La delegación de la Cruz Roja en Tijuana atiende el 90 por ciento de las emergencias médicas de la ciudad; en esta contingencia han visto afectado su servicio de ambulancias debido a que los hospitales de apoyo ponen trabas en la recepción de pacientes no COVID
De tres a seis horas es el nuevo récord en tiempo para la atención de un servicio prehospitalario por parte de la Cruz Roja Tijuana, debido a que persiste la problemática de que los hospitales que están de apoyo ponen trabas para la recepción de pacientes no COVID.
El coordinador del área de Socorro de la Benemérita Institución, Juan Carlos Méndez Torres, informó que esta situación no se ha resuelto a pesar de las distintas ocasiones en las que se han sentado a dialogar con las autoridades del sector salud; los hospitales con los que tienen más problemas son el Issste Palmas e Issstecali El Mirador y el Hospital General (HG) de Playas de Rosarito.
En el mes de agosto se presentó una dificultad con el HG de Playas de Rosarito, al trasladar a un herido de bala de un hecho violento ocurrido en Tijuana. Los encargados del área de Urgencias se negaron a recibir al paciente con el pretexto de no tener cupo, a pesar de que el Centro Regulador de Urgencias Médicas lo había asignado como receptor. El paciente perdió la vida en las puertas del hospital sin recibir la atención que requería.
El 16 de octubre se registró una agresión por parte de una doctora del Issste Las Palmas hacia una paramédico que intentaba entregar a un paciente; en la alegata la doctora le jaló el cabello a la socorrista, por lo que Cruz Roja tuvo que proceder de manera legal.
“El tiempo de espera para llevar a un paciente se ha mantenido desde septiembre en tres horas y 19 minutos, para que nos asignen un hospital. Aunque también ya hemos tenido un pico de hasta seis horas”, precisó.
En promedio los socorristas atienden alrededor de 120 servicios diarios, cifra normal durante la pandemia para pacientes no COVID, ya que antes se atendían entre 130 y 150 servicios por día.
“Hemos tenido problemas para que acepten a aquellos pacientes graves que llegan a presentar lesiones en el cráneo o en el tórax, o enfermos graves, como ataques al corazón o probables eventos vasculares cerebrales”, detalló Méndez en entrevista para ZETA.
Aunque no pudo responder si ya han fallecido personas a causas de la negación de la atención médica, por motivos legales, sí dijo que se ha complicado el estado de salud de los pacientes que ya van graves.
“Por tema legal, yo no puedo definir la causa de muerte, pero lo que sí puedo comentar es que si yo tengo un paciente que tiene una lesión en el cráneo, que es un órgano vital, el paciente se me va a deteriorar más, y sí hemos tenido pacientes que se nos han deteriorado por estar esperando en la recepción”.
Agregó que a muchos pacientes ni siquiera los dejan bajarlos de las ambulancias, porque no hay médicos, están ocupados, o no hay capacidad de recepción.
“Nos han cerrado las puertas; la última vez fue en el Issste de Las Palmas, donde incluso cerraron con llave el acceso. Y no es la primera vez que pasa”, afirmó.
Se tardan máximo 10 minutos: CRUM
Gerardo Mendoza Tarín, coordinador médico del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) de la Jurisdicción Sanitaria 2, explicó a ZETA que el CRUM inició operaciones el 24 de abril de 2020, con el fin de agilizar las urgencias médicas para pacientes no COVID.
“El Centro Regulador de Urgencias Médicas es un evaluador de todas las atenciones prehospitalarias, ya que cuando la pandemia llegó, se abrió el Hospital General para puro COVID. Entonces Issste, Issstecali, Hospital General de Tecate, Hospital General de Rosarito se hicieron cargo de las emergencias no COVID”, dijo.
A diferencia de lo que menciona el coordinador de Socorro de la Cruz Roja, que asegura que tardan en promedio tres horas para asignar a un paciente, Mendoza Tarín afirmó que es alrededor de 10 minutos.
Al recibir la llamada para asignar hospital, ellos deben comunicarse con cada uno de los hospitales para saber si cuentan con camas disponibles, médico especialista o medicamentos, y el proceso tarda aproximadamente 10 minutos.
“Cuando el paramédico llega a la escena, habla a los médicos reguladores que están en el C4, entonces ellos investigan qué tipo de paciente es y ahí es a donde se decide a qué tipo de hospital va a ir; son varios puntos importantes para saber a dónde se va a decidir mandar al paciente”, detalló.
Actualmente hay dos médicos por turno atendiendo los servicios de urgencias en el C4, y son suficientes, afirmó el coordinador del CRUM, a pesar de que son 120 llamados que se hacen al día.
En cuanto a la tardanza para asignar hospital y la atención hospitalaria, el funcionario estatal comentó que no se puede dejar pasar tanto tiempo para una atención.
“Nosotros como centro evaluador, tomamos la decisión y hablamos a los hospitales y les decimos que es un paciente tal, tal edad, tal probable diagnóstico, y ahí es donde acepta o no acepta al paciente”, mencionó.
Sin embargo, a pesar de que el hospital no acepte al paciente, el CRUM cumple con asignarle hospital, aunque sea el mismo que lo acaba de rechazar y se desentienden del seguimiento, por lo que queda el problema para los paramédicos.
“Cuando ningún hospital tiene el refugio necesario o no tengan especialista, nosotros tomamos la decisión de enviarlo; entonces cuando se envía al paciente, hay veces que sucede esa situación, donde no quieren recibirlo”, confirmó.
CEDHBC abrió tres quejas
Este Semanario realizó recorrido por hospitales, especialmente Issste e Issstecali, para saber su postura sobre la falta de atención a pacientes no derechohabientes, sin embargo, no se obtuvo respuesta por parte de ninguno.
Por su parte, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Baja California (CEDHBC) informó que en la que va de este año ya han integrado tres quejas con relación a las fallas en los servicios de atención prehospitalaria.
Las autoridades señaladas son el Issstecali con dos quejas; y a Secretaría de Salud del Estado con una queja. Las tres quejas aún están en integración.
