La población penitenciaria reporta un incremento de más de 16 mil internos entre diciembre de 2018 y septiembre de 2020. Estado de México, Ciudad de México, Jalisco y Baja California, son los estados que más encarcelan. Penal de La Mesa en Tijuana tiene sobrepoblación de 59.15%, pero menos que la de 2014, cuando llegó a 169%. Con una política de “abrazos, no balazos” para miembros del crimen organizado y prisión para pobres y jóvenes, Gobierno Federal prepara el cierre de más Ceferesos, entre estos el de Altiplano, que ya solo tiene 494 reclusos
La tendencia a la baja en las estadísticas penitenciarias sufrió un revés debido al endurecimiento de la política criminal de la presente administración gubernamental, que en apariencia es de “abrazos, no balazos”, pero sigue remitiendo grandes cantidades de personas a las prisiones, sin que necesariamente se trate de grandes delincuentes que generan violencia e inseguridad en el país.
Tan solo en lo que va del periodo presidencial de Andrés Manuel López Obrador, la población carcelaria en los establecimientos estatales y federales ha incrementado en un 8%, al pasar la cantidad de reos que había en diciembre de 2018, de 197 mil 997, a 214 mil 202 al finalizar septiembre de 2020, de acuerdo con datos comparados de los respectivos cuadernos estadísticos mensuales del Sistema Penitenciario Nacional.
En apariencia se continúa con mayor capacidad instalada que el número total de presos que ocupan esos lugares, pues la suma de espacios penales a novel nacional es de 221 mil 379, mientras que los reclusos internados son 214 mil 202, lo que arroja un saldo de 7 mil 177 sitios disponibles en sus celdas.
En teoría no hay sobrepoblación de manera global, sin embargo, la sobrepoblación se concentra en determinadas entidades y centros penitenciarios, según lo demuestran las cifras desglosadas, ya que actualmente existen 294 prisiones en el país, de las cuales 262 pertenecen a los gobiernos estatales, 13 a Ciudad de México y 19 de administración federal. En ninguno de los penales del Gobierno de la República se reporta sobrepoblación, pero en 129 estatales hay excedente de personas privadas de libertad.
Pese a la pandemia del virus SARS-CoV-2, el ingreso indiscriminado de personas detenidas a los reclusorios continúa como resultado de las reformas penales que ampliaron el catálogo de los delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa y ya no pueden acceder a la medida cautelar de la caución. Otro de los temas que no ha permitido despresurizar los centros, es la fallida Ley de Amnistía federal, que en nada ha beneficiado a las personas recluidas, dada su inoperatividad.
Recientemente el Observatorio de Amnistía expresó que la Ley aprobada en abril, cuya Comisión se instaló el 22 de junio y aprobó los lineamientos que fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación hasta el 19 de agosto de 2020, no ha rendido frutos, pues las libertades y pre liberaciones derivadas de este trámite son contadas. Como ejemplo citan, que, de 771 solicitudes presentadas ante la referida Comisión, ninguna persona ha recibido los beneficios de la nueva Ley.
MÁS Y MENOS PRESOS
De las más de 214 mil personas internadas en los reclusorios del país, el 95% son del género masculino y el 5% femenino. Del total, 86.68% son procesadas o fueron sentenciadas en el fuero común (186 mil 676), mientras que el 13.22% cometieron delitos del fuero federal (28 mil 526).
En cuanto a las entidades federativas que cuentan con el mayor número de presos, se trata de las mismas de las últimas dos décadas en los primeros seis lugares: Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Baja California, Puebla y Sonora, intercambiando posiciones las dos primeras y las dos últimas mencionadas. Jalisco y BC permanecen en las posiciones de siempre.
Estos son los diez estados que registraron la mayor población penitenciaria del país al mes de septiembre de 2020:
Las entidades federativas que tienen la menor población penitenciaria del país son: Tlaxcala, con 858 personas privadas de libertad; Baja California Sur, mil 208; Yucatán, mil 288; Campeche, mil 298; Colima, mil 381. Mientras que Tlaxcala, Yucatán y Campeche, reportan bajos índices de violencia e inseguridad, BCS y sobre todo Colima, tienen problemas delicados para garantizar la seguridad de sus habitantes. Colima ocupa el primer lugar en la tasa de homicidios dolosos, con 39.48 víctimas por cada 100 mil habitantes.
SOBREPOBLACIÓN
Aunque en los números globales del Sistema Penitenciario Nacional no se aprecia el fenómeno de la sobrepoblación, en las estadísticas por entidad federativa se advierte la gravedad del problema, sobre todo focalizado en aquellos estados que cuentan con capacidad reducida de espacios para atender dignamente a los reclusos y que son desbordados por el hacinamiento.
Así podemos encontrar algunos estados de los que tienen más presos, pero también a otros que en cantidad aparente no son tantos, pero sus espacios son menos. Estado de México es el que tiene más población interna, y también, primer lugar en sobrepoblación. Y en porcentaje de capacidad/población, Nayarit, Durango y Morelos también están rebasados.
Los estados con mayor sobrepoblación a nivel nacional son:
En los estados que menos sobrepoblación tienen, repiten Colima con – (menos) 61.50% y Yucatán, con -57.34%. Le acompañan en este rubro Tamaulipas (-44.45%) y Sinaloa (-31.33%), otrora entidades federativas problemáticas en materia penitenciaria. Sobre todo Sinaloa figuraba en la lista con penales sobrepoblados.
POR RECLUSORIO
Y si por entidad federativa ya se visibiliza el problema de la sobrepoblación, por centro penitenciario se agudiza el foco de este fenómeno, ya que los porcentajes son superiores a los reportados. Así se advierte que todos los penales del Estado de México tienen sobrepoblación, y en algunos se supera la barrera del 515%, como ocurre con el Centro Preventivo y de Reinserción Social de Chalco.
Sin embargo, las prisiones que tienen más internos, como la de CDMX, también indican una capacidad importante, y aunque rebasada, no llegan a los porcentajes de escándalo de las cárceles mexiquenses, que en plena pandemia de COVID-19 han sido las más vapuleadas por los contagios, como lo destacan reportes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Hace cinco años, los penales del Estado de México no estaban en la lista de los más poblados, pero al ingresar al deshonroso cuadro, desplazaron al penal de La Mesa que siempre aparecía en quinto lugar, y ahora se encuentra en el décimo, aún con sobrepoblación:
Por lógica, los centros penitenciarios que menos población y sobrepoblación tienen se hallan enclavados en las mismas entidades reportadas líneas arriba, pero es importante destacar que en muchos estados hay penales con baja capacidad, aun siendo puntos geográficos afectados por la sobrepoblación en sus prisiones de más alta capacidad, incluyendo CDMX y Estado de México. El mismo fenómeno de pocas internas se registra en las áreas o cárceles destinadas a mujeres.
BC, 7.3% MÁS PRESOS
De diciembre de 2018 a septiembre de 2020, Baja California ha incrementado su población penitenciaria de 11 mil 523 personas privadas de libertad, a 12 mil 357, lo que significa una diferencia del 7.23%. La mayor expresión de las dificultades para administrar los centros carcelarios se mantiene en Tijuana y Mexicali, que tienen la tasa más grande de sobrepoblación en la entidad.
Desde luego, ya no se tiene el récord de los casi 17 mil reos que hubo durante 2014, poco menos de 7 mil de ellos solo en Tijuana, donde llegó a haber una sobrepoblación de 169%. Sin embargo, el Centro de Reinserción Social (Cereso) “Lic. Jorge A. Duarte”, continúa con la población y el excedente de presos más importante, por ser el territorio donde más delitos ocurren.
El exceso de reclusos en el caso de los Cereso de Mexicali y Tijuana impide una estancia digna, acceso a todos los servicios y programas fundamentales para que se logre el propósito de la reinserción social:
La situación en el penal de El Hongo se mantiene estable, con menos internos que los que marca su capacidad, mismo caso del Cereso El Hongo II. Por su parte, Ensenada, que en otros tiempos también tuvo sobrepoblación, ahora reporta un pequeño margen de maniobra, pues aún hay cien lugares para albergar a personas que sean procesadas o sentenciadas en próximos meses; sin embargo, de seguir la tendencia a mayores ingresos y menos posibilidades de otras medidas cautelares, esos espacios pronto serán ocupados.
LOS CEFERESOS
De las 28 mil 526 personas privadas de libertad en México por delitos del fuero federal, 16 mil 674 se encuentran en prisiones federales, esto es, en Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso) a cargo del Gobierno de la República. Los otros 11 mil 852 presos se hallan en cárceles estatales, revueltos o con una deficiente clasificación conviviendo con reos del fuero común. Los estados cargan con la manutención y sobre todo con la situación de que algunos de esos internos tienen perfil criminológico de autores de alto riesgo.
A la fecha, tres Cefereso han sido desincorporados del Sistema Penitenciario Federal, como el Número 10 de Monclova, Coahuila; el Número 3 en Tamaulipas y, recientemente, el 28 de septiembre, el Número 2 Occidente en Puente Grande, Jalisco. Un año antes cerró sus puertas como establecimiento penal el Complejo Penitenciario Islas Marías.
La tendencia del actual gobierno es cerrar todos los penales federales bajo su completa responsabilidad para trasladar a los internos a prisiones federales que cuentan; son dirigidos por la iniciativa privada, pues los espacios con todo y servicios se pagan totalmente desde su inauguración.
Así se puede advertir que los próximos Ceferesos en desincorporarse son el Número 6 de Huimanguillo, Tabasco, cuyos reos ya fueron trasladados a penales federales del Número 11 en adelante, que operan bajo el esquema CPS (Contrato Prestación de Servicio); y el Número 1 Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México, que ya solo tiene una población de 494 reclusos, luego que hace cuatro meses se realizó un traslado masivo con esa intención de cerrarlo probablemente el próximo mes de enero.
Las prisiones federales con mayor población son: Cefereso Número 11 CPS Hermosillo, con mil 842 internos; CPS Número 14 Durango, mil 830; Número 12 CPS Guanajuato, mil 598; Cefereso Número 5 Veracruz, mil 552; Número 13 CPS Oaxaca; Cefereso Número 4 Nayarit, mil 447; el más nuevo, Número 18 CPS Coahuila, mil 380; Número 15 CPS Chiapas, mil 347; y Número 17 CPS Michoacán, 971.
El resto, con menos de mil reos, son cárceles federales más viejas que probablemente cerrarán sus puertas en 2021.