Desde hace tres años fue cercado el único parque que tenía la comunidad de Laderas del Mar en la zona de Playas de Tijuana. Vecinos denuncian que desde 2018, el área verde que beneficiaba a mil 500 familias pudo ser vendida, pues nadie ha respondido sus interrogantes sobre el despojo del único parque ubicado en la intersección de la rampa La Cima y la calle Playa Encantada.
“No sabemos quién lo cercó, el propietario que nos vendió es el arquitecto Joel Gámez, pero tampoco él nos ha dado una explicación al respecto”, afirmó Andrés Alonso Covarrubias, colono de Laderas del Mar en Playas de Tijuana.
La estrategia para impedir el acceso al parque comunitario fue que un gobierno colocó un módulo para atención a mujeres violentadas, “supuestamente iban a poner el módulo del Instituto de Protección a la Mujer, nos pusieron una casa rodante aquí, no lo hicieron y este terreno ya tiene tres años cercado; lo único que hicieron fue quitar el área verde del fraccionamiento”, narró Covarrubias, para complementar:
“Nunca funcionó. Pusieron una casa rodante que sería un módulo de atención a la mujer, pero nunca funcionó, lo quitaron y sigue cercado; cercaron la mejor parte, si te fijas es el puro centro y hay muchos rumores como la construcción de un edificio con vista al mar, unos locales comerciales”.
Por su parte, Enrique Huerta, también residente del fraccionamiento, declaró:
“Tenemos alrededor de unos cinco años que empezó esto, nos preocupábamos por mantener esta área limpia para que tuvieran acceso los niños, que vinieran a jugar, y desde hace como tres años nos sorprendió que esto amaneció cercado sin ningún motivo. Luego, es cierto que vinieron a instalar una ‘traila’ para ayudar a mujeres, eso duró muy poco y ahora lo tienen abandonado”.
Tanto Enrique como Joel saben que el caso es complicado, ya que el fraccionamiento no ha sido entregado al Ayuntamiento, pero insisten en que el parque tiene una historia de 15 años. Aún se aprecian juegos infantiles y una cancha de basquetbol en el predio.
Las autoridades municipales, que apenas iniciaron la investigación del caso, informaron a ZETA no tener alguna denuncia sobre el cerco, ya que así se podría violar el Reglamento Municipal de Control Urbano y Ecología.
