El proyecto “Mar de Ilusión”, que se encarga de dar alimento a niños en situación vulnerable, así como adultos mayores, pide el apoyo de la comunidad para continuar con su labor, luego de que la pandemia provocada por la COVID-19 los dejara sin reservas.
Mary Olivas, presidenta y fundadora de esta asociación civil, comentó a ZETA que el proyecto se formó hace 18 años, después de un evento cerebrovascular que le dejó una incapacidad para trabajar.
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Sin el apoyo de nadie y con dos hijos que mantener, Mary buscó trabajos donde pudiera llevar a sus hijos consigo, y en el camino se fue encontrando con más niños que estaban solos y se unían a ellos para jugar y comer.
El grupo de niños de 5, se convirtió en uno de 18; además de cinco mamás que se unieron para apoyar, ya no solo con el alimento, sino con tiempo y atención, pues además de juegos y actividades, también comenzaron a darles clases y ayudarlos con las tareas.
Desde hace 12 años, se consolidaron como una asociación civil sin fines de lucro, y ahora dan atención a 350 niños en cuatro puntos de la zona Este de Tijuana, Mariano Matamoros Centro, El Florido primera sección, Maclovio Rojas, así como en El Hongo.
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Olivas refirió que antes de la pandemia los niños recibían atención médica, educativa, psicológica, además del tiempo que requiere un niño de manera cotidiana, ya que la mayoría son hijos de padres adictos a alguna droga, o que trabajan, estudian, o bien, han cruzado la frontera y los han dejado solos.
Asimismo, brinda apoyo a adultos mayores que se encuentran en estado de vulnerabilidad porque sus familias no los apoyan, o se quedaron sin empleo cuando se suscitó la pandemia.
“Aquí los niños tienen atención, amor, comida nunca les falta, les damos atención psicológica, dental, los llevamos al doctor, todo de manera altruista; son personas que vienen a dar sus servicios aquí, no cobran un peso”, dijo la fundadora de Mar de Ilusión.
En esta ocasión están pidiendo donativos en especie o económico, todo se destinará para la compra de alimentos o el pago de los servicios (como agua, electricidad o gas).
“Siempre tengo una reserva. Con lo de la pandemia cerramos el proyecto, pero no el comedor; todavía seguimos alimentando a los niños o quien lo necesitara, pero desde abril comenzamos a operar con regularidad y se me acabaron las reservas que tenía”, mencionó a ZETA.
Mary Olivas comentó que necesitan sopas, arroz, papas, aceite, leche, atún, jugo, o ingredientes para preparar las comidas; quien esté interesado en apoyar, puede comunicarse al número (664) 176-18-52.
