Residentes del fraccionamiento Playas de Tijuana señalaron que las desarrolladoras Ruba y Grupo Musa no han presentado un manifiesto de impacto ambiental por las obras que pretenden llevar a cabo para encajonar el Arroyo Playa Norte, en cuyas inmediaciones tienen proyectado construir mil 600 viviendas.
Este domingo 10 de enero se congregaron sobre la avenida Paseo Playas para exigir que el proyecto de construcción se detenga, en tanto no se transparenten los permisos correspondientes.
Carmen Romo y Gabriela Guinea cuestionaron que el Arroyo Playa Norte se le haya concesionado a Ruba-Grupo Musa para encementar el cauce por donde pasa el agua y desarrollar un área verde en la cañada donde se ubica (conocida como Azteca), siendo que los ríos y arroyos son patrimonio de la nación.
Romo alertó que al tratarse de “una cañada que desemboca en la playa se genera un ecosistema de marisma”, condición que “no se está tomando en cuenta a la hora de desarrollar”.
Según explicó, “el tipo de suelo que vas a encontrar aquí es difícil de trabajar”.
La entrevistada detalló que “las subidas de niveles del mar, la erosión que hay en la playa” y “todas estas medidas que deberían estarse plasmando para evitar el riesgo de las personas que en un momento dado puedan habitar aquí, no se están tomando en cuenta”.
El multifamiliar proyectado por Ruba-Grupo Musa, colindaría al norte con el arroyo y al oeste con la franja costera.
En la manzana donde se pretende edificar el proyecto, la PT-144, una empresa norteamericana, denominada Seven Bridges, tiene contemplado desarrollar otro complejo habitacional, de 690 viviendas.
Gabriela Guinea complementó que se trata de una zona de conservación en la que ambas desarrolladoras tienen contemplado construir cinco edificios.
Además, las dos manifestantes expusieron que la Cañada Azteca se distingue por albergar aves de migración que anidan ahí y que si se convierte en área verde se corre el riesgo de que ya no arriben. Agregaron que por otro lado, si el cauce del arroyo se reviste, las aguas llegarían con más fuerza a la playa y ello generaría mayor erosión.
El lunes 4 los vecinos inconformes entregaron un oficio dirigido al presidente municipal de Tijuana, Arturo González Cruz, para solicitarle “abrir el diálogo directo con él”, en vista de que no se ha logrado obtener mayor información de la Secretaría de Desarrollo Territorial, Urbano y Ambiental, como tampoco con el Instituto Metropolitano de Planeación.
“Estamos buscando abrir este diálogo para una verdadera participación ciudadana y también comunicar a más vecinos de aquí de Playas, o sea, informar, porque buscamos una participación informada de todos los ciudadanos que estamos aquí para que conozcan sus derechos y lo que nos estamos viendo afectados”, reveló Romo.
Guinea a su vez indicó que “todos los planes y programas de desarrollo implican que el desarrollo se va a hacer con cuidado al medio ambiente y con respeto a las personas para que haya sustentabilidad, para que tus bienes y tu bienestar estén resguardados”.
Romo recordó que el fraccionamiento de Playas de Tijuana, ubicado en la delegación del mismo nombre, “se pensó con una política de mejoramiento”, en tanto que “ahorita lo que se está planteando es una política de crecimiento”.
Gabriela Guinea señaló que el fraccionamiento, que se extiende desde el ingreso a Playas por la avenida Internacional, hasta el puente del segundo acceso, fue planeado para albergar a 22 mil residentes, siendo que a la fecha se tiene registro de que ahí se ubican 40 mil. De manera que, según expuso, es inviable seguir desarrollando en esa zona.
Añadió que las tuberías para agua y drenaje instaladas en el fraccionamiento no se han renovado, lo que ha derivado en que el desague se regrese a las viviendas o se filtre por los muros.
Este domingo, Romo y Guinea, así como otros residentes congregados, recabaron alrededor de 300 firmas, contempladas para remitirse al alcalde, González Cruz, en el ánimo de abrir diálogo directo con el funcionario. Ello con el objetivo de transparentar la documentación con la que está operando Ruba-Grupo Musa, empresa que por lo pronto ya cercó la Cañada Azteca, en cuya extensión tiene resguardada maquinaria. (Eduardo Andrade Uribe)