“La Paloma y el Lobo”, ópera prima del cineasta Carlos Lenin que ayer jueves 22 de abril arribó a cines nacionales, retrata cómo personajes desplazados por la violencia sobreviven intentando amarse en un contexto de sed, miedo y nostalgia.
“Me parece importante rescatar pequeños relatos amorosos envueltos en una guerra como el narcotráfico que no cesará, y que parece desesperanzador el retrato de una geografía emocional, historia y diálogos humanos cotidianos en un corredor industrial que tiene que ver con una promesa de buena vida. Somos hijos de la violencia y tenemos que asumirlo, pero también replantearnos qué podemos hacer para cambiar”, afirmó Lenin.
El filme, protagonizado por Paloma Petra y Armando Hernández, se desarrolla con un ritmo pausado, en planos generales y expresivamente silenciosos, quizá sugeridos por los espacios.
“El tratamiento de la violencia fue implícito, a través de sonidos y atmósferas. No me interesa mostrar sangre o cuerpos calcinados, sino comunicar desde un lado emocional, de encontrar mi propio lenguaje y acercamiento a la realidad”, finalizó el realizador.