Los destinos turísticos de Ensenada estuvieron a su máxima capacidad durante este fin de semana del 26 y 27 de septiembre, principalmente la Playa Municipal la cual había permanecido cerrada un par de semanas debido a la falta de precaución por parte de los visitantes al no respetar el distanciamiento social ante la contingencia por COVID-19.
En las plazas públicas, como la Cívica y Ventana al Mar, los turistas hicieron largas filas para ver el espectáculo de las fuentes, caminar por el malecón, paseos familiares en barco, así como recorridos en tren o calandria y participar en los tradicionales shows de payasos.
En el Valle de Guadalupe los restaurantes, puestos de comida y vinícolas lucieron abarrotados de acuerdo con un recorrido hecho por el Semanario ZETA en la Ruta del Vino y zona turística. Las medidas de higiene en el Valle son más estrictas por lo que la mayoría de los visitantes siguieron los protocolos para poder ingresar a los establecimientos.
En los miradores turísticos como el de Chapultepec y El Mosquito, elementos de la policía municipal tuvieron que intervenir para dispersar a las multitudes, pero los visitantes no acataron la orden de la autoridad.
El titular de la Secretaría de Salud, Alonso Pérez Rico, dijo que este lunes 28 de septiembre cambiará en Baja California el semáforo a color “naranja”, pero aclaró que algunas actividades seguirán suspendidas como las visitas a las playa y eventos masivos o sociales.
“Actualmente el tema de los bares se está analizando, se van a recibir protocolos de seguridad y salud, así como empezamos con restaurantes-bares; para una apertura gradual y progresiva…En el caso de playas, también se analiza, es que cuando se han abierto se comparan como eventos masivos, con aglomeración de gente”, indicó.
En Ensenada la delegación de San Quintín de la Secretaria de Salud tiene detectados 3 mil 63 contagios, 2 mil 140 personas recuperadas y 384 muertes a causa del virus SARS CoV-2 (COVID-19).