En su libro Las Venas Abiertas de América Latina, planteó que la pobreza, el sufrimiento y el subdesarrollo de la mayoría de los Estados latinoamericanos, no son un estado natural, sino uno creado por el saqueo económico e histórico comenzado por España y otros países de Europa, y luego por el Reino Unido y los Estados Unidos. Respecto a ello, dijo: “Nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros”.
En Disculpen la molestia, escribió: “¿Quiénes son los justos, y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina 3 millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren 15 niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?”.
Eduardo Germán María Hughes Galeano (1940-2015), periodista y escritor uruguayo, es considerado uno de los escritores más influyentes en Latinoamérica.
Sus libros más conocidos, Las venas abiertas de América Latina (1971) y Memoria del fuego (1986), han sido traducidos a veinte idiomas. Sus trabajos trascienden géneros ortodoxos y combinando documental, ficción, periodismo, análisis político e historia. Eduardo Galeano nació en la ciudad de Montevideo (Uruguay), en el seno de una familia de clase alta y católica. En su juventud trabajó como obrero de fábrica, dibujante, pintor, mensajero, mecanógrafo y cajero de banco.
Estudiando en París, supo que Juan Domingo Perón, había dicho que “Si ese muchacho anda por acá, me gustaría verlo”. Galeano, incrédulo, llamó al General exiliado en España. Perón lo recibió con los brazos abiertos. Tuvo una larga charla con el expresidente argentino, durante la cual le preguntó por qué no emitía más señales, y Perón contestó: “El prestigio de Dios está en que se hace ver muy poco”.
En el golpe de Estado del 27 de junio de 1973, fue encarcelado y obligado a abandonar Uruguay. Su libro Las venas abiertas de América Latina fue censurado por las dictaduras de Uruguay, Argentina y Chile. En Argentina, fundó la revista Crisis.
En España, escribió en 1984 su obra mayor, Memoria del fuego (historia de Latinoamérica); también visitó Estocolmo como parte del tribunal internacional ocupado de la invasión soviética de Afganistán de 1979. Uno de los momentos culminantes fue cuando un alto religioso afgano, exclamó: ¡Los comunistas han deshonrado a nuestras hijas! ¡Les han enseñado a leer y a escribir!
Entre 1987 y 1989, integró la Comisión Nacional Pro Referéndum, constituida para revocar la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, para impedir el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar en su país (1973-85).
En 2004, Galeano apoyó la victoria de la alianza Frente Amplio y de Tabaré Vázquez, en Uruguay. Escribió un artículo en el que mencionó que la gente votó utilizando el sentido común. En 2005, junto a intelectuales de izquierda como Tariq Ali y Adolfo Pérez Esquivel, se unió a la cadena de televisión latinoamericana TeleSUR. En México escribió en La Jornada.
En 2006 se unió a Gabriel García Márquez, Mario Benedetti, Ernesto Sábato, Thiago de Mello, Carlos Monsiváis, Pablo Armando Fernández, Jorge Enrique Adoum, Luis Rafael Sánchez, Mayra Montero, Ana Lydia Vega y Pablo Milanés, en la demanda de la independencia de Puerto Rico.
En abril de 2009, Hugo Chávez entregó un ejemplar de Las venas abiertas de América Latina a Barack Obama durante la V Cumbre de las Américas, celebrada en Puerto España (Trinidad y Tobago). El hecho provocó que se convirtiera en pocas horas en un éxito de ventas.
En 2010, el Semanario Brecha instituyó el Premio Memoria del Fuego, el cual fue previsto para que Galeano entregase anualmente a un creador que a sus valores artísticos se les sumara el compromiso social con los derechos humanos. El primer galardonado fue Joan Manuel Serrat. El segundo galardonado con el premio fue Manuel Martínez Carril, crítico cinematográfico y director de la Cinemateca Uruguaya, emblemática por su resistencia cultural en 2012.
M.C. Héctor Ramón González Cuéllar es académico del Instituto Tecnológico de Tijuana.
Correo electrónico: profe.hector.itt@gmail.com