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lunes, septiembre 30, 2024
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Cuando el ánimo mengua

Conzultoría Matrimonial y Familiar

 

Si algo hace sufrir a las parejas es el hecho de que el hombre padezca disfunción eréctil/impotencia sexual (D.E.) porque entonces no se cumpliría con uno de los principales principios del matrimonio y de parejas que mantienen relaciones sexuales. No considero en este tema a los novios porque a ellos no les aplica, por razones naturales.

Sabemos que si el hombre tiene D.E. no puede cumplirle a su pareja, ya que la mujer no tiene ese problema (salvo por enfermedades específicas). Es entonces cuando la virilidad del hombre se pone en entredicho y su ánimo mengua, con ciertos efectos psicológicos como depresión, irritabilidad, y cambios de conducta.

Lo primero que dicen los especialistas es que es normal, que no se preocupen cuando es una primera vez. Pero en la segunda vez que no han podido tener sexo porque la erección de su pene no ha sido suficientemente firme es cuando se genera el miedo de que sea el principio de la disfunción sexual, dudando si al tomar alguna pastilla recuperarían su vigor sexual.

Se tiene que tomar en cuenta en que la palabra Impotencia abarca además los problemas relacionados con la reproducción, ya sea por la mala calidad de los espermatozoides, por falta de deseo sexual, etcétera. Mientras que la Disfunción Eréctil consiste en la dificultad para tener una erección, o en el caso de tenerla, no resulta ser suficientemente dura como para la penetración; o incluso efectuándola es demasiado breve para mantenerla durante toda la relación sexual.

El hombre no se permite fallar (aunque sufra internamente); hay mucha autoexigencia y perfeccionismo en torno a las relaciones sexuales. Y hay mujeres que creen en ocasiones que si el hombre no está totalmente excitado es por culpa de ellas, con lo que aumenta esa autoexigencia para satisfacerlas. Difícil o tardíamente el hombre recurre a la ayuda profesional, por la que sufre ansiedad, miedo, vergüenza y la percepción de que no se considera viril pedir ayuda, sin saber que puede ser por consecuencia por enfermedades cardiovasculares, como de tipo neurológico, u otros problemas como la diabetes, la hipertensión arterial, sobrepeso, aumento del colesterol o la arteriosclerosis, y sólo el especialista le puede ayudar a resolver el problema si todavía se puede.

Pero igualmente pueden ser enfermedades neurológicas que afectan a la transmisión de órdenes del cerebro y la médula espinal al pene a través del sistema nervioso; aquí es cuando digo que el cuerpo ya no hace caso a las órdenes del cerebro: quieres, pero no puedes.

La D.E. también puede ser provocada por el Parkinson, la esclerosis múltiple, enfermedades de la médula y las cirugías realizadas por cáncer de próstata (insisto, háganse oportunamente análisis del PSA), vejiga y recto, en caso de producirse una lesión de los nervios erectores.

Si bien es cierto que la edad hace que el ánimo disminuya (mengüe), es una oportunidad para explorar y hacer de muchas otras maneras el sexo. Tanto el hombre como la mujer deberían considerar que la penetración no es la única fuente de placer, y rebajar la angustia y la ansiedad cuando haya momentos en que no pueda realizarse el coito. El envejecimiento natural hace que cambie la respuesta sexual en el varón.

Recuerden ese famoso dicho de origen italiano: Si la vitalidad es grande y todo va bien, avanza con el pene; mas si la situación es difícil y menguan las fuerzas, avanza con la lengua. Si se torna imposible en todo intento humano, intenta con la mano; mas si esto no funciona sé creativo, y si todo es nulo… siempre avanza, que eso es lo importante.

 

El Lic. y C.P. Roberto Bautista es terapeuta sexual y de parejas con maestría en Mediación.

Correo: bautista46@hotmail.com

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