En un contexto de crisis económica, el aumento de precios en el gas LP pone contra las cuerdas a restauranteros que apenas subsisten por el bajo porcentaje de ventas, expone la Canirac
El último mes el alza de precios ha golpeado la economía de los habitantes y empresarios de Baja California Sur. Un ejemplo que despertó la inconformidad de la población fue el hecho de que el gas LP rebasó los 810 pesos por un tanque de 30 kilogramos.
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Denunciaron que a finales del 2020, el tanque de 30 kilos se vendía en 680 pesos aproximadamente, por lo que tanto ciudadanos como empresarios calificaron el incremento como “desmedido”.
La preocupación se esparció rápidamente en redes sociales, ya que la población externó su molestia ante la escalada en el aumento de precios de productos básicos para la vida. Los restauranteros es uno de los sectores más golpeados con el alza de precios en combustibles y otros productos de la canasta básica.
La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Lorena Hinojosa Olivas, recalca que este incremento de precios se ha registrado paulatinamente desde el 2020.
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“Lo que yo no entiendo es por qué hasta ahorita se menciona lo del alza. Tenemos desde todo el año pasado padeciendo esto. Es un alza increíble en toda la alimentación y los servicios, solo que ahorita es la cuestión energética”, dijo.
Reiteró que no se trata únicamente del gas y la energía eléctrica que -enfatizó- registran los precios más caros en todo el país.
“Sin aire acondicionado no hay trabajo, nadie entra a un lugar que está caliente. El gas es el principal insumo para cocinar. Si hubiera mucho trabajo, adelante; de ahí sale, pero apenas estamos levantándonos”, compartió.
Subrayó que todos aquellos que se dedican a la venta de comida saben que el incremento de los costos de los insumos es real, ya que todos los días documentan las variaciones en los precios de los productos de la canasta básica, como si estos fueran un lujo para la población.
Recordó que el sector empresarial atraviesa por una situación económica grave, la mayoría de los restaurantes opera con el mínimo de personal para disminuir costos operativos. No obstante, aunque el precio del gas LP aumente, no es posible incrementar el valor de los platillos que ofrecen.
“O pagas la luz o pagas la nómina, no hay para todo. Las ventas están por debajo de los gastos fijos de las empresas. Sí tenemos una imperiosa dificultad para poder trabajar, las utilidades son muy mínimas por estos gastos, pero no podemos aumentarles al consumidor, al cliente; si lo hiciéramos, no tendríamos nada de clientela”, compartió.
Corroboró que este año no se ha registrado nuevos cierres de empresas, sin embargo, reiteró que los negocios no tienen liquidez por lo que la reducción de la plantilla laboral sí ha impactado.
