El presidente Joe Biden firmó este martes 2 de febrero, tres decretos en materia migratoria, con la finalidad de revertir las políticas restrictivas adoptadas por su predecesor, Donald Trump.
Uno de los decretos crea una comisión, que estará a cargo de la primera dama Jill Biden, dedicada a reunir con sus padres a los inmigrantes menores de edad, que fueron separados de sus familias al llegar a la frontera estadounidense durante el gobierno del magnate neoyorquino.
Dicho programa se llevó a cabo entre principios de mayo y el 20 de septiembre de 2018, afectando a un total de 2 mil 654 familias.
Pero según informes del propio Gobierno de Trump, las separaciones familiares comenzaron en abril de 2017 y el número total de familias afectadas asciende a varios miles.
Un reporte del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), fechado en enero de 2019, reveló que el Gobierno estadounidense no tenía un protocolo ordenado para separar y tampoco para reunificar a las familias.
Otra medida persigue reabrir acceso al sistema legal estadounidense a refugiados centroamericanos y personas que buscan asilo, el cual había quedado cancelado durante el Gobierno de Trump.
La tercera orden ejecutiva firmada por Bien, elimina el requisito impuesto por la Administración de Trump, el cual obligaba a los parientes de inmigrantes que reciben asistencia pública a reembolsar dicho dinero al Gobierno de EE.UU.
“No estoy haciendo nuevas leyes, estoy eliminando malas políticas”, dijo el Biden desde la Oficina Oval de la Casa Blanca, acompañado por la vicepresidenta Kamala Harris y por el recién confirmado Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
“La situación en la frontera no se transformará de la noche a la mañana, debido en gran parte al daño causado en los últimos cuatro años”, dijo la Casa Blanca en un comunicado antes de la firma de los tres decretos.
“Pero el Presidente está comprometido con un enfoque que mantiene a nuestro país seguro, fuerte y próspero y que también se alinea con nuestros valores”, agregó la sede del Gobierno de Estados Unidos.
El pasado viernes 29 de enero, la exembajadora estadounidense en México, Roberta Jacobson, a quien Biden nombró para dirigir la política migratoria en la frontera, anticipó que las órdenes apuntan a establecer una línea de trabajo compartida entre EE.UU. y los países desde donde se genera la inmigración hacia el norte, atacando las causas que motivan la huida cada año de miles de personas en busca de asilo y/o mejores oportunidades de vida.
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