Desde policías hasta funcionarios de la fiscalía, han sido blanco de bandas del narco, y es posible que los grupos delincuenciales “nos estén asaltando para tener recursos para operar la delincuencia en la entidad”, dijo a ZETA una fuente de seguridad
Desde enero de 2021, la violencia se apoderó de las calles de La Paz. A finales de 2020 ya se había registrado el ataque a un elemento de Seguridad Pública, cuando hombres armados le dispararon a las afueras de la tienda de autoservicio Oxxo de la colonia El Progreso.
Agentes de Investigación Criminal confirmaron el asesinato de José Martín Manríquez González, agente con permiso de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz.
“Los sicarios lo estaban esperando a las afueras de la tienda, parece que ya venían tras él y llegaron al punto donde lo esperaron a su salida y descargaron el arma de fuego en su contra, perdiendo la vida al instante. Los informes entregados para la investigación detallan que el elemento se desempeñaba en la comandancia de El Carrizal, pero recientemente había solicitado el permiso para abandonar la corporación”, expuso una fuente de la Mesa de Seguridad Pública de Baja California Sur.
Pero el riesgo para los agentes de seguridad es igual para los tres niveles de gobierno, las agresiones fueron documentadas incluso desde inicios de diciembre pasado, cuando recrudeció la violencia en contra de servidores públicos.
Los elementos de la Guardia Nacional, el Tercer Maestre Mario Alberto Mondragón Tirado y el Cabo Obed Jiménez Toledo, fueron levantados por un comando armado atrás de la tienda Coppel durante la madrugada del 2 de diciembre en Ciudad Constitución, municipio de Comondú.
“Ambos elementos fueron torturados casi a muerte, los elementos estaban de civil, pero no fue una equivocación, el comando armado que los privó de la libertad, los golpeó sin piedad y fueron llevados a un área despoblada, donde los arrojaron y les dieron el tiro de gracia, sin embargo, uno de los elementos no murió en el sitio, fue encontrado aún con vida y trasladado al hospital del ISSSTE en estado crítico. A las afueras, la Guardia Nacional implementó un operativo de búsqueda”.
Según información recabada, tres elementos de la Guardia Nacional salieron de una taquería cercana, iban caminando cuando fueron interceptados por los sicarios. Los dos elementos fueron subidos a la punta de golpes con bates de beisbol y realizaron algunos disparos; no descartan que hayan sido levantados ya con heridas de bala, al encontrarse sangre en el lugar.
El Cabo Obed Jiménez fue encontrado horas más tarde en el Bordo de Los Cajoncitos, mientras que Mario Alberto Mondragón Tirado fue encontrado sin signos vitales en la calle Rodolfo Montaño de la colonia Chato Covarrubias. En el relato de un tercer elemento, quedó establecido lo siguiente:
“Íbamos caminando de la taquería, cuando nos cierran el paso camino a casa, escuchamos los carros y corrí, escuché disparos y no me detuve, estábamos desarmados, cuando volví la mirada ya no encontré a mis compañeros, se los llevaron”.
Un tercer ataque se perpetró el 28 de enero en La Paz, el reporte se recibió en el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4), que alertó a las fuerzas de seguridad sobre un atentado contra un elemento en activo. Las unidades se concentraron en las calles Cuauhtémoc, entre Gómez Farías e Independencia, donde había un auto estacionado en el área de Urgencias del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Al recabar más datos, los elementos de seguridad confirmaron que el ataque se había registrado en Reforma, entre Josefa Ortiz de Domínguez y Licenciado Primo Verdad, sitio de donde se movió el herido de bala hasta el hospital del IMSS. Ambos sitios fueron resguardados por las fuerzas del orden.
El mediodía del 30 de enero, elementos de la Guardia Nacional encabezaron una persecución por calles de La Paz, marcándole el alto a un automóvil Toyota Corolla gris, sin embargo, los individuos emprendieron huida. Fue hasta el cruce de 5 de Febrero y Ramírez que el auto se estrelló contra una camioneta Trax de color blanco. Allí fueron detenidos tres individuos que descendieron del auto y huyeron de manera pedestre, pero la Guardia no emitió información al respecto, solo se sabe de la detención de tres masculinos.
ATAQUE A LA PGJE
Alrededor de las 17:25 horas del 28 de enero, Héctor Antonio Mijares Vázquez, de 42 años y empleado de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), circulaba por la Avenida Reforma en la colonia Centro de La Paz, a la altura de la funeraria del Patronato, entre Josefa Ortiz de Domínguez y Licenciado Primo Verdad. Allí fue interceptado por una camioneta Ford Escape de color azul.
La víctima señaló que dos individuos descendieron de la camioneta y dispararon en repetidas ocasiones en su contra.
Frente al área de Urgencias del IMSS fue encontrado el vehículo de la víctima un automóvil Nissan Máxima en color gris oscuro, modelo 1998, placas de circulación 510-PMW-2, en el cual se apreciaba el cristal posterior izquierdo estrellado, manchas al parecer de sangre sobre el asiento del chofer, y dos agujeros al parecer de impactos de arma de fuego sobre la puerta del chofer.
Médicos internistas compartieron que el empleado de la PGJE presentó dos heridos por proyectil de arma de fuego, en costillas y pierna izquierda, momentos después de su ingreso, Héctor Antonio fue trasladado por una ambulancia al Hospital Juan María de Salvatierra, donde fue resguardado por agentes de seguridad.
“Personal de la Dirección de Servicios Periciales, acudieron a la calle Reforma, de donde se reportaron detonaciones de arma de fuego, para proceder al registro, embalaje y cadena de custodia de evidencias encontradas en el lugar para su envío a los laboratorios de la Dirección de Servicios Periciales de la PGJE para su análisis pericial correspondiente. El lesionado fue identificado, es trabajador del área administrativa de la PGJE y su salud es reportada como estable”, informó la procuraduría estatal.
La investigación del atentado contra el elemento se ha manejado con absoluto sigilo, la anunciaron que pronto darán a conocer datos relevantes de esta y otras investigaciones pendientes, en las que servidores públicos del área de Seguridad Pública en el Estado han resultado lesionados o asesinados.
Adelantaron que se analizan todos los datos de prueba para dar con el o los responsables de cada uno de los incidentes, con el fin de esclarecer los atentados contras las fuerzas del orden, pero también aquellos contra sudcalifornianas, en hechos recientes y otros más antiguos.
AMENAZA Y DESAPARICIÓN
Para investigadores de la Agencia Estatal de Investigación Criminal, “antes de una desaparición siempre hay una amenaza”, por ello valoran tanto lo ocurrido al momento de la desaparición, como toda la información sospechosa, llamadas, encuentros y lo que permita contribuir a la localización del desaparecido.
“Un indicio previo a la desaparición puede indicar si se trata de un secuestro para hacer daño, o bien, algún conflicto familias, ahí ya sería una sustracción de menor o dependiendo la circunstancia”, por ello son vitales las primeras horas para la localización de la víctima.
Precisamente partiendo de las amenazas contra personas presuntamente vinculadas con la delincuencia organizada, el 1 de febrero se localizó una pinta en un domicilio de La Paz, amenazando al dueño que, de no pagar una supuesta deuda, lo asesinarían.
La pinta fue colocada en una vivienda de las calles Ignacio Allende y Callejón Clemente Guillén de la colonia Los Olivos. Alrededor de las 09:45 horas, el ocupante de la casa se percató del mensaje inscrito en una pared blanca con tinta negra:
“Paganos titi o te quebramos, paga”.
Al llegar los elementos de Seguridad Pública Municipal de La Paz, se entrevistaron con Hugo Alberto “N”, de 36 años, quien desconoce la razón del mensaje amenazador, pues dice no tener deudas ni problemas con nadie.
“Manifestó que al salir de su domicilio se percató que habían grafiteado la barda de su domicilio, que no tenía ninguna deuda y que solo sus familiares le decían por el apodo de ‘Titi’”, informó a los oficiales el afectado.
Elementos de investigación criminal solicitan a familiares y cercanos que brinden toda la información, ya que puede ser vital para recuperar a la víctima con vida.
En Baja California Sur se ha registrado una cantidad importante de personas desaparecidas, que salieron de sus casas y ya no volvieron a aparecer. De allí la importancia de informar sobre estas mantas.
Surgen casos como el de César Arturo Rangel, cuyo vehículo fue localizado el 3 de febrero sobre Avenida Santa Fe en Cabo San Lucas, municipio de Los Cabos y reportado como desaparecido; José Alberto Osuna Gutiérrez, de 17 años, a quien su familia lo busca desde el 3 de febrero y fue visto por última vez en Guerrero Negro, municipio de Mulegé.
De Jorge Geovany Cota no se sabe nada desde el 26 de enero, cuando fue visto en la colonia Mesa Colorada, también en Los Cabos. Tiene 37 años de edad, mide 1.74 metros, ojos café claro, labios delgados y porta una cadena plateada de San Judas Tadeo en el cuello.
Jorge Ramos Sánchez desapareció el 27 de enero en la colonia 20 de Noviembre, según relatan, fueron bajados por oficiales de Seguridad Pública junto con un amigo y no han podido ser localizados.
Como ellos, hay por lo menos cinco personas más reportadas como desaparecidas y que ya se encuentran en las listas de los colectivos de búsqueda.
ASALTANTES RELACIONADOS
Líneas de investigación en la PGJE apuntan a las diversas bandas de asaltantes que se han registrado en La Paz y Los Cabos, a quienes están investigando por posible relación en la desaparición de personas y hasta homicidios.
Aunque no es una línea de investigación muy sólida, agentes de investigación no descartan que estén relacionados de alguna manera.
“Es muy probable que sea un modus operandi, que los grupos delincuenciales estén asaltando para tener recursos para operar la delincuencia en el Estado, que sea parte de la operatividad de los grupos criminales para financiar levantones. Toda la información gráfica de los lugares que han asaltado está siendo recabada y comparada, las descripciones de quienes participaron en uno u otro delito para hilar la información; lo importante es llevar a la justicia a los responsables”, comentó un agente a ZETA.
Según elementos de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz, “es posible que estén operando bandas de asaltantes, que sean grupos organizados, por ello no se descarta las manos de la delincuencia organizada que ha llegado a la disputa de la plaza”.
Durante la madrugada del jueves 7 de enero, un solitario asaltante se presentó en tres comercios, el primero fue el Motel El Puente en carretera La Paz-Chametla, donde la cajera reportó que un hombre a bordo de un automóvil blanco le apuntó con un rifle de alto poder, apoderándose de alrededor de 2 mil 500 pesos, la venta de la noche. El mismo asaltante fue reportado en dos intentos de atraco a gasolineras en Pino Payas y Las Garzas, con el mismo auto y rifle.
De la misma manera, desde finales de diciembre de 2020 y en el mes de enero, se han reportado tres asaltantes que ingresan a tiendas de autoservicio, se hacen pasar por clientes y de un momento a otro, a punta de pistola amenazan a cajeros y se llevan la venta del día.
Tiendas de conveniencia farmacias y moteles, han sido el blanco de bandas de asaltantes armadas; cada uno está bajo investigación.