Familiares reportan desde robos hasta el ataque de un individuo que irrumpió y destruyó decenas de tumbas en el panteón
Desde que se permitió el acceso en septiembre del 2020 al panteón Jardines del Recuerdo, ciudadanos de La Paz han denunciado a través de diversos medios las condiciones en las que se han encontrado las tumbas de sus familiares.
El vandalismo ha dejado huella en distintos momentos del último año en el mausoleo, el caso más reciente se trató de un sujeto que irrumpió en el campo santo y causó destrozos en más de 20 tumbas. Los familiares no tardaron en evidenciar el caso; con fotografías y vídeos mostraron las condiciones en las que quedaron las últimas moradas de sus seres queridos.
En las imágenes con las que los deudos evidenciaron la situación se observan vidrios rotos, golpes en las tumbas, arreglos florales destruidos y puertas forzadas.
La directora del Panteones del Ayuntamiento de La Paz, Carmen Benítez, aseguró que fueron alrededor de 17 tumbas las que sufrieron daños, no obstante, en la evidencia de los familiares se contabilizan más de 20.
De acuerdo con la declaración de la directora, el sujeto que atacó el panteón era una persona que se encontraba alterada, al grado de haber destruido las tumbas con su propio cuerpo. Aseguró que, cuando fue detenido, el presunto delincuente presentaba sangrado de cabeza y manos.
“Desgraciadamente una persona, que no está muy bien, hizo los daños. En varias capillas quebró los cristales, floreros y pertenencias de las capillas. Cuando lo detuvo la policía, iba muy mal herido; no sé cómo destruyó todo”, dijo.
La funcionaria afirmó que el panteón cuenta con el servicio de seguridad de dos veladores, no obstante, el día de los hechos, estos se encontraban en otras zonas el campo santo.
Asimismo, reconoció que la pandemia ha afectado la capacidad de la plantilla labora ya que varios de los trabajadores han sido enviados a sus casas para resguardo, por riesgos ante la COVID-19.
Sin embargo, recalcó que los familiares son dueños y responsables de las condiciones en las que se encuentran las tumbas.
“Aquí cada persona es dueña de cada tumba. Aquí hacemos la limpieza y la policía está las 24 horas. No podemos poner por cada tumba un vigilante, no alcanzaría, lo que tenemos que hacer es educar a la gente, que respeten”, dijo.
En septiembre del 2020, familiares también denunciaron una ola de robos. Decenas de tumbas fueron saqueadas; los amantes de lo ajeno se llevaron los objetos y recuerdos que estaban sobre ellas o en el interior.
Gabriela Chávez, una de las afectadas por esta ola de vandalismo y robos, reclamó la falta de seguridad para evitar la delincuencia, ya que durante casi seis meses estuvo prohibido el acceso.
“Se robaron varios objetos y obviamente forzaron la puerta; como se supone que no dejaban entrar al panteón, por eso no se había podido ir. La tumba de mi abuelo está atrás del panteón. A sabiendas de la restricción del lugar, con más razón debía estar la vigilancia al pie del cañón”, recriminó.
