La noche del lunes 7 de diciembre, el Gobernador Jaime Bonilla Valdez fue ingresado al Hospital General de Tijuana, donde durmió estable con puntillas nasales, es decir auxiliado de oxigeno para respirar de manera más eficiente.
Los médicos que atienden de manera personal del Gobernador, son el director del Hospital General, Alberto Reyes Escamilla, el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos 1, el doctor Adrián Corro, y el Secretario de Salud del Estado, Alonso Pérez Rico.
De acuerdo al reporte médico, Bonilla se encuentra estable, “en fase leve con datos de insuficiencia respiratoria”. En esas condiciones, explicó uno de los médicos consultados, el Gobernador pudo quedarse en su casa y recibir oxígeno, sin embargo prefirió acudir al Hospital, en el que, opinó, se le está proporcionado medicamento endovenoso para mantener mejor sus niveles físicos.
De acuerdo al mismo Bonilla, esta es la segunda ocasión que contrae el contagio de la COVID19, la primera vez dijo que fue asintomático, que se enteró cuando salió positivo al examen de anticuerpos. En esta ocasión, el domingo le fue practicada una prueba luego de presentar síntomas durante las últimas 48 horas previas.
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La condición del Gobernador fue dada a conocer por el Secretario de Salud, Pérez Rico, el día de ayer en la transmisión diaria de Bonilla por redes sociales.
Otros miembros del gabinete que han padecido la enfermedad se han hospitalizado en nosocomios privados, como el Secretario de Educación, Catalino Zavala, quien sí estuvo grave y requirió la hospitalización, o el Fiscal General del Estado, Guillermo Ruiz Hernández, quien de hecho recibió atención médica en los Estados Unidos.
Jaime Bonilla, a pesar de no presentar síntomas que requieran hospitalización acudió por su propio pie a internarse en el Hospital General de Tijuana, donde fue ubicado en el área de Cuidados Intensivos 1, y comparte espacio con otros pacientes que sí requieren atención medica especializada.