Sin líneas de investigación claras, al gobierno de Enrique Alfaro, en Jalisco, le toca resolver el homicidio de su antecesor, Aristóteles Sandoval. Hasta el momento la principal hipótesis es la del crimen organizado, asegura el fiscal Gerardo Solís. Otros móviles bajo investigación: una venganza política o una revancha de particulares. Autoridades pretextan la lentitud de las pesquisas en el robo y manipulación de los indicios en el lugar de los hechos. Sandoval Díaz vivió cerca de la violencia en sus etapas como diputado, alcalde de Guadalajara y gobernador. Puerto Vallarta, escenario del asesinato, un paraíso para la delincuencia organizada
Aristóteles Sandoval, ex gobernador de Jalisco, murió víctima de la inseguridad pública y la violencia que caracterizaron su administración, y que no ha sido erradicada por el gobierno de su sucesor, Enrique Alfaro Ramírez. Y aunque no existe una línea de investigación sólida sobre el asesinato, se tiene la hipótesis genérica de que la delincuencia organizada está detrás del ataque perpetrado la madrugada del 18 de diciembre en Puerto Vallarta.
Las pesquisas marchan a paso lento, pues a pesar de que ya se han registrado cateos y se hallaron algunos indicios en el entorno del restaurante bar Distrito/5, donde se registró el desaguisado, las autoridades se justifican con la manipulación de las huellas y vestigios que se hizo en el lugar de los hechos. Por ello, hasta el momento no hay personas detenidas.
La extraña alteración de la escena del crimen ha dificultado las investigaciones, según pretexta la Fiscalía General de Jalisco, pero ni siquiera los empleados del comercio fueron arrestados. El sitio fue limpiado y hasta desapareció el sistema de video vigilancia en tiempo récord, ya que el alcalde del puerto, Arturo Dávalos Peña, asegura que la primera patrulla de la Policía Municipal, llegó a los dos minutos de reportado el ataque.
También se cuenta con entrevistas a los dos elementos de seguridad personal que desde la noche previa acompañaban a Sandoval Díaz, uno de los cuales resultó herido.
La versión oficial refiere que la artera agresión ocurrió al filo de la 01:40 horas del viernes 18 de diciembre, cuando Aristóteles fue al baño del establecimiento y un solo sujeto le efectuó disparos por la espalda. Sin embargo, uno de los escoltas habría declarado que se trataba de aproximadamente 30 sicarios arribaron al bar a bordo de cuatro o cinco automotores.
La Fiscalía de Jalisco informó que, a pesar de la desaparición de indicios al interior del local, mismo que se encuentra asegurado por el Ministerio Público del Fuero Común y resguardado por militares, en el exterior, conforme hubo luz de día, se localizaron casquillos percutidos por las armas de los matarifes, que al momento de su huida efectuaron ráfagas contra la fachada y al aire, siendo lesionado el policía vial comisionado como escolta al ex gobernador.
Hasta ahora, el fiscal jalisciense Gerardo Octavio Solís Gómez asegura que no es factible establecer ni adelantar una línea de investigación, pero está cierto de que se trata de un hecho que puede ser atribuido al “crimen organizado de alto nivel”.
Por su parte, agentes de la Policía Investigadora adscritos a la División de Homicidios Intencionales y que intentan reconstruir los momentos del asesinato, compartieron con ZETA algunas de sus hipótesis a descartar:
* Delincuencia organizada.
* Venganza política.
* Venganza de particulares.
No se especifica el origen o la sospecha de cada una de las anteriores, pero los investigadores estiman que por la trayectoria política del ex funcionario y los acontecimientos que rodearon su paso por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), diputaciones, presidencia municipal de Guadalajara y la gubernatura de Jalisco, es factible que haya dejado algún sinsabor o rencilla entre sus adversarios tanto internos como externos.
Hace casi dos meses, el 27 de octubre, Jorge Aristóteles renunció a la Secretaría de Innovación y Participación Digital del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. En su cuenta de Twitter publicó su decisión y anotó: “Tengo un motivo principal: congruencia. No hay futuro posible para el PRI recurriendo al pasado. No serán los de ayer los que construyan el mañana”.
El 3 de diciembre último, Sandoval anunció una nueva corriente interna del PRI Jalisco, bajo el nombre “Identidad Pensemos el Futuro”.
INVESTIGACIONES
Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, fue el primero en confirmar el homicidio de su antecesor, aproximadamente a las cuatro de la mañana. A través de Twitter informó que Aristóteles Sandoval fue blanco de un ataque directo que le privó de la vida. También señaló que, dada la gravedad del evento, los titulares del Gabinete de Seguridad se trasladaron a Puerto Vallarta para iniciar las investigaciones y se comprometió a informar los avances.
El primer mensaje del referido aparato no fue nada alentador. El fiscal Solís Gómez dio cuenta de cómo el personal del bar se deshizo de todos los indicios del crimen, para después “pedir el apoyo de la ciudadanía con la finalidad de que, si hubiera alguna persona que hubiera tomado algún video, que hubiera tomado alguna captura de pantalla, algo que nos pudiera ayudar (…)”
Pese a la lastimera solicitud, se pudo establecer que el ex gobernador arribó al bar Distrito/5 alrededor de las 22:00 horas del jueves 17 de diciembre con dos escoltas que permanecieron en el exterior, mientras Jorge Aristóteles cenaba con dos amigos, al parecer hermanos entre sí, de apellidos Sandoval Ortiz. Fue aproximadamente a la 01:40 horas del viernes cuando el ex mandatario se levantó de la mesa para dirigirse al baño a través de un largo pasillo y subir unas escaleras. Ahí fue seguido y ejecutado a muy corta distancia con un arma de fuego.
Mientras él o los homicidas iniciaron su camino hacia la salida, uno de los dos escoltas ingresó al local tras haber escuchado los disparos y llegó a auxiliar a su jefe. En tanto, en el exterior, los sicarios dispararon en contra del otro guardaespaldas y después abordaron camionetas para retirarse disparando ráfagas a la fachada y al aire. Ni siquiera las características de los automotores se recabaron, mucho menos las placas de circulación.
El fiscal Solís aclaró que el ex gobernador tenía asignadas 15 personas de seguridad, tres vehículos blindados y algunos otros automotores normales para su uso, pero que a Sandoval no le agradaba mucho el tema de los escoltas y solo le acompañaban muy pocos durante sus salidas. Herido de muerte, fue trasladado a un hospital particular del puerto, donde minutos después se reportó su defunción.
Hasta el momento se han realizado cateos en dos hoteles de la zona turística, en el inmueble de los hechos y en restaurantes bar aledaños que forman parte de un mismo complejo, entre los cuales se encuentran La Dolce Vita, La Santa, Strana, La Vaca Argentina y Doroti. Además, en la zona de La Marina, los agentes ministeriales realizaron una visita de investigación al antro conocido como El Lucas. El bar Distrito/5 fue asegurado precautoriamente y quedó bajo resguardo del Ejército Mexicano.
Las autoridades reforzaron la seguridad en el destino turístico con al menos 150 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, más otros tantos uniformados del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, quienes patrullan calles y avenidas. El fiscal destacó que “son una gran cantidad de registros e indicios que se están tratando de localizar, entre ellos datos de prueba que puedan ser incorporados a la carpeta. Va avanzando poco a poco la investigación”.
Aun ante la pésima actuación de la Policía Municipal de Puerto Vallarta, que no llegó con prontitud al servicio, o por el contario, arribó a los dos minutos de cometido el hecho, como dijo el alcalde, y no fue capaz de custodiar la escena del crimen, el coordinador del Gabinete de Seguridad de Jalisco, Ricardo Sánchez Beruben, no advierte la necesidad de investigar y desarmar a la corporación vallartense.
Algunos sectores de la política y la economía en la entidad se han pronunciado por que el asunto y las pesquisas sean atraídas por la Fiscalía General de la República (FGR) para garantizar autonomía e imparcialidad en caso de que hubiese personajes de la política local involucrados en el asesinato.
PASADO VIOLENTO
En sus diversas facetas como servidor público, Jorge Aristóteles Sandoval siempre estuvo inmerso en eventos violentos. En algunos más cerca que en otros, pero la inseguridad pública le persiguió en su carrera como diputado local, presidente municipal y como gobernador, sobre todo por la disputa de organizaciones criminales, en la que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tuvo un crecimiento exponencial en la entidad y se expandió a todo el país. Esa violencia fue la misma que le arrebató la vida hace unos días.
El primero de los casos se registró en febrero de 2007, cuando acudió junto con otros políticos priistas, como Jesús Casillas y Teresa López Hernández, a presenciar un partido de futbol al Estadio Jalisco desde el palco de su amigo, el empresario Ignacio Loya Alatorre. Al final del juego Chivas-Monterrey, Loya se adelantó para salir del coloso deportivo y fue ejecutado en la calle. Después trascendería que el empresario presuntamente lavaba dinero para el narcotraficante Ignacio “Nacho” Coronel, del Cártel de Sinaloa.
Ese antecedente no impidió a Sandoval Díaz aspirar a la alcaldía de Guadalajara, misma que conquistó a pesar que, durante la campaña, se mencionaba el crimen de Loya. En tiempos de Aristóteles como presidente municipal, el 17 de febrero de 2011, fue acribillado el abogado Carlos López Lara, de 53 años, hermano del secretario general del Ayuntamiento de Guadalajara, Roberto “El Chino” López Lara, hombre cercano a Aristóteles Sandoval, que incluso fungió como secretario general de Gobierno en su última etapa como gobernador.
A ese crimen sobrevinieron muchos más. El 7 de septiembre de 2011 mataron de cuatro balazos en el fraccionamiento Providencia de Guadalajara, a quien fuera secretario general del PRI y ex diputado Javier García Morales, cuando ingresaba a un restaurante. El político era hijo del ex titular de la Dirección Federal de seguridad (DFS) y nieto del General Marcelino García Barragán, ex gobernador y ex secretario de la Defensa Nacional.
Ya como gobernador, a nueve días de iniciada la administración de Aristóteles, el 9 de marzo de 2013, fue ejecutado a tiros su secretario de Turismo, Jesús Álvarez Gallegos, empresario inmobiliario. Las investigaciones señalaron que el crimen fue ordenado por el CJNG porque supuestamente el finado lavaba dinero para Los Caballeros Templarios. Algunos de los imputados por el homicidio ya recuperaron la libertad.
El diputado federal del PRI y ex presidente municipal de El Grullo, Jalisco, Gabriel Gómez Michel, fue privado de su libertad junto con su chofer el 22 de septiembre de 2014 en el Anillo Periférico, en Tlaquepaque. El cuerpo del médico pediatra apareció calcinado dos días después en su camioneta en Zacateas. El Grullo es considerado uno de los municipios donde Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del CJNG, tenía mucha presencia.
El 19 de junio de 2015 mataron a balazos al ex presidente del comité estatal del PRI, ex diputado local y federal, Javier Galván Guerrero, quien a esa fecha se desempeñaba como delegado del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). El cadáver quedó dentro de su camioneta en la colonia Ladrón de Guevara, en Guadalajara. Varios sujetos fueron detenidos, pero no se pudo acreditar su participación en el homicidio.
Otro atentado se perpetró el 21 de mayo de 2018 en contra del entonces secretario del Trabajo y Previsión Social, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, a las afueras de un restaurante de comida japonesa en la zona rosa de Guadalajara. Nájera había iniciado la administración como fiscal general, pero tras la violencia de 2015 fue relevado del cargo, para regresar en 2018 a la Secretaría del Trabajo. El ex funcionario salvó la vida y el hecho se atribuyó al CJNG.
El alcalde de Tecalitán, Víctor José Guadalupe Díaz Contreras, emanado del PRI, fue acribillado por criminales el 2 de julio de 2018 cuando supervisaba obras en un fraccionamiento de la población sureña. En enero de ese año, tres ciudadanos italianos, originarios de Napoli, desaparecieron luego que policías municipales los entregaron a miembros de una célula del Cártel Jalisco.
Otros asesinatos de políticos registrados durante la administración de Aristóteles Sandoval fueron los del presidente municipal de Ayutla, Manuel Gómez Torres, del PAN, el 3 de agosto de 2014; del ex alcalde priista de Cabo Corrientes, Carlos Alberto Orozco Madrigal, el 20 de octubre de 2014; el diputado local del PRD, Saúl Galindo Plazola, el 28 de diciembre de 2017, en Tomatlán; el alcalde de Jilotlán de los Dolores por Movimiento Ciudadano, Juan Carlos Andrade Magaña, el 15 de abril de 2018. También hubo homicidios de regidores y coordinadores políticos de diversos partidos.
GRAN PENDIENTE
La violencia y la inseguridad fueron una constante durante el sexenio de 2013-2018, pues inició con el referido crimen del secretario de Turismo, Álvarez Gallegos, y marcó el crecimiento y expansión del CJNG, que se hizo patente con la emboscada del 6 de abril de 2015, cuando 15 elementos de la Fuerza Única perdieron la vida baleados y calcinados en la ruta a Puerto Vallarta, en el municipio de San Sebastián del Oeste.
El 1 de mayo de 2015 se registró el histórico derribo de un helicóptero Cougar de la Fuerza Aérea Mexicana, con la muerte de nueve elementos de la Policía Federal y del Ejército Mexicano, fecha en que la Secretaría de la Defensa Nacional iniciaba la ofensiva contra el cártel con la Operación Jalisco, entre los municipios de Casimiro Castillo y La Huerta, en la Región Costa Sur. Presuntamente los militares habían dado con la guarida de “El Mencho”.
El tema de seguridad y justicia fue el talón de Aquiles de la administración de Aristóteles, con escándalos como el de la narcofiesta en el Reclusorio Preventivo de Puente Grande, cuyo líder era José Luis Gutiérrez Valencia “Don Chelo”, consuegro de Nemesio Oseguera, pues sus hijos Mayra Jazmín Gutiérrez Ochoa y Rubén Oseguera González “El Menchito” están casados.
También se dispararon las desapariciones y la localización de fosas clandestinas. Se recuerda la privación de la libertad de tres estudiantes de cine de una universidad particular, quienes presuntamente fueron desechos en ácido por la organización criminal predominante; y desde luego, la desaparición de los italianos el 29 de enero de 2018 en la Región Sur del Estado y que jamás han sido localizados.
La crisis forense se hizo visible a partir de dos tráileres con cajas refrigerantes cargados con cadáveres que anduvieron deambulando por la Zona Metropolitana de Guadalajara en septiembre de 2018 y cuyo indigno manejo fue noticia internacional. Cuerpos descompuestos apilados en el piso del Servicio Médico Forense, muchos de ellos sin necropsia, y otra serie de irregularidades marcaron ese hecho en particular.
Otros fenómenos criminales también tuvieron notoriedad, como el incremento en los feminicidios y la violencia intrafamiliar, lo que ameritó que 2018 tuviese que emitirse la Alerta de Género en Jalisco, a pesar de la resistencia de las autoridades. La administración tuvo que cambiar constantemente de titular de la Fiscalía General, cuatro funcionarios ocuparon ese cargo: Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, Jesús Eduardo Almaguer Ramírez, Raúl Sánchez Jiménez y Marisela Gómez Cobos.
También se dio el surgimiento de un grupo antagónico al CJNG, mediante la escisión de una de las células encabezada por un sujeto de nombre Carlos Enrique Sánchez Martínez “El Cholo”. Así nació el autodenominado Cártel Nueva Plaza (CNP), que se alió con el Cártel de Sinaloa y ha dado batalla en la Zona Metropolitana a los dirigidos por “El Mencho”, según versiones de las autoridades en ese sexenio.
PUERTO VALLARTA
Pese a que Puerto Vallarta ha sido una de las ciudades mejor evaluadas en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública durante los últimos años, y la mejor en Jalisco, con menor índice de percepción social de inseguridad, con un 30% comparado con el 78% de los municipios conurbados de Guadalajara, tiene años con una grave situación de delincuencia organizada.
Considerado el tercer destino turístico en importancia en México y una disponibilidad cercana a 30 mil cuartos, Puerto Vallarta es centro de narcotráfico a gran escala. Narcomenudeo, trata de personas en las modalidades de prostitución infantil y turismo sexual, abuso sexual y elevados índices de violencia de género, lo que en años anteriores ha motivado una disminución en el arribo de cruceros.
Solo en 2020 han ocurrido diversos incidentes que prueban lo anterior. El 22 de noviembre reciente fue privado de la libertad y después asesinado el empresario inmobiliario de Guanajuato, Felipe Tomé Velázquez, cuyo cadáver fue encontrado en el municipio de Compostela, Nayarit.
Antes, el 2 de octubre, desapareció la ciudadana rusa Elena Tolstobrova, de 36 años, originaria de Ekaterinburgo. Y el 18 de julio se registró el ataque y secuestro de cuatro empresarios guanajuatenses que habían arribado al puerto junto con una excursión de aproximadamente 20 personas.
El nombre de Puerto Vallarta también figuró tras el atentado en contra del secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, perpetrado el 28 de junio en la Capital de la República, pues se detuvo como uno de los autores del hecho a José Armando “N” alias “La Vaca”, líder de una célula del CJNG responsable del reclutamiento y adiestramiento de los sicarios, precisamente en el puerto jalisciense.
El destino turístico es desde hace muchos años un sitio donde se ocultan grandes personajes de la delincuencia nacional e internacional. También en Puerto Vallarta, en agosto de 2016, un comando armado privó de la libertad a dos hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán en un restaurante, quienes después fueron liberados. En febrero del mismo año fue detenido en esa ciudad Abigael González Valencia “El Cuini”, y en abril de 1985 cayó preso Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”, por el secuestro y asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar.
Mientras el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó el homicidio de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y ofreció apoyo de la Federación para aclarar el crimen, el gobernador jalisciense Enrique Alfaro aseguró que el cobarde asesinato es una afrenta para el Estado y el país. Durante uno de tres homenajes póstumos que fueron rendidos a Aristóteles, Alfaro dijo que es un compromiso personal resolver el hecho.
Por su parte, Lorena Jasibe Arriaga, viuda del ex gobernador, exigió la investigación del crimen para que no quede en la impunidad y “que su fallecimiento nos ayude a que se empiece a combatir el crimen de manera seria”. Los homenajes de cuerpo presente tuvieron como escenario la Presidencia Municipal, Palacio de Gobierno y el Congreso del Estado de Jalisco.