguridad se vive en la ciudad en general, no solo al interior del hospital, pero es inevitable sentir miedo o incertidumbre cada vez que llega un paciente involucrado en un hecho violento, sobre todo si está relacionado con el crimen organizado.
Asimismo, refirió que, en 2020, desde que inició la pandemia y se convirtieron en los receptores de algunos pacientes de Tijuana, atendieron a 21 personas lesionadas por arma de fuego y diez en lo que va de 2021.
“Los que llegan en ambulancia es con la escolta de la Policía Municipal, que fue parte del acuerdo al que se llegó en esa reunión, pero los que llegan en vehículo particular, ahí sí tenemos que llamar a las autoridades, y en lo que llegan, estamos con el miedo de que pueden llegar en cualquier momento”, expuso.
En el caso de Tijuana, el Hospital General cuenta con el sistema de botón de alarma y, desde que inició la pandemia por el virus SARS-CoV-2, las instalaciones son resguardadas por elementos de la Guardia Nacional, al convertirse en hospital COVID. Castro confía en que pronto pueda ocurrir lo mismo en el de Tecate.
BOTÓN DE ALARMA EN TIJUANA
El 1 de junio se instalaron tres botones de alarma en el interior del Hospital General, con el fin de tener comunicación directa con el Centro de Control, Comunicación y Comando (C4) en caso de que sucedan las situaciones como la de Tecate, e incluso como las del de Tijuana. El último hecho violento ocurrió en 2007, cuando un comando armado ingresó para rescatar a uno de los suyos tras una balacera suscitada la mañana del 19 de abril contra policías de diferentes corporaciones.
Catorce años después de ese hecho y seis meses después de lo ocurrido en Tecate, se implementan estos tres dispositivos para dar aviso de manera inmediata en caso de ocurrir un hecho similar.
Rosario Camacho García, coordinadora del Departamento de Prevención Social del Hospital General de Tijuana (HGT), dijo a este Semanario que los botones son para situaciones “en caso de que se presente el impacto de un agente perturbador de origen humano o antropogénico, es decir, que tengamos una persona que ingrese a nuestras instalaciones, que esté armado, en caso de un incidente violento, alguien que porte una pistola, un cuchillo, una navaja o que ponga en riesgo las instalaciones, al personal o pacientes”.
Tal estrategia pretende implementarse en los hospitales generales de todo el Estado, pero, de acuerdo con el director en Tecate, no será pronto, “si por mí fuera, mañana mismo pediría que instalaran ese botón de alarma, pero no se puede, hay todo un procedimiento y trámites que se tienen que hacer”.
NO SE PERMITIRÁN ARMAS: PÉREZ RICO
El secretario estatal de Salud, Alonso Pérez Rico, afirmó que, a pesar de los hechos violentos registrados en Tecate, no se permitirán armas al interior del mismo, ni siquiera por parte de elementos de seguridad.
“La Secretaría -de Salud- tiene contrato con una empresa de seguridad, pero no tienen permitida la portación de armas, además, ¿qué puede hacer un guardia de seguridad ante un comando armado o personas armadas? A pesar de eso,
se realiza un trabajo de colaboración con las autoridades en materia de seguridad para que esto no vuelva a ocurrir, pero debemos dejar en claro que no se puede permitir que haya armas al interior del hospital para una situación así”, declaró a ZETA.
Al respecto, Mayra Yanín Rendón Machuca, representante de los trabajadores de la salud, refirió que el sindicato busca garantizar la seguridad del personal, al considerar que los esfuerzos hechos hasta el momento, no han sido suficientes.
“Que se haga lo que se tenga que hacer para que los trabajadores de los hospitales se sientan seguros de realizar su trabajo, porque no vamos a dejar de atender a pacientes, pero tenemos el derecho de hacerlo en un ambiente seguro”, aseveró.
Por otro lado, Pérez Rico recalcó que el botón de alarma colocado en Tijuana “no es para situaciones como la de Tecate”, sino para identificar cuando una persona ingrese con un arma de fuego y saber si realmente tiene permiso de portarla, ya que “se dieron situaciones en las que entraban personas con armas y no había manera de saber si tenían permiso para usarlas por ser policías o no, entonces el botón se puso para este tipo de situaciones, llamar directamente al C4 y preguntar si dicha persona tiene la autorización para la portación”, comentó en contraste con lo dicho por la coordinadora del Departamento de Prevención Social del HGT, Rosario Camacho García.
SEGUIRÁN INSISTIENDO
Rendón Machuca recalcó que buscarán el diálogo con las autoridades de Salud y de Seguridad Pública para garantizar la tranquilidad de los agremiados. De no ser escuchados, procederán a marchas o trabajar bajo protesta, pues por Ley no pueden suspender labores.
Asimismo, el director del Hospital General de Tecate admitió que la ciudad está en caos en materia de seguridad y no hay manera de sentirse seguros ni en sus propias casas, mucho menos en el lugar de trabajo. Saben que es un riesgo atender a pacientes involucrados en hechos violentos, por lo que queda esperar a que se instale el botón de alarma y brindar atención psicológica al personal que lo requiera para superar lo ocurrido en diciembre de 2020.