Por más de quince días los habitantes de los edificios 19 y 20 del fraccionamiento Las Plazas, en la delegación Otay Centenario de Tijuana, padecieron una fuga de aguas negras provocada por un asentamiento irregular que han denunciado desde el año 2004.
De acuerdo con los testimonios, en distintas ocasiones los afectados han acudido a la delegación a denunciar la invasión por parte de una pareja que se apropió del área común del multifamiliar y construyó un cuarto en lo que debería ser un área verde o de recreación para las familias.
A decir de los vecinos, la pareja no solicitó permiso y poco a poco comenzó la construcción de un cuarto, que al principio no rebasaba los 50 metros; aseguran que a pesar de que les dejaban un espacio para ser usado, la construcción se reportó a las autoridades. Con el paso de los años, el cuarto se amplío hasta alcanzar los 100 metros cuadrados, e impidiendo que cualquier vecino pudiera hacer uso del área.
Las últimas quejas fueron interpuestas el 5 de junio y el 18 de septiembre del presente año; la primera fue para ratificar la denuncia que han interpuesto ante cada administración municipal, y la segunda cuando se presentó la fuga de aguas negras, al romperse un tubo de drenaje que pasaba justo debajo de la construcción.
Uno de los vecinos informó a ZETA que en junio la delegación les emitió un citatorio a quienes invadieron para que declararan sobre la situación, pero no acudieron. En el mismo reporte, se hizo conocimiento de la autoridad el riesgo que había de que se afectaran los servicios a los residentes de esa área, por la obstrucción al drenaje y la conexión irregular a la energía eléctrica.
Fue a mediados del mes de septiembre que detectaron la fuga de aguas negras, que fue reportada de inmediato a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt), pero que no pudo ser reparada debido a que el personal no podía ingresar al área y los presuntos dueños de la construcción no estaban en el momento para autorizar las maniobras.
Ante la insistencia de los vecinos, que reportaron en más de una ocasión la fuga, el pasado 6 de octubre el personal logró arreglar parte de la fuga. El problema fue que se rompió un tubo que quedó debajo de la construcción y se reemplazó para desviar el flujo de las aguas negras hacia la ladera contigua.
Aunque el problema de la fuga se resolvió, los vecinos insisten en que la autoridad municipal haga algo al respecto, pues saben de otros casos en los que este tipo de invasiones causan problemas más graves a los residentes, como ocurrió a mitad de este año en el fraccionamiento El Lago donde se incendió la invasión de un área común y afectó a más de veinte familias con daños parciales a sus viviendas.
Este Semanario consultó al Ayuntamiento de Tijuana al respecto, y a través del área de Comunicación Social se aseguró que le darán seguimiento a la queja de los vecinos, con el fin de prevenir cualquier afectación mayor.