Médicos del Hospital General de Tijuana, quienes por temor a represalias evitaron dar sus nombres, informaron que el nosocomio continúa a su máxima capacidad con 86 pacientes internados distribuidos en tres pisos y el área de urgencias, 35 de los cuales están intubados. Además que siguen sin tener medicamentos necesarios para el tratamiento de estos pacientes.
También información que el tomógrafo sigue sin funcionar, echando por tierra las declaraciones del secretario de Salud, quien confirmó que ya se había reparado y se había conseguido medicamento necesario.
La información proporcionada a ZETA, refiere que el hospital tiene cerca de 40 camas libres y no 96 como indicó el informe que Pérez Rico brindó la mañana del sábado 1 de agosto en compañía del gobernador Jaime Bonilla, de igual manera mencionaron que son 35 pacientes intubados y no 28 como el secretario de Salud afirmó.
Además mencionaron que hay medicamentos que siguen sin abastecerse como el profol, vecuronio y dexmedetomidina, también que se les dijo que estos medicamentos están teniendo dificultad para ser conseguidos a nivel nacional, por lo que se están utilizando otros fármacos similares en cuanto a lo que son relajantes como rocuronio y norepinefrina; en el caso de antibióticos, hace falta que les llegue el Linezolid.
Explicaron que la importancia de los medicamentos que no les han llegado, es que de tenerlos se evitaría administrar demasiados relajantes a los pacientes, y que al ser dados de alta tengan dificultades para moverse.
Con respecto al tomógrafo, indicaron que sigue sin funcionar, porque a pesar que se compró una computadora, continuó sin servir, por lo que se contactó a un técnico de Estados Unidos, quien identificó que el problema no estaba en la computadora, sino en la fibra óptica que utiliza este aparato, por lo que no hay fecha para cuando esté disponible, tema que preocupa porque es una herramienta vital en estos momentos para los pacientes COVID-19.
De igual manera se compartió que el Hospital General está atendiendo en su filtro a cerca de 10 pacientes diariamente, ingresando a un promedio de dos pacientes por día por presentar complicaciones por COVID.
Cabe mencionar que fue el pasado martes 28 de julio cuando médicos y enfermeras del Hospital General de Tijuana denunciaron a través de un escrito que el nosocomio tenía problemas de abastecimiento de medicamento, además que los pisos 3, 5, 6, 7 y 8 estaban vacíos, por lo que contar las camas en estos pisos solo estaba provocando inflar la cifra de camas vacías, disminuyendo el porcentaje de ocupación del hospital.
En la carta que contenía 11 puntos se hacía referencia a la falta de medicamentos de sedación y relajación, fármacos para evitar la formación de coágulos, antibióticos, sistemas de respiración cerrada, circuitos para sistema de administración de oxígeno, parches coloides, tomografía computada y videolaringoscopio funcional.
Además, este Semanario confirmó que al haber un faltante de medicamentos en el Hospital General, los familiares de los pacientes internados debían comprar los antibióticos y relajantes por fuera, llegando a gastar cerca de 20 mil pesos que no les eran reembolsados.