Ninguna. Esa es la cifra de agresiones a hombres periodistas que ha hecho el gobierno de BC en transmisiones en redes sociales institucionales. 38. Esa es la cantidad de agresiones y burlas a mujeres y sus trabajos.
POR: EDUARDO JARAMILLO
En menos de dos meses, el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, y tres de sus funcionarios atacaron 38 veces a mujeres periodistas con comentarios en contra de ellas, o burlándose de su trabajo, revelan datos de la investigación Prensa Bajo Fuego.
Del 6 de junio al 29 de julio, Bonilla y miembros de su gabinete, hicieron comentarios en contra de cuatro mujeres periodistas a quienes acusaron, en transmisiones de redes sociales institucionales, de publicar notas para golpear al gobierno estatal.
El gobernador casi nunca dice los nombres de las reporteras, pero pueden ser identificadas por la firma en las notas que Bonilla exhibe en pantalla para sus transmisiones por Facebook.
Sin nombrarlas, desacreditó el trabajo de Erika Gallego, de La Voz de la Frontera y de Elizabeth Vargas, de Ensenada.net, pero también están los casos de Aline Corpus, de Reforma y de Adela Navarro, de Zeta, a quienes sí identificó por sus nombres.
En general, a las periodistas las acusa de escribir a favor de políticos y empresarios que “pagan por sus notas” y de ser vengativas porque él “no quiere comprarles publicidad”.
Es una táctica que el gobernador ha tomado para desestimar la labor periodística en Baja California, y solamente ha sido contra mujeres, según el análisis hecho para esta investigación.
El 6 de junio iniciaron las agresiones a periodistas mujeres en sus transmisiones.
El gobierno presentó en pantalla, durante su informe vía Facebook, la nota “Esconden en BC cifras de muertos”, publicada en periódico Reforma, un medio de circulación nacional.
En esa investigación, la reportera Aline Corpus cuestionó las cifras oficiales sobre los casos y muertes de COVID-19.
El gobierno de Bonilla arremetió contra la publicación y señaló directamente a la periodista de ser “amarillista e inventar la nota”.
A los ataques se sumaron el secretario general de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, y el secretario de Salud, Alonso Pérez Rico, quienes dieron lugar a la agresión de mayor duración en las transmisiones, según la base de datos abierta.
Los funcionarios dedicaron 12 de los 55 minutos que duró la transmisión, a desacreditarla.
Al siguiente día, Bonilla atacó a la misma reportera, a partir de otra nota titulada “Enfurece a Bonilla exhibición de censura” y pidió “no dejarse llevar por información falsa”.
Era el día de la libertad de expresión y felicitó a los medios de comunicación, agregando que el respeto “se gana”.
El gobierno de Bonilla ridiculizó en 10 ocasiones el trabajo de Aline Corpus. El último fue en tema ajeno a sus publicaciones. Bonilla dijo “ahora sí me estoy poniendo furioso, como dice una reportera por ahí”.
Aline Corpus no pudo conceder entrevista por políticas del periódico en el que labora como corresponsal.
Otro caso es el de Erika Gallego, reportera en Mexicali para La Voz de la Frontera.
“Ya son dos notas mías que pone en la pantalla, durante las transmisiones, desde una posición favorable y cuando está haciendo uso de recursos públicos”, dijo Erika.
La primera vez que Bonilla la atacó fue el 3 de julio pasado. El gobernador puso en pantalla la nota “Con pruebas desmienten aguachicoleo” y dijo que era una nota “sin hacer la investigación mínima”.
En una segunda ocasión, la secretaria de Honestidad y la Función Pública, Vicenta Espinosa, se sumó a descalificar el trabajo de la periodista con el argumento de que era “nota pagada”, aunque Erika incluyó un documento que respaldaba su investigación.
“Mi trabajo como periodista es buscar contrastes y las dos versiones de un caso”, comentó.
Pero Bonilla, con sus comentarios antiprensa, está volviendo cotidiana la violencia contra el ejercicio periodístico, opinó la reportera.
“La prueba está con la secretaria de la Función Pública, que con la mano en la cintura dijo que era una nota pagada sin tener una prueba de esa acusación”, agregó.
En total, Erika ha recibido siete comentarios de difamaciones por su trabajo, según el análisis.
Ese mismo mes, el 13, Bonilla felicitó de manera sarcástica a Adela Navarro por seguir su reporte, fue la primera de cuatro agresiones dirigidas contra ella en las transmisiones informativas de Bonilla.
“Muy importante que esté bien informada para que no publique cosas que no son en el periódico”, dijo Bonilla, en esto último, refiriéndose al semanario Zeta, un medio que ha sido desacreditado 11 veces por el gobernador.
Adela Navarro no respondió a múltiples solicitudes de entrevista sobre este tema.
Las agresiones contra periodistas mujeres no son una conducta exclusiva de las transmisiones informativas en redes sociales, hay registros de que Bonilla también lo hacía en sus actos públicos, antes de suspenderlos por la pandemia.
En febrero pasado, durante uno de sus últimos actos públicos en Mexicali previo a la pandemia, Bonilla fue abordado por la periodista Rosa María Méndez antes de subir al estrado.
Rosa María Méndez cuestionó al gobernador sobre el Plan Estatal de Desarrollo, preguntó por qué no consideró a la capital del estado dentro de las grandes obras.
Bonilla insinuó a la reportera que era una pregunta inducida. “¿Lo dices tú o los empresarios?”, le contestó.
Segundos después subió al estrado y en su discurso se burló de Rosa María Méndez, sin decir su nombre, y alentó a la gente a gritar “chayoteros y vendidos” a los reporteros que estaban presentes.
La reportera se sintió vulnerable cuando Bonilla empezó a burlarse de su pregunta. Recuerda que fue delante de simpatizantes del gobernador, con “gente que está recibiendo apoyos que de alguna manera lo van a agradecer”, explicó.
Con el regreso de algunas actividades en el estado, tras la contingencia sanitaria, Bonilla realizó otro acto público el pasado 17 de julio en Ensenada.
La reportera Elizabeth Vargas, de Ensenada.net, preguntó al gobernador sobre una denuncia pública firmada por 81 periodistas de la entidad, en la que exigen mayor transparencia e información de su gobierno.
En la videograbación de Elizabeth Vargas se puede escuchar que reporteros con voz masculina hacen un par de preguntas al gobernador, quien contesta entre risas.
Pero a Elizabeth, Bonilla le respondió con tono retador que “ningún gobierno ha sido tan transparente como este”.
Dos días después, en su habitual transmisión informativa, Bonilla comentó que en Ensenada fue abordado por “pseudoperiodistas” que no sabe de dónde salieron.
“Nunca en mi vida los había visto yo, ni siquiera se identifican, no traen credenciales y se sienten aludidos que no se les ha dado una conferencia de prensa, pues yo ni siquiera sabía que existían ellos”, comentó.
Elizabeth tiene 30 años en el oficio, trabajó para una agencia de noticias y una televisora, también es fundadora de Ensenada.net, uno de los primeros portales de noticias en la región, además llevaba un gafete de prensa.
Tanto Rosa María como Erika Gallego coinciden en que hay una violencia de género por parte del gobernador Bonilla hacía las mujeres reporteras.
“Han sido recurrentes sus agresiones hacia las mujeres, no sé si sea que las mujeres lo están cuestionando más… o es que tiene una tendencia en contra de las mujeres”, comentó Rosa María.