Elementos de la de la Policía de Investigación (PDI), adscritos a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), detuvieron este viernes 19 de marzo, en la calle Crepúsculo, en la colonia Insurgentes Cuicuilco, alcaldía de Coyoacán, a Vanessa Ballar Fallas, alias “La Güera”.
Ello por ser la presunta autora intelectual del asesinato de dos personas de los israelíes Benjamín Yeshurun Sutchi y Alon Azulay, ocurrido el 24 de julio del 2019, en un restaurante de la Plaza Artz, ubicada en la colonia Jardines de El Pedregal, alcaldía de Tlalpan.
Tras el arresto, la mujer fue presentada a la Fiscalía Central de Investigación para el Delito de Homicidio y se prevé que al cumplirse el término legal correspondiente, Ballar Fallas, de 54 años de ead, será trasladada a un reclusorio de la Ciudad de México.
Según las investigaciones realizadas por la Fiscalía de la capital de la República, “La Güera” citó a los israelíes en un restaurante, para supuestamente entregarles 20 millones de euros. Sin embargo, Sutchi y Azulay, fueron asesinados por Esperanza “N” y Mauricio Hiram “N”, cómplices de Ballar Fallas.
La “Güera” llegó al restaurante bajo el nombre de “Vanesa Bayer” y reservó una mesa para las víctimas. Antes del ataque, salió del restaurante y huyó de la plaza comercial a bordo de una camioneta conducida por otra persona, según quedó grabado en imágenes obtenidas por cámaras de videovigilancia del C5 de la Ciudad de México.
Agentes de la @PDI_FGJCDMX cumplimentaron una orden de cateo en la que aseguraron a Vanessa “N”, persona posiblemente relacionada con la muerte de dos personas de origen extranjero, ocurrida en julio de 2019 en un restaurante de @TlalpanAl pic.twitter.com/FRAzsSWRs8
— Fiscalía CDMX (@FiscaliaCDMX) March 19, 2021
VÍCTIMAS TENÍAN ANTECEDENTES CRIMINALES
Los dos ciudadanos israelíes asesinados el 24 de julio del 2019, al interior de la Plaza Artz Pedregal, ubicada en el sur de la Ciudad de México, eran conocidos delincuentes, que incluso pasaron tiempo en prisión, uno de ellos por asesinato, según lo informaron diversos medios de aquel país.
Los hombres, identificados como Alon Azulay y Jony Ben, estaban vinculados con grupos criminales en México. El primero de ellos tenía un permiso de trabajo temporal en el país, el cual concluía en marzo del 2022.
Asimismo, el Canal 12 de Tel Aviv explicó que una de las víctimas estaría relacionado con el conocido criminal Erez Akrishevsky, deportado a Israel, país del que huyó hace 18 años para esconderse en México.
Los medios israelíes, entre ellos el periódico The Jerusalem Post, añadieron que los hombres asesinados eran originarios de Ben Yatam y de Tel Aviv, y que sus familias ya habían sido notificadas del caso.
Al reseñar lo ocurrido, el rotativo antes citado, narró que las víctimas -a los que se refiere como “los infames criminales”- fueron asesinados en una cafetería.
“Una pareja estaba sentada en la mesa adyacente. Después de que los hombres ordenaron sus bebidas, el hombre y la mujer se levantaron de su mesa, se acercaron a los israelíes y uno de ellos les disparó con una pistola”, indicó The Jerusalem Post.
Según el mismo diario, el supuesto “crimen pasional”, una de las líneas de investigación presentadas por las autoridades de la Ciudad de México, en realidad se trató de una traición al crimen organizado.
“La mujer contó a los investigadores que disparó a los israelíes por ‘traición y deseo’, aparentemente un código criminal para el asesinato, debido a la traición contra el mundo criminal en México”, agregó el rotativo israelí.
La mujer, identificada como Esperanza ‘N’, presunta autora material del asesinato, fue detenida mientras intentaba escapar. Después confesó que se trató de un crimen pasional, ya que conoció a una de las víctimas a través de la red social Facebook, y cometió el asesinato por una supuesta infidelidad.
Un día después del asesinato, Ulises Lara López, entonces vocero de la ya extinta Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), informó que el asesinato de Azulay y Ben, podría estar vinculado con “arreglos” entre grupos criminales y delincuencia organizada de la mafia israelí, además de que descartó la versión de que el crimen tuviera un móvil pasional.
