Los partidos políticos que en Baja California van por una alianza electoral para enfrentar a Morena en las elecciones estatales de 2021, están dispuestos a lo que sea… evidentemente.
PRI, PAN y PRD, particularmente, unen sus desprestigios políticos electorales, en una intentona por derrotar a Morena, el partido del Presidente, que a dos años de la elección en la que Andrés Manuel López Obrador resultó ganador con 30 millones de votos, no ha perdido fuerza electoral.
A pesar del gobernador Jaime Bonilla Valdez, los casos de corrupción en su gobierno, el incremento de impuestos, la impunidad a los políticos del sexenio pasado, y su afán de modificar la Constitución local una y otra vez para beneficiarse él y sus intereses, Morena es el partido que aparece como puntero para llevarse la elección del próximo año.
Por eso la oposición disminuida une “fuerzas” para ver si, entre todos, logran hacer frente a la campaña que viene.
Mientras en Morena viven su propio infierno electoral, al estar enfrentados por la candidatura a Gobernador en el 2021, pues el gobernador Bonilla está aferrado a que el abanderado sea su empleado, el alcalde de Ensenada, Armando Ayala, y no el Presidente Municipal de Tijuana, Arturo González Cruz, y hace todo lo pública y debajo de la mesa posible para restarle simpatías a González, en la alianza opositora ya casi habían acordado que el candidato fuese Héctor Osuna Jaime.
Efectivamente, luego que Gustavo Sánchez, el ex Alcalde de Mexicali dijera que no iría de candidato al 2021, si tenía que competir por la posición en una convención interna, además que no estaba de acuerdo con la alianza con PRI y PAN, y de que Jorge Ramos Hernández se animara y se desanimara solo, los panistas no tuvieron de otra que regresar a Osuna Jaime.
El arquitecto ex alcalde de Tijuana por el PAN y ex candidato al Gobierno del Estado por Movimiento Ciudadano, rápido dijo que sí. Lo suyo –últimamente– son las campañas más que los triunfos. Bueno, hasta al ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán, había animado a buscar de nueva cuenta la Alcaldía de Tijuana, para ir en una dupla que se les antojaba ganadora. Pero nada, el ex mandatario estatal mantendrá su capital político en reposo por lo menos tres años más.
Todo al parecer iba bien hasta que, cuentan, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortez, le pidió a Osuna Jaime que se pusiera de acuerdo con otros “preponderantes” panistas del Estado hasta contar con su venia. Se refería directamente al ex gobernador Francisco Vega de Lamadrid, precisamente el origen de la renuncia de Héctor Osuna al PAN, y enemigo político.
Dicen que lo que “Kiko” Vega busca es quien, casi casi, como el Fiscal Guillermo Ruiz Hernández, le cuide las cuentas y las espaldas para no terminar en prisión o prófugo en el mejor de los casos. Acostumbrado a la impunidad que recibió como gobernador por parte de gobiernos federales panistas y priistas, Vega ahora goza de un pacto que -dicen- le evitará la persecución; al menos mientras el Fiscal sea Ruiz, quien en el pasado le representó en algunos de los más polémicos convenios que hizo.
Tan “Kiko” Vega no quiere a Héctor Osuna, que desde ya Marko Cortez, dirigente nacional al que la gubernatura de Baja California poco le interesa, está considerando entregar la candidatura a gobernador al Partido Revolucionario Institucional, tercera fuerza política en el País y en Baja California.
Urgidos como están de tener un candidato que medianamente le haga frente a Morena, que pague su campaña, corra con los costos políticos, que no importa el origen del mismo, ni la ideología, mucho menos los antecedentes… en tales condiciones, en la cúpula del PAN en México, no descartan arropar a Jorge Hank Rhon, el ex reo de El Hongo por acopio de armas: el sospechoso de la autoría intelectual del asesinato del periodista Héctor Félix Miranda; el sospechoso en el crimen de la novia de su hijo; el detenido por contrabando; y quien de todas ha salido impune con el beneficio del gobierno federal, independientemente de las siglas que lo encabecen.
A Jorge Hank Rhon incluso el Gobierno de los Estados Unidos le retiró la visa de turista para cruzar la frontera hacia aquel país, al tiempo que cortes en Nueva York lo investigaban por relaciones con cárteles de las drogas mexicanos.
Ya un panista, precisamente José Guadalupe Osuna Millán, le ganó el Gobierno del Estado a Hank Rhon en 2007; pero frente a Morena, panistas están considerándolo un aliado. A “Kiko” Vega esto le asegura que no será perseguido, y a Guillermo Ruiz Hernández la continuidad en la Fiscalía General de la República.
Jaime Bonilla Valdez tampoco ha molestado a Jorge Hank; después de señalarle como deudor de agua, el gobernador recibió un millonario cheque de los casinos y sanseacabó. Al eliminar la moratoria para la edificación de casinos en Tijuana, el gobernador beneficia a Hank, dado que es el único con un permiso para la construcción y operación de un número indefinido de casinos y casas de apuestos y sorteos en Baja California.
Entonces pues sí, en la alianza opositora están dispuestos a lo que sea, con tal de enfrentar a Morena, incluso arropar a un priista cuya característica principal es cargar con la sospecha de la criminalidad sobre su persona.
En esas condiciones, con un candidato como Jorge Hank, en Baja California la alianza opositora haría realidad el dicho del Presidente Andrés Manuel López Obrador, para sus adversarios políticos: estarán, “moralmente derrotados”.