La familia Ruiz Montenegro perdió al pilar de su familia, un hombre que trabajó por 36 años en el DIF estatal. Previo a su fallecimiento, don Álvaro Ruiz Rodríguez dejó listo en papel a quién le dejaría su pensión y sus ahorros del trabajador: sus hijos y su esposa.
Sin embargo, a los meses su esposa también falleció. Los hijos, legítimos herederos del dinero que generó su padre por los años de servicio al estado, recogieron los cheques que les pertenecen, incluyendo el que venía a nombre de su difunta madre.
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Llegaron al banco para poder cobrar el recurso, pero éste les negó el dinero porque el cheque estaba endosado a nombre de la señora Montenegro. Los hijos nombraron a un albacea para que fuese quien cobrara ese dinero y buscaron a las autoridades del DIF para que les cambiaran el nombre del cheque, y así poder cobrarlo.
Pero la respuesta del órgano gubernamental fue que el dinero ya estaba etiquetado y que no se podía hacer modificación alguna. La única opción era hacer un juicio sucesorio mediante un notario público, pero la familia no cuenta con los recursos económicos para pagar al abogado y el papeleo.
ZETA buscó al secretario del Trabajo, Luis Algorri, para saber cuáles son las posibilidades que tiene la familia para poder cobrar el recurso que les pertenece por el trabajo de su padre. Su respuesta fue que ya no era competencia del DIF, sino que ahora es casi obligatorio que los familiares realicen el juicio sucesorio para poder cobrar el dinero. Esa fue su solución.
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