Será hasta finales de febrero cuando se reactive el Programa Nacional y Estatal de Vacunación contra COVID-19 al personal de salud de Baja California, en dos fases que se han visto empañadas por una laxa estrategia para garantizar que solo la primera línea sea inmunizada
Más de 17 mil 325 empleados de primera línea Sector Salud ante la enfermedad COVID-19, se quedarán sin la vacuna concebida por las farmacéuticas Pfizer/BioNTech hasta la segunda o tercera semana de febrero, por lo que el plan de vacunación de 30 mil personas para enero en Baja California, queda cancelado.
Apenas el 12 de enero llegó el primer embarque con 9 mil 750 dosis para personal de primera línea y se anunció que cada martes llegarían vacunas a la entidad, hasta juntar 30 mil unidades para cubrir todo el Sector Salud público y privado.
El segundo embarque llegaría el martes 19 de enero, con alrededor de 12 mil dosis, aunque en un principio se manejaron 7 mil, luego 10 mil y por último 12 mil, para vacunar a alrededor de 500 elementos restantes de primera línea y luego comenzar con el personal de consulta y atención a enfermedades respiratorias, es decir, segunda y tercera línea.
Son dos los motivos por los que no se va a poder cumplir con el Programa Nacional de Vacunación estipulado para Baja California. El primero, como parte de la iniciativa Covacs, donde México es integrante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido que se destine parte de lo que le corresponde a otros países, a los de menos recursos.
El segundo motivo, es porque Pfizer/BioNTech suspenderá producción de la vacuna para reestructurar sus fábricas, de esa manera, podrá producir lo suficiente para surtir la demanda de cada país.
SE QUEDAN SIN VACUNA
Con el primer y segundo embarque se lograron vacunar a 12 mil 675 de personal de salud, incluyendo a 650 del sector privado y los que se “metieron en la fila”, pero quedaron 17 mil 325 que no podrán protegerse hasta la segunda mitad de febrero.
El segundo lote llegó en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana a las 11:05 horas del miércoles 20 de enero –no el 19, como se había anunciado- a las instalaciones de la Base Aérea Militar Número 12, con 2 mil 925 dosis.
Para recibirlas estuvieron Alonso Pérez Rico, secretario de Salud; David Gutiérrez Inzunza, director de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris); Javier Cabral, representante del programa de vacunación del Gobierno Federal; Gilberto Herrera, delegado regional de Bienestar Social federal; Saúl Luna, Comandante de la Segunda Zona Militar; así como miembros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
ZETA estuvo presente en el lugar, de donde salieron cinco convoyes, tres del IMSS, uno del ISSSTE y uno de la Secretaría de Salud, escoltados por elementos de la Guardia Nacional, y el último, por el Ejército Mexicano.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se quedó con una cantidad de vacunas destinadas a su personal y médicos de primera línea del sector privado.
En esta ocasión la distribución se hizo en las mismas instalaciones de la base aérea y no en el Hospital General de Tijuana, como la primera vez.
La vacuna se repartió de la siguiente manera:
IMSS
120 dosis en Mexicali
120 en Tijuana
120 en Ensenada
Secretaría de Salud
695 dosis en Mexicali
755 en Tijuana
90 en Ensenada
ISSSTE
120 dosis en Mexicali
120 en Tijuana
Sedena
400 dosis en Tijuana
165 en Mexicali
220 en Ensenada
MÉDICOS GANDALLAS
Alonso Pérez Rico, secretario de Salud en la entidad, refirió a ZETA que solo se ha detectado a poco más de cuatro personas que se han vacunado sin ser de primera línea, entre ellos Pedro Vidal Miranda Figueroa, médico de la Secretaría de Salud e Issstecali, quien ha cobrado más de un millón de pesos durante nueve meses de resguardo y ha seguido trabajando en el sector privado.
Sin embargo, personal del IMSS denunció que al menos dos médicos que no pertenecen a la primera línea fueron vacunados, mientras que aquellos que están en los filtros respiratorios no fueron tomados en cuenta para la primera vuelta.
“Pareciera que los que estamos en los filtros respiratorios no somos de primera línea, porque hubo médicos de resguardo en la Clínica 1 (cardiólogo) y la 20 (urgenciólogo) -ambas del IMSS- y hasta del sindicato de la 20, que se vacunaron”, dijo el médico.
Agregó que supieron que fueron vacunados porque lo hicieron público en sus redes sociales, pero de inmediato borraron su publicación al recibir fuertes críticas por parte de sus compañeros.
“El cardiólogo bajó la foto porque muchos se le echaron encima. En la Clínica 1 hay mucho coraje porque muchos médicos no le entraron a COVID, de entre ellos, los más ‘rajones’ fueron los cardios -cardiólogos-, cirujanos y traumas, entonces cuando subieron la foto fue el boom”, arguyó.
En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Gobierno del Estado y Municipios de Baja California (Issstecali), la situación es similar. Médicos inconformes señalaron que se vacunó a 25 enfermeras que no son de primera línea, ya que atienden a pacientes de hemodiálisis, que si bien algunos tienen COVID-19, no es una constante.
“La lista se mandó de Mexicali y nadie sabe cómo se seleccionaron, pero hemodiálisis es un servicio que no recibe pacientes COVID, y de hecho, no se da el servicio hasta que el paciente sea revisado por el filtro respiratorio, y a causa de eso, muchos pacientes se han deteriorado porque las enfermeras les han negado la atención”, dijo.
“Entonces fueron esas 20 y 25 personas a vacunarse, le quitaron el lugar a mucho personal de Enfermería que sí lo necesita, que trabaja en Urgencias en primera línea, con nosotros”, agregó.
Los citados fueron formados en dos líneas, una para el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y otros para Issstecali, mientras les explicaban cómo era el proceso, comenzaron a pasar a este grupo de enfermeras, “como para que no nos diéramos cuenta, pero alguien sí se dio cuenta, entonces cuando regresamos al hospital fue que confirmamos que efectivamente, ellas eran de otro servicio de Issstecali, pero no de primera línea”.
Al respecto, el secretario Pérez Rico declaró que si ese servicio maneja a pacientes COVID, el personal debe inmunizarse, independientemente del área donde se estén desarrollando, mientras estén en el listado.
SIN FECHA PARA CONTINUAR VACUNACIÓN
Tentativamente será hasta el 15 de febrero cuando lleguen más dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech a México, y por ende a la región. A decir del titular de Salud, será en un solo lote las que no se van a entregar en enero, es decir, más de 15 mil vacunas, considerando que la empresa cumpla con los tiempos pactados.
Por otro lado, la vacuna de AstraZeneca, también autorizada por la Comisión Federal Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), tampoco tiene fecha de distribución, pues la sustancia activa de esta vacuna, apenas llegó a México el 20 de enero, en espera de su ensamblaje.
La sustancia activa, proveniente de Argentina, será envasada por la farmacéutica Liomont en el Estado de México, con el fin de envasar un millón de viales, aproximadamente, por lo que su aplicación podría comenzar a finales de marzo y principios de abril, al adquirirse 77.4 millones de dosis, de acuerdo con Martha Delgado, subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
“Ya llegó de Argentina una cantidad, que primero se va a calibrar y una vez que se calibre, comenzará a distribuirse”, adelantó el secretario estatal de Salud, Alonso Pérez Rico.
Por otro lado, las vacunas como Sputnik V (Rusia), CanSino Bio (China) y Moderna (Alemania), aún se encuentran en revisión por parte de Cofepris, sin fecha para ser autorizadas, incluso la de CanSino Bio sigue en la tercera fase de ensayos clínicos, pues su efectividad en adultos mayores no ha resultado satisfactoria.
“Va a haber un punto en el que habrá varias vacunas aplicándose en el territorio mexicano al mismo tiempo”, expresó el funcionario. Mientras tanto, basta esperar a que comience la distribución por otro lado.
APROVECHAR EL TIEMPO
En lo que llega un nuevo lote de vacunas a la entidad, Alonso Pérez Rico afirmó a ZETA que aprovecharán para investigar los cuatro casos de médicos que se han “metido a la fila”, uno de cada institución, excepto la Sedena, y analizar los listados para verificar que sí sean personal de segunda y tercera línea, en vista de que la estrategia planteada para ello falló.
Asimismo, se continuará con los censos de adultos mayores por parte de la Secretaría del Bienestar federal, para avanzar en el plan de vacunación a estos, una vez que llegue la vacuna de AstraZeneca en abril y ya no en febrero, como se contempló al principio.
Agregó que han detectado que por lo menos el 25% de los adultos mayores encuestados no quieren aplicarse la vacuna por miedo, por lo que también iniciarán una campaña de socialización explicando en qué consiste la vacuna ARN Mensajero y sus posibles efectos secundarios, los cuales no ponen en riesgo la salud o la vida.
“Toda la primera línea quedarán vacunados, el resto, los de la segunda, tercera, consulta externa, administrativos y hasta su servidor, no los van a vacunar. Hay molestias -por falta de vacunas- pero es cuestión de números, yo no puedo reproducir más vacuna que la que me llega y yo voy a meter esa vacuna al que más alto riesgo tenga. No tengo para todos, les ruego que me disculpen”, finalizó el secretario estatal de Salud.
Médico resguardado cobraba en Isesalud e Issstecali, pero laboraba en fábrica
El médico Pedro Vidal Miranda Figueroa estuvo nueve meses en resguardo por ser vulnerable a COVID-19, tiempo durante el cual recibió pagos de 49 mil 985.75 pesos mensuales en Issstecali, y 43 mil 769 pesos en Isesalud. Sin embargo, aprovechó para laborar en la empresa Factory 1, ubicada en la calle Alisos.
Miranda Figueroa, uno de los más de mil militantes activos del Partido Acción Nacional en Ensenada, podría hacerse acreedor a la rescisión laboral en Isesalud e Issstecali, devolver lo cobrado durante el tiempo que estuvo en resguardo, o una inhabilitación temporal.
El doctor fue señalado por el gobernador Jaime Bonilla Valdez y el secretario de Salud, Alonso Pérez Rico, por haberse vacunado contra la COVID-19 pese a no estar laborando en la primera línea de batalla, por el contrario, se encontraba en su casa debido a su vulnerabilidad.
Para iniciar el procedimiento laboral disciplinario, el 19 de enero, Miranda Figueroa fue citado, respetando su derecho de audiencia y legítima defensa.
Al hacer el señalamiento público en los reportes diarios del Gobierno del Estado a través de Facebook, se presentó evidencia documental del trabajo que Miranda desempeñaba en la empresa maquiladora, y una receta médica con célula profesional que fue expedida y firmada por él durante el periodo de resguardo.
El propio médico intentó justificar la aplicación de la vacuna a través de sus redes sociales, argumentando que había contado con el aval de sus superiores, quienes lo habían convocado para recibir el biológico.
Al respecto, el representante del Sindicato de Salud, Samuel Mujica, expuso que Pedro Vidal Miranda pasó por cinco filtros, incluyendo el de la Marina-Armada de México, por lo que en cualquier momento se le pudo negar la aplicación, y lamentó que la exposición pública de toda esta situación haya generado amenazas contra el doctor.
Sobre este punto, el secretario de Salud presentó videos de tres directivos del Sector Salud en Ensenada negando que hubieran convocado al personal resguardado a aplicarse la vacuna. Marco A. Flores