De Trez en Trez
Uno.- Mientras toda la clase política y gobernante está enfrascada en una guerra de todos contra todos, en miras a las elecciones del próximo mes de junio, se han dejado de atender los principales problemas que aquejan como nunca a los gobernados; entre estos la seguridad pública que se ha descuidado, dejando el zaguán abierto para que los pillos hagan y deshagan a su antojo.
Así, desde el mismo Presidente de la República, los partidos políticos, el Instituto Federal Electoral (INE), los gobernadores estatales, presidentes municipales, funcionarios federales y locales, diputados y senadores, candidatos y candidatas a cargos de elección popular traen una lucha entre ellos, como si no existiera algo más importante que conservar o acceder a tal o cual puesto que asegure para ellos (en lo personal o para su grupo), una posición de ventaja respecto a sus rivales, adversarios o enemigos. Lo demás, en este momento no existe.
Como consecuencia de lo anterior se ha politizado casi todo, desde la pandemia y todo lo relacionado con las vacunas, la educación de niños y jóvenes, el combate a la corrupción, y por supuesto la seguridad pública, entre otros asuntos de suma importancia.
Doz.- Por estos rumbos “no se cantan mal las rancheras” en eso del descuido a la seguridad ciudadana; según cifras e informes oficiales, entre ellos el más reciente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana: Baja California ocupa el segundo lugar entre los estados más violentos del país, con mayor número de homicidios dolosos; según Rosa Icela Rodríguez, titular de la SSPC, es en Guanajuato, Baja California, Jalisco, Michoacán, Chihuahua y el Estado de México donde se concentra el 50% de los homicidios dolosos cometidos en todo el país.
Tijuana aparece entre los 15 municipios que concentran el 27.6% de los homicidios dolosos. De estos 15 municipios, 9 son gobernados por presidentes municipales de Morena, 4 por el PAN y 2 por Movimiento Ciudadano, y en todos habrá de elegirse integrantes de sus ayuntamientos el 6 de junio.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal en México, informó en febrero pasado que 20 de las 50 ciudades más peligrosas en el mundo están en México, lo que representa el 40% del total; Tijuana repite en el primer lugar, y le siguen Ciudad Juárez, Uruapan, Irapuato y Ciudad Obregón; en dicha lista aparecen ciudades como Caracas en Venezuela, Ciudad del Cabo en Sudáfrica, y Vitória da Conquita en Brasil.
Como si fuera poco, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, señala que Tijuana encabeza la lista de los 20 municipios más peligrosos para las mujeres en México; le siguen Culiacán en Sinaloa y Zapopan, Guadalajara, así como Tlajomulco de Zúñiga en Jalisco, Manzanillo en Colima, y Morelia, Michoacán.
Trez.- Todo lo anterior son cifras, lugares y datos que constan en informes oficiales del gobierno federal y de organizaciones no gubernamentales. No son inventadas.
Las consecuencias del descuido en materia de seguridad pública de los gobiernos en sus tres niveles, la padecemos todos a diario y de ella da cuenta la información que un día sí y otro también nos habla de secuestros, robos, ejecuciones, desmembrados y diferentes atrocidades, las que, por desgracia, muchos ya ven como algo cotidiano. Lo mismo sucede en buena parte del país.
Lo dicho, mientras la clase política y gobernante se pelean los cargos, Baja California (y en especial Tijuana) vive aterrorizada por las guerras impunes entre los cárteles, por dominar esta tan importante plaza; pero lo prioritario para los que gobiernan sigue siendo la “grilla” y no el bienestar ciudadano.
P.D.- Ensenada y su amplio territorio, Rosarito y Tecate, así como Mexicali, no escapan de esta violencia.
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana.
Correo: profeohe@hotmail.com