El pasado 24 de marzo, cinco integrantes de una familia avisaron que regresaban a Jalisco tras pasar unas vacaciones en la Ciudad de México. Habrían cruzado los estados de Querétaro y Guanajuato, pero desaparecieron tras ingresar a territorio jalisciense, presumiblemente en el municipio de Acatic.
En una camioneta marca Mazda, color blanca, con placas JPK2293, viajaban el matrimonio compuesto por Jimena Romo Jiménez, de 24 años edad -y quien tenía un tatuaje con forma de corazón en la muñeca-; así como por Julio Alberto Villaseñor Cabrera, de 35; y la hija de ambos, Julia Isabella, de un año.
Además, les acompañaban Virginia Villaseñor Cabrera, y su hijo, Iker, de 9 años de edad. Al no ser localizados, familiares y amigos organizaron una campaña en las diversas redes sociales, con el hashtag #FamiliaVillaseñorLosBuscamos.
Los familiares de los desaparecidos declararon al diario local Mural, que han solicitado de forma independiente, imágenes de las casetas de cobro de las carretera, así como los datos de geolocalización. Por su parte, la Fiscalía General del Estado de Jalisco informó que siete policías del municipio de Acatic fueron detenidos la noche del pasado domingo 4 de abril.
El fiscal estatal, Gerardo Octavio Solís Gómez, indicó que desde el pasado 25 de marzo se recibió la denuncia por la desaparición de las cinco personas, entre ellas dos menores. Asimismo, detalló que la familia viajaba por carretera, por lo que se empezó a rastrear la zona por donde pudo pasar la camioneta en la que iban a bordo.
“Hemos estado trabajando con el Ejército y en el transcurso de las investigaciones se obtuvieron datos que hacen muy probable la participación de algunos policías de la comisaría de Acatic en la desaparición de las personas, en razón de eso se centraron las investigaciones en esta localidad”, señaló el fiscal estatal.
Solís Gómez indicó que tras documentar los hechos se obtuvieron ocho órdenes de aprehensión por desaparición forzada de personas, de las que ya fueron cumplidas siete. Además, el fiscal indicó que son más de 200 personas las que están trabajando en la región, haciendo recorridos por brechas y comunidades apartadas, para tratar de localizar a las personas desaparecidas.
Respecto al posible móvil de la desaparición forzada, Solís Gómez señaló que hasta ahora se descarta un robo, aunado a que existe una carpeta de investigación que se inició días antes de la desaparición de estas personas, “en relación a un sujeto que fue agredido con arma de fuego cuatro días antes, en la ciudad de Guadalajara, y esta persona tiene una relación laboral muy directa con dos de las personas desaparecidas, entonces es muy probable que los hechos estén relacionados”.
