A través de un foro virtual denominado “Voces Sobreviviendo En El Olvido En Busca De Asilo”, transmitido por distintas plataformas digitales, un grupo de personas migrantes, compartieron sus experiencias y los retos a los que se han tenido que enfrentar al buscar asilo humanitario desde diferentes partes de la frontera entre México y Estados Unidos. El común denominador, es exigir que se respete su derecho al asilo.
Katerine Girón, organizadora comunitaria en Espacio Migrante en la ciudad de Tijuana, compartió que desde hace varios años, las personas en contexto de movilidad han vivido en carne propia el ataque en contra de su derecho de solicitar asilo por parte de las políticas antinmigrantes del gobierno estadounidense, a las que calificó de inhumanas. Como ejemplo de estas políticas, nombró al programa MPP (Protocolo de Protección a Migrantes por sus siglas en inglés) con el que se ha obligado a miles de familias a quedarse en México, mientras son elegidos para una audiencia en respuesta de sus casos.
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“La eterna lista de espera que es injusta e incluso el cierre de la frontera que desde hace casi un año ha imposibilitado a las familias y personas migrantes en solicitar asilo en los Estados Unidos y ha dejado en una situación de vulnerabilidad más grande a estas familias, es por eso que el día de hoy, migrantes en diferentes ciudades de la frontera norte de México, tales como Monterrey, Nogales, Ciudad Juárez y Tijuana para alzar la voz”, detalló Girón.
A lo largo de la hora y media que duró el foro virtual, distintas personas en contexto de movilidad compartieron sus experiencias en el programa MPP y cómo fue vivir durante este año en que la frontera ha estado cerrada por la continencia sanitaria a consecuencia de la COVID-19, algunos todavía desde alguna de las ciudades de la frontera, otros desde Estados Unidos, desde donde continúan realizando su proceso de audiencia para la solicitud de asilo.
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Uno de los participantes en el foro, fue Ziad, un hombre de nacionalidad etíope que lleva un año viviendo en Tijuana, desde entonces está en la lista de espera para obtener una audiencia con autoridades norteamericanas. Compartió que las experiencias han sido diversas, describió que ha sido víctima de xenofobia y racismo, lo que ha derivado en malos tratos en los lugares donde rentan, asimismo, han vivido amenazas y chantaje, principalmente, a la hora de solicitar servicios básicos.
“En un lugar donde varios africanos estábamos rentando, nos cortaban el agua por días, en medio de la pandemia, y se nos ocurrió reclamar la reconexión del servicio, y llamaron a la Policía Municipal, quienes detuvieron a varios compañeros y los esposaron con una cadena larga, humillándolos y utilizando lenguaje racista… Otra mala experiencia que he vivido como migrante es la extorsión de la Policía porque no tenía papeles legales, y querían que pagara cada vez que acudían a donde estaba”, detalló Ziad.
Otra de las participantes fue Elena, una madre soltera, originaria del estado de Guerrero, quién junto con su hijo de 13 años, llegó a la frontera de Nogales, Sonora para solicitar asilo. La experiencia fue descrita como estar en el limbo, en un completo desesperar, ansiedad e incertidumbre, ya que ella no cuenta con un número en la lista de espera para tener la audiencia con Estados Unidos.
“Yo llegué aquí cuando cerró la frontera, no alcancé un número, y así como yo, muchas personas nos encontramos en dicha espera, sin número, en completa desesperanza. Estamos como en el aire, como suspendidos, pasan los días, las semanas, los meses, ya llevo aquí un año, esperando. En mi opinión la lista de espera solo es un medio de corrupción. Mi petición es que dicha lista desaparezca porque tal espera no debería existir, puesto que al solicitar asilo como el derecho que nos corresponde, estamos pidiendo protección, nuestra vida corre peligro y nos hacen esperar en la frontera, en donde el peligro se encuentra en toda la extensión de la palabra, y el objetivo del asilo es salvaguardar la vida de los seres humanos”, detalló.
