Entre las primeras acciones de Vicenta Espinosa luego de retomar el cargo de secretaria de Honestidad, que sucedió el 12 de abril tras dejar la posición para buscar la candidatura a la presidencia municipal de Tijuana y ser derrotada por la diputada con licencia Montserrat Caballero, acudió -acompañada de sus guaruras y en camioneta oficial- a Palacio Municipal para hacer una tarea extraoficial a sus funciones como servidora pública estatal: solicitar la renuncia a un colaborador de la alcaldesa Karla Ruiz Macfarland, pues se había referido como ignorante al gobernador Jaime Bonilla y esto le molestó tanto al mandatario estatal, que envió de personera a Vicenta para sacar al malagradecido funcionario. Esto, sin pedir la venia u opinión de la presidenta municipal. Luego por qué se preguntan quién gobierna Tijuana. Así las cosas con la “transformación” de Morena en BC, que se maneja con los vicios del pasado.
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